Del título de este artículo se nota enseguida que los nombres de las cosas cuyos orígenes se estudiarán en este apartado se refieren a alimentos y dónde comer. Uno de los alimentos es un producto con nombre que procede del italiano y el tercero y último es el fruto de una planta, tomatera, el tomate. En medio de esos dos temas está el restaurante, sitio público de cierta categoría donde se consumen diferentes alimentos a cambio de pagar el precio estipulado.
Hay dos nombres de alimentos en el título conocidos en el mundo entero y se consumen cocidos de diferentes maneras. Se han integrado a las dietas de los países más diversos. Esto equivale a decir que se han integrado a la cocina internacional, a la dieta mundial. Hay que tener en cuenta que las cantidades de consumo de estos alimentos en los diferentes países depende de los precios, que en parte fluctúan con la época del año y el volumen de las cosechas.
El tomate puede comerse crudo, sin necesidad de cocinarlo. Es un fruto carnoso con muchas semillas achatadas y pequeñas. Tiene una piel o cáscara muy fina. Comerlo con esta o retirarla es una decisión que dependerá del gusto de quien vaya a ingerirlo.
Los dos alimentos del epígrafe se comen combinados en recetas que variarán de acuerdo con las preferencias y tradiciones culinarias de la cocina de los más variados países y culturas.
El espagueti que es la forma en cómo definitivamente se trata de regularizar la escritura o representación del sonido que el uso ha establecido para este tipo de pasta; es un alimento procesado que en la actualidad se acepta como italiano. Antes se escribió en español con la grafía italiana spaghetti, entendiéndola como palabra singular, a pesar de que en italiano es plural. El espagueti es en italiano un diminutivo de la voz spago que en esa lengua corresponde al español cordón, de donde se deduce que significa cordoncillo o cordoncito. Este nombre es gracioso al igual que lo son casi todos los que corresponden a las presentaciones de las pastas italianas. La forma actual de escribir el nombre apareció de modo definitivo en el Diccionario de la lengua española (1992-I-889).
El espagueti es la más reconocida pasta en la dieta de los dominicanos. Tiene la propiedad de satisfacer el hambre y proporcionar una sensación duradera de satisfacción. Un comensal dominicano puede ingerir diferentes platos cuya base principal es el espagueti y hacer esto en cualquier momento del día. El contenido en calorías prepara para un largo día de trabajo. Por esto no es raro ver a un obrero desayunar espagueti con aguacate. No cabe duda de que el precio de este tipo de plato también influye en el favor que se le dispensa.
En la culinaria dominicana el espagueti se combina en platos con vegetales, especialmente para comer en platos fríos, ensaladas. A las pastas se añaden carnes de todo tipo en platos apetitosos; con salsa blanca o roja. Se condimenta con ajo y aceite verde (aceite de oliva) y ajo, al que se le añade queso de sabor fuerte espolvoreado por encima. Quienes no se preocupan por el colesterol utilizan la mantequilla en lugar del aceite de oliva.
En la fabricación del espagueti se utiliza la harina dura de trigo y agua. A la masa se le da la forma deseada que una vez que esta se seque permanezca. Esta pasta tiene la propiedad de conservarse sin necesidad de condiciones especiales al almacenarla. Eso abarata el precio de la transportación y preservación.
Los nombres de los diferentes diseños que se eligen para las pastas llevan nombres graciosos. Aquí se mencionan algunos con su nombre traducido al español. Sombreritos, corbata de lacito (pajaritas), conchitas, mariposas. Las demás no se mencionan para no alargar la enumeración.
El origen y la historia de restaurante es interesante y entretenida. Existen los pormenores de la historia que se resumirán aquí. Es de origen francés, sin discusión. Hay que tener en cuenta que en las lenguas hay un principio que se sigue en muchas otras actividades además de en el habla. Es el principio del menor esfuerzo. Ese es el que da origen a lo que se conoce con el nombre de elipsis. Se acortan las oraciones sin que estas pierdan su sentido o dejen de ser entendidas.
Algo de lo enunciado en la última frase fue lo que se produjo con el nombre para que el establecimiento que sirve comidas y bebidas al público terminara por llamarse restaurante. Antes de que se utilizara el nombre restaurante existían unos establecimientos llamados fondas o posadas. Surgió la necesidad de separar los lugares donde solo se comían de aquellos que ofrecían alimentos y cama.
El primer lugar conocido más tarde con el nombre de restaurante comenzó en París en el 1765, cuando un emprendedor de apellido Boulanger abrió un negocio de servir comidas en la Rue des Poulies. Palabras con historia (2002:310). El nombre derivó de una inscripción que él colocó en el frente de su negocio. Fue una adaptación de Mateo,11-28. “Vosotros todos los que tenéis el estómago débil, venid a mi casa que yo os confortaré o restauraré”. Esa es la traducción del letrero. De la última palabra, restauraré, se tomó el hábito de llamar restaurante a esta suerte de mesón. Biografía de las palabras (1956:311-3). A esta síntesis se llegó después de pasar por otras selecciones, el participio de presente se impuso.
En español se hesitó durante algún tiempo con respecto a cómo acomodar la palabra al español. Hoy no se discute, restaurante se impuso, aunque las Academias admiten también restorán, que obedece más al sonido en francés. Restaurante se integró al diccionario oficial de la lengua en el año 1817. Es un fenómeno urbano el nacimiento y prosperidad de este tipo de negocio. En Madrid está el restaurante más antiguo funcionando sin interrupción, Casa Botín, fundado en 1725. En la actualidad hay restaurantes en todos los centros urbanos del mundo.
Un incidente reciente es con la palabra restaurante con respecto a qué nombre asignarle a la persona que explota o se dedica al negocio de restaurante(s). Ahora se les llama restauradores. Cuando lo vi por primera vez recurrí al diccionario oficial para verificar que estaba aprobado. Sí, está sancionado con la aprobación oficial. Ahí quedó con los restauradores de obras de artes.
Hubo una época en que los nacionales chinos eran quienes explotaban el negocio de restaurantes en la mayoría de los pueblos de República Dominicana. En Barahona el restaurante Jaime. En La Vega, el Royal. En Santiago el Pez Dorado. En Azua el América. En la capital, Santo Domingo, Mario, Meng el Chino y otros cuyos nombres no recuerdo.
El tomate es vegetal y fruta. Es americano, sin discusión. Los españoles lo encontraron en México a su llegada. Desde Méjico pasó a Europa en manos de los españoles. Es un alimento que se aviene muy bien porque puede comerse crudo o cocido.
El tomate es el fruto de la tomatera; se come en el mundo entero. En México se usa para suavizar los guisos que llevan chile. En ese país el tomate más común es el verde. El rojo es propiamente el jitomate. Es una solanácea con muchas variedades. Hay un tomate amarillo que fue el que dio nombre al fruto en italiano pomodoro. Es curioso, en francés tomate es palabra femenina. En francés llegó a llamarse pomme d´amour en el 1549, y, por influencia del italiano, pomme d´or. Dictionnaire historique de la lengua française (2012-II-3676). La interpretación de los nombres italiano y francés significa manzana de oro en español.
En lengua Nauatl, náuhatl, se acepta que el tomate era tomatl, que fue la lengua de donde se españolizó a tomate. En esa lengua parece que la terminación -tl era común, pues se han encontrado varias palabras integradas al español cuya terminación original era esa en la lengua indígena. Diccionario de aztequismos (1978:139). La primera documentación es de Sahagún en 1532. En la edición de 1555, fray Alonso de Molina menciona el aztequismo tomatl una vez. En 1571 aparece la adaptación tomates para el plural. Vocabulario en lengua castellana y mexicana de Fray Alonso de Molina (1996:166-8).
Una de las explicaciones que pueden abonar acerca del conocimiento del nahua es que los conquistadores eligieron esta lengua para predicar en América Central y contribuyeron de esa forma a su expansión. Esa fue la lengua para evangelización en Centroamérica. El proceso de transculturación e intercambio lingüístico propició el enriquecimiento de la lengua española con numerosos nahuatlismos, aguacate, chicle, hule, jícara, tiza, tomate. . . Extraído de La hispanización de América y la americanización de la lengua española (2023:105).
Es bella la descripción del tomate que vacía el Diccionario de autoridades (1737-III-295). Transcribo un poco para y por deleite: “Mata pequeña que echa unos tallos felpudos, ramosos e inclinados sobre la tierra, vestidos de mucha hoja . . . El fruto es redondo . . . liso y lustroso, de color verde que con el sol se vuelve encarnado, dividido por dentro en casquillos . . . donde tiene la simiente . . .” Al final abunda sobre la denominación, “. . . de poma, casi pomate, por ser parecido a las pomas [manzanas, RG].
Las palabras tomate y restaurante han dado lugar a otras derivadas que forman parte del acervo lingüístico del español. En español y en francés existe la frase “estar o ponerse como un tomate” que vale para enrojecer. El habla dominicana utiliza “hasta la madre de los tomates”, para expresar “todas las personas o todas las cosas”. La creatividad lingüística del dominicano le saca partido al tomate cuando nombra una clase de tomate “tomate bugalú” a una “variedad de tomate de forma alargada”. Diccionario del español dominicano (2024:707).
Según parece el cultivo del tomate fue un éxito en Europa. Esto viene al caso si se piensa que en los teatros de otra época cuando el público se disgustaba con la actuación de los actores o con la pieza llevada a escena lo que hacía era lanzar tomates hacia el escenario.
La pasta también cobró tanta popularidad que se utiliza la palabra para denominar al conjunto de distintas variedades de alimentos elaborados con esa masa. También para la disposición natural de una persona. Para este uso el hablante de español dominicano prefiere la palabra madera. Pasta sirve también para reemplazar a dinero, hacienda, fortuna.
Roberto Guzmán en Acento.com.do