La obra titulada, "Honras fúnebres institucionales", de Ricardo Ventura, es un escrito monumental y solemne, digno de tomar en cuenta para nuestra colección bibliográfica, porque nos documenta con fechas históricas del fallecimiento de hombres y mujeres nacionales e internacionales que marcaron pautas en la historia del mundo moderno, y nos alienta a seguir adelante, ilustrándonos con la fascinante idea, de que no solo los vivos son dignos de mantener en el recuerdo, sino que los muertos también tienen quien les escriba.
El libro es dinámico, claro con los conceptos señalados, instructivo, muy explicativo y de alto valor didáctico, con intenciones precisas de enseñar, educar con estrategias e imágenes visuales y sus definiciones respecto al tema.
El autor nos dice que organizar y plasmar un momento de despedida para una persona que asciende a otros espacios o morada eterna de la humanidad, requiere de una absoluta observación retrospectiva en lo que fue su esencia, ejemplo de vocación y servicios hacia el entorno vivido.
Nos explica, además, que las imágenes, símbolos, frases o palabras sueltas ayudan a construir una idea del pensamiento y la obra del que parte. Que formar parte de un equipo de protocolo que se inserta en las honras fúnebres contribuye en la formación del autor, a la vez que le infunde e inyecta a su personalidad humanidad para comprender el momento vivido, posesionarse y percibir la solemnidad e incidencia de esta despedida; de este espacio para agradecer, para poner de manifiesto los sentimientos y respecto hacia la persona honrada, valorada y exaltada por los méritos adquiridos.
El propósito de la obra es hacer entender a los que trabajan en protocolo, y en especial, a aquellos que realizan la ardua labor de montar honras fúnebres, que “la solemnidad es la palabra clave en este trabajo”. Que es un acto solemne porque cuenta con una gama de documentaciones, conceptos y fotografías que ilustran el evento, tomando en cuenta que se está tratando con una familia, una institución o un país dolido por la pérdida de un ser querido.
El libro Honras Fúnebres está estructurado de frases y párrafos cortos, muy asimilable, sin cultismos, es decir, con un lenguaje sencillo, caracterizado por el habla común. Distribuido en 202 páginas, esquematizado por diez capítulos, una dedicatoria, la presentación y un prólogo, más la conclusión y la referencia bibliográfica.
Los capítulos 1, 2 y 3 son los de mayores cargas conceptuales, porque argumentan los términos: honras y sus derivaciones, las importancias de las honras, el concepto honras, sus historias, logísticas de las honras fúnebres, equipo responsable del montaje.
En el capítulo 2, define el concepto funeral, historia del funeral, los funerales a lo largo de la historia, según la época, religión, país y región, ritos funerales, funerales de Patroclo, los funerales y su importancia, aportaciones al ritual funerario griego.
Los capítulos 3 y 4, comprenden el luto en la República Dominicana y, particularmente, el capítulo 4 que está enfocado con los académicos en la UASD. Abarcando desde la página 57 a la página 88, incluyendo fotos y comentarios.
Además de los funerales más vistos de la historia reciente a nivel internacional, desde la página 89 a la 96.
El diseño de portada está a cargo de Jhonathan Marty Severino, el prólogo es de Gregorio N. Gómez y la presentación del mismo autor, con una dedicatoria bien detalladla, dirigida a los miembros del Consejo Universitario: Ramón Rodríguez Espinal y Augusto Bravo, decano y vicedecano en el momento de publicación, siguiendo con la maestra Rosa Silverio, directora general de Protocolo, Francia Polanco, maestra de ceremonias oficial de la UASD, Oscar Vásquez, encargado de las ilustraciones gráficas y, finalmente, a sus dos hijos junto a su madre y el padre y, a Lucas Lereauxs, compañero de labores de Coordinación Académica y otros no menos importantes.
Como portada y contraportada tiene una ilustración diseñada por Amaury Melo, con una cruz blanca entrelazada con la letra “ f ”, resaltando el título de Fúnebres, con siete velones encendidos en sus candelabros y el puño de una mano blanca. Mientras que en la contraportada tiene una brevísima biografía con una foto del autor, parado justamente detrás del Ambón en la iglesia.
La portada es color negro, principal símbolo clásico del luto. La corrección de estilo está a cargo de Francisco Peña, mientras que la impresión y edición pertenece a Dirección de Publicaciones, Editora Universitaria, UASD, Santo Domingo, del mes de febrero del año 2020.
Justamente después del índice y la dedicatoria, veamos aquí sus palabras impresas en la presentación del libro, Honras Fúnebres Institucionales, adonde expone el por qué y para qué lo escribió, cuándo y cómo lo hizo, y qué conocimientos nos quiere enseñar con este legado, además de sus propósitos e intensión.
“Muchas veces los que trabajamos protocolo tenemos los conceptos bien definidos de cómo hacer nuestro trabajo, aunque en ocasiones se nos olvidan o simplemente no los ponemos en práctica, por tanto, como trabajador de este renglón durante los últimos 24 años, me siento en la obligación de plasmar algunos conceptos para que los presentes y futuras generaciones tengan las pautas necesarias de cada una de estas facetas del trabajo protocolario.
Muchas veces nos volvemos un desastre a la hora de montar un evento, porque o no tenemos las herramientas o somos incapaz de realizar este montaje, y mas cuando se trata de honras fúnebres institucionales, y por eso es este libro.
Este es el tema que nos compete en esta edición y lo hacemos con la intensión de que los encargados o encargadas de protocolo de las instituciones académicas, ministerios, alcaldías, juntas de vecinos, empresas públicas o privadas, etc., tengan a manos las herramientas necesarias para montar unas honras fúnebres institucionales.
En esta investigación les estamos presentando las sinopsis, el significado de honras, la importancia, la historia de las honras fúnebres. Los ritos funerarios a lo largo de la historia, el funeral y su historia, el permiso familiar, orden de procedencia, papel del maestro de ceremonia, el panegírico, algunos temas comunicacionales, como la imagen, el discurso, la guardia de honor, el desfile de despedida, la línea de recibo y despedida, grandes funerales de la historia, honras en la funeraria, nueva forma de sepultar los difuntos en República Dominicana, las honras en los cementerios.
Los datos que veremos en este ensayo, más que teorías, son tomados de las experiencias de trabajadores de protocolo, que nos ayudaron a ver la luz sobre este tema.
Esperamos que nuestros compañeros y compañeras de labores puedan apreciar el trabajo que estamos entregando a la sociedad, porque es vital que tengamos claro cada uno de estos temas, para no fallar en el campo de la acción.
¡Te estamos convocando a empoderarte de la profesionalidad en el tema que nos compete presentarles!! “Este evento no es una fiesta, un concierto, un mitin político, un encuentro con la prensa para celebrar un congreso”, es un acto bien solemne, en el cual hasta caminar con elegancia en el escenario muestra respeto… Recuerda que no es chercha, es un muerto, al que hay que rendirle tributo”.
Es un libro completo y claro, recomendable, en el que el autor expone sus experiencias, sus conocimientos y sus estrategias para que sea asimilado por nuestros lectores, y trabajadores protocolares. Presenta imágenes variadas y una inmensa cantidad de fotografías de hombres y mujeres que ya partieron hacia la ciudad de los acostados, los funerales más sonados en la historia reciente, páginas 89-95; autorización de la familia para trasladar el cadáver, cargados por hombres de negro y las coronas de flores blancas preferiblemente en formato circular, más una explicación de cuando es merecedor de colocar la bandera nacional sobre el ataúd y se le canta el himno nacional (Cap. 5).
Definición y conceptualización de las cualidades necesarias, como son: dominio escénico frente al público, el lenguaje, la imagen, la comunicación y sus elementos, la voz producción del habla, elementos que intervienen en la voz, modulación de la voz, trucos para mejorar el habla, rol del maestro de ceremonias en las honras, frases para iniciar el panegírico, frases que no debemos utilizar en las honras (Cap. 6).
Mientras que en los capítulos 7 y 8 define y establece diferencia con fotos e imágenes de los cementerios públicos y los cementerios privados, unos en ruinas, con paredes y lápidas rotas, basuras y yerbas, a veces depósitos de desechos sanitarios, como excrementos y orine, y además, criaderos ratas, alimañas y escondite de ladrones, intercambios de drogas y puntos de los piperos darse sus tumbes, etc., mientras que los cementerios privados los mantienen en perfectas condiciones, con guardianes y cámaras de seguridad para vigilancia.
En el capítulo 10 hay imágenes fotográficas del Panteón de la Patria, que es un legado del patrimonio histórico nacional (p.159-162), con fotografías y comentarios de la bandera nacional, el Altar de la Patria, comentario de interés nacional sobres estas construcciones que guardan gran valor patriótico porque sellan la soberanía de la nación dominicana (p.163-165).
Estos son: Cementerio zona colonial, solemne y turístico (p. 166-168), homenaje al servidor universitario Lucas Lareaux y fotos (p.169-171), el luto y sus símbolos (p. 172), las flores, símbolo de condolencias (p.173), méritos del difunto (p. 176), quien debe hablar en nombre de la familia y despedida institucional (p. 177-186) y, al final, la conclusión, acompañada de una foto del Aula Magna, UASD y una fotografía de hombres cargando un ataúd hacia el cementerio, junto a una reflexión para pensar, que dice así: “Al morir un hombre hizo tres pedidos”. El texto transcrito pertenece a Alejandro Magno (p.193-196). Más tres fotos de sus compañeros de trabajo en el área protocolar de la UASD (p.199-201).
En las páginas 58-59, Ricardo Ventura, presenta un listado acompañado de fotos, de personalidades cuyos entierros han sido multitudinarios.
Los que fue para la República dominicana un gran acontecimiento al final del siglo pasado y principio del presente la muerte de los tres hombres más influyentes en la política dominicana. Hombres que lideraron el panorama nacional por 40 años con carisma y afición similar al de un dios, donde sus fieles seguidores se identificaban, no con el partido de sus simpatías, como en el PLD, como Bochistas, en el PRD, Peñagomista y en el Partido Reformista, como Balagueristas. Estos son:
José Francisco Peña Gómez, líder del Partido Revolucionario Dominicano, quien en varias ocasiones aspiró a la presidencia de la República y murió sin ver su sueño hecho realidad. Murió el 10 de mayo de 1998. Sus restos descansan en el cementerio Cristo Redentor.
Juan Emilio Bosch y Gaviño, primer presidente electo democráticamente por el pueblo luego de la tiranía trujillista, perteneciente al Partido Revolucionario Dominicano, derrocado a través de un golpe de Estado en 1963, lo que provocó la Revolución de Abril en 1965. Murió en 1 de noviembre de 2001.
Bosch fue sepultado en La Vega, su ciudad natal, una amplia caravana ocupó las calles de la capital, así como la autopista Duarte.
Joaquín A. Balaguer Ricardo, un sagaz político de la escuela del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina, de quien fuera su secretario de Educación y uno de los intelectuales más aventajados, y que, además, gobernó el país por 22 años y cinco veces electo presidente con trucos. Murió el 14 de julio de 2002.
Sus restos descansan en el cementerio Cristo Redentor, junto a los de su madre y sus hermanas.
Durante estos tres entierros la población dominicana ocupó las calles por varios días y una gran multitud se desplazó a pie hasta los lugares de destino final, convirtiendo el lugar donde se encontraban sepultados, puntos de peregrinaje por largo tiempo.
Ventura Sánchez, José Ricardo, Honras fúnebres institucionales. Editora Universitaria, UASD, Santo Domingo, DN., 2020. Santo Domingo, DN., 25/08/2022