“Cada generación, sin duda, se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no lo rehará. Pero su tarea quizás sea más grande. Consiste en impedir que el mundo se deshaga". (Albert Camus)
Sábado. Llueve fino, lento . Puede que estas sean las últimas lluvias de este "invierno" . El edificio gris frente a mi casa me recuerda la dolorosa actualidad.: las fotos de la invasión rusa a Ucrania.
Se trata de imágenes sobre Kiev tras otra noche de sábado de intermitentes y mortíferos bombardeos La nieve arropa trozos de basura de la guerra: hierros retorcidos, gritos, un tanque abandonado con la letra Z, blanca, gigante, escrita en sus costados. Más trozos de maquinarias listas para provocar estragos. Cascos y balas. La vida abrigada esperando los disparos nocturnos.
Es la muerte sdelano v rosii. Rostros cenizos de tristeza y asombro en sus respuestas a la prensa internacional que todavía reporta en Kiev… hasta que el Macho Alfa lo permita. Es la muerte sdelano v rosii
Es sábado, y sigue lloviendo lento , sin prisas. Disfruto del paso del tiempo sin celulares a mi alrededor. Dispongo de este hueco para mí.
Antes de la lluvia, ya leía Simone del escritor boricua Eduardo Lalo. Me llama la atención una escena de examantes almorzando en un mall de San Juan. Lalo registra con gran agudeza la hipocresía de los gestos y los mini diálogos de la expareja tratando de volver a los fluidos y los placeres de antes, pero esta vez, no funciona. Sus silencios delatan la ausencia de lo que alguna vez fue risas por nada y miradas prometedoras de futuras lujurias post siesta.
Lalo, algo amargado en sus propuestas literarias. ¿El signo del buen escritor? A mí me da la impresión de sufrir en demasía su Isla del Encanto- La sufre por las cuatro esquinas de su obra. Ojalá nunca lea esto. Uno nunca sabe.
Desde mi humilde y sucia computadora -del teclado le brotan polvo y pelos de Angus – suena Ashley Henry. Músico y compositor que acabo de descubrir por Spotify. Dizque para actualizarme. No puedo quedarme en la vida escuchando solamente a mi banda sonora. Ashley nació ayer -1991- es un greñú junior de la fusión jazz . Influencias variadas, entre las ancestrales (Miles…) y las modernas (Marsalis…). Negro e inglés. Vive al sur de Londres
Es sábado y ya escampó. El edificio gris ahora se torna plateado. Una luz de los trópicos penetra por sus ventanas. Las islas tan imprevisibles, como su gente.
Por adicción propia del siglo XXI abro Twitter y me entero de que Putin afirma que las sanciones de Occidente representan “una declaración de guerra”.
Mejor sigo con Lalo y con el joven Ashley en level 2. “Abandono” Twitter. De seguro vuelvo en media hora. Así somos ahora. Pocas veces miramos hacia arriba.