No sé cómo llegué al Colegio Carol Morgan, tampoco recuerdo si andaba con alguna pandilla -a los 18 años es muy común pertenecer a la grey que patea ciudades, escarba conciertos y bebe o fuma e lugares específicos y  a horas determinadas- lo cierto es que para mi asombro conocí la banda dominicana Rough Sarco en uno  de los espacios  del colegio de la Sarasota con Núñez.

De inmediato, me llamó la atención la transparencia y la sencilla, radiante luminosidad rockera de la banda. Por lo menos esa impresión me llevé esa tarde en el Carol Morgan.  Los riffs eran sencillos pero especiales, las voces armónicas, equilibradas, sublimes y juveniles. Todos los músicos en sus puestos. No parecían una banda de rock, más bien, un círculo perfecto. El rock de los 70 era brutal, explosivo, psicodélico, barroco y deslenguado. Rough Sarco conjugaba esos verbos sin perder el avión. Parecían hippies, pero no lo eran. Pelo largo y ropa casual de la época.

Esta vez, Crónicas de la Bohemia del digital Acento entrevistó a uno de los fundadores de Rough Sarco, el prestigioso arquitecto, escritor y músico, Gustavo Luis Moré, cariñosamente Cuquito Moré. Fue guitarrista en las tres etapas de la banda. Aquí van las preguntas.

La banda de rock Rough Sarco.

Ya existen   generaciones que no conocieron a Rough Sarco.  Siempre me dio curiosidad el origen del nombre.

El nombre nace de la palabra Sarco en griego, que significa carne, o músculo. Por lo que el nombre Rough Sarco equivale a “carne áspera”, algo así. Para esa época, era muy común que las bandas tuvieran nombres rudos y pesados como Led Zeppelin, Iron Butterfly o Black Sabbath…

¿Cómo surge la banda?

La banda surgió de dos amigos en el Colegio Carol Morgan: Mairení Cabral y Gilberto Pellerano hacia el año 1970. Luego se integran Wicho Ross y Ariobo Peña. También desde el inicio estuvo con Rough Sarco, el guitarrista Manny Sánchez, quien emigra a Nueva York y lamentablemente muere pocos años después.

Yo me integré uno o dos años después, paradójicamente como percusionista, aunque casi de inmediato asumí el rol de guitarrista. Tarea que desempeñé el resto de mi trayectoria en la banda.

Tocaron en conciertos. En los 70s, aunque no lo parezca, se realizaron varios conciertos de rock, principalmente en la ciudad de Santo Domingo.

Hicimos conciertos en los colegios, en los clubes, en los Festivales Frescapil- con Pepe Durán como agente artístico-. Gigs (jammeos informales) en Bellas Artes, en el Cine Olimpia y en el resto de los cines de la capital.  También en Santiago, La Romana y La Vega.

Llegamos a tocar en el famoso Festival Embro de 1974. Salimos tres veces a tarima durante todo el fin de semana que duró el festival.   En la calle Caonabo de Gazcue, tocamos una noche que para todos fue algo inolvidable.

Las diferencias de estilo y sonido entre la primera, segunda y tercera formación de Rough Sarco. ¿Por qué cambiaban de músicos?

Todo dependía de la música que estuviéramos escuchando en cada momento. Al principio   eran las influencias de Deep Purple, Jimmy Hendrix y Focus. En la segunda formación, con Rodger Hoover, oíamos Allman Brothers, Doobie Brothers, Led Zeppelin, Yes, Orleans, Loggins and Messina, Seals and Croffts y Cream.

Con la incorporación de Manuel Tejada y Philip Brown abordamos la música de fusión: Jeff Beck y Traffic…

El autor de la entrevista y el arquitecto y músico Gustavo Moré.

¿Quién componía?

Componíamos Mairení, Wicho y yo. Grabamos tres discos de 45 RPM de composiciones propias, entre ellas Ambar Eyes de Wicho que sonó bastante en la radio local.

La banda experimentó tres formaciones de músicos. ¿Quiere decir que era una institución rockera en los 70 o era la euforia de un género musical escuchado y tocado por todo el planeta?

Es posible que nos convirtiéramos en una institución rockera, pero eso no lo puedo asegurar.  Lo cierto es que grupos como los Beatlles, Rolling Stones, Beach Boys y otros, crearon una música revolucionaria que alcanzó prácticamente todos los rincones del planeta, estimulando así a millones  de jóvenes y no tan jóvenes  a asumir una vocación musical, antes, inexistente, se podría decir.

No existían las tecnologías punta de ahora vinculadas a nuevos sonidos, instrumentos, edición…Se tocaba rock puro y duro. Es decir, uno podría decir que eran músicos de estudio, pero, claro, no todos eran músicos de estudio.

Así mismo. Tocábamos a “mano pelá” a base de las destrezas personales de cada integrante y a un sonido creado de manera colectiva. No existían “productores” sentados solos detrás de una computadora. Todo era pura expresión individual a base de una armonía colectiva  que trascendió las limitaciones  personales dentro y fuera del escenario. Éramos más que amigos, casi hermanos.

Del grupo, fui el único que persiguió una carrera en los estudios de música Trabajé mucho  con talentos como Guillo Carías, Jorge Taveras, Manuel Tejada , Danny León.

Grabé conciertos en vivo y discos con Luis Días y Claudio Cohén y muchos artistas reconocidos de entonces y de ahora.

Me contaste que Luis Días tocó contigo en aquel maravilloso grupo de fusión Madora y que Luis quería convertir a Convite en un Pink Floyd al estilo dominicano. Lo último me llamó mucho la atención…

El inolvidable Luís Días asistió a uno de los conciertos de Rough Sarco y luego me llamó para invitarme a jammear “a ver si empatábamos” musicalmente hablando, eso me dijo.

Acepté la invitación. Un sábado por la mañana visité su casa y de inmediato, casi sin hablar, la química entre nosotros fue automática.

Me comentó que tenía la idea de convertir a al grupo Convite en una banda estilo Pink Floyd al estilo dominicano, un deseo que no se convirtió en realidad.

Luis ya había pensado armar un nuevo proyecto musical de fusión folclórico con elementos del jazz y del rock.

Después de que toqué con Convite como bajista acústico en varios conciertos y ante la insistencia del Veterano, le sugerí, invitar a los compañeros de la banda con los que estuve tocando en el Hotel Santo Domingo. Una super banda liderada por Luis José Mella e integrada por Manuel Tejada, Wellington Valenzuela, Guarionex Aquino y hasta Juan Luis Guerra. En esa banda que tocaba me hice musicalmente más profesional y con otra perspectiva de estilo.

Ese fue el germen de Madora encabezada por Luis Días y en la cual la cual también participó el violinista y flautista Luis Ruiz y el guitarrista Carlitos Fernández. Era un material de talentos fuera de liga. Creamos una sonoridad pionera, y llegamos a tocar una buena cantidad de shows, sobre todo en Casa de Teatro, entre los años 1977 y 1979.

En el 1978, fuimos a tocar y a acompañar a Sonia Silvestre al Festival de la Juventud y los Estudiantes en La Habana, Cuba.

Un evento maravilloso que nos abrió a todos una toda una perspectiva internacional.  Allí conocimos maravillosos grupos jamaiquinos de reggae. Fue una experiencia inolvidable. Lamentablemente, Madora se disolvió por conflictos personales y artísticos. Muy poco queda de la evidencia de Madora.  Algunas canciones en un disco de Claudio Cohén y un par de casetes, imposibles de reconocer… Madora fue para Luis Días un paso fundamental en su trayectoria artística. . Lo que abrió paso para su eventual formato de esa super banda de rock que fue Transporte Urbano.

Al final, ahora qué hacen las ex formaciones de músicos de Rough Sarco

Mairení Cabral es un médico muy exitoso desde su puesto como jefe de Endocrinología en el Cleveland Clinic de La Florida y Wicho Ros es el principal de la reaseguradora Ros y Asociados

Mientras que Rodger Hoover trabaja en el Departamento de Hacienda en Washington y Manuel Tejada siguió su carrera musical con resonado éxito.

Yo me dediqué a mi carrera de profesión, arquitecto, pero nunca he abandonado mi fuerte vocación musical.

Gilberto Pellerano estuvo trabajando en un negocio de fotografía en Charlottesville hasta su sentido fallecimiento el año pasado. Entiendo que Philip Brown ha seguido su carrera musical.

La banda dominicana Rough Sarco se constituyó en una de las pioneras del rock en aquellos años.  Eran otros tiempos para el rock local. Mucho menos mercadeo y promoción. Se buscaba la calidad no la cantidad de insultos a la especie humana.  Ahora cualquiera dice aaa tres veces en una grabación de YouTube y se hace millonario cantando estupideces.

Gracias a Gustavo por esta entrevista y la acogida para llevar a buen puerto este trabajo.