Es natural que el ser humano se ocupe más de sanar de las enfermedades que de averiguar el origen del nombre de estas. Dependiendo del carácter de la persona ella averiguará cómo adquirió la enfermedad, qué debe hacer para mejorarse y claro, acudir a un profesional para que lo ayude en todo el proceso.
En este escrito el interés se centrará en el aspecto etimológico, de la misma manera que se ha hecho en otras intervenciones anteriores. Naturalmente se ha elegido una enfermedad que permite hacer esta tarea hasta cierto punto divertida, e interesante. Además, se seleccionó una dolencia que permite hacer lo mismo en otro campo del léxico relacionado con la medicina.
Es acertado que uno se pregunte cómo es eso de que se hable de cálculos en los riñones o en la vejiga o de piedras en estos. Es mucha la distancia entre cálculo y piedra. ¡Cómo rayos llegan hasta ahí! Algo debe de estar mal en estas denominaciones. Pues bien, ni lo uno ni lo otro. Los dos nombres, cálculo, piedra, son valederos para estos residuos que permanecen en órganos y se manifiestan produciendo dolores terribles.
La explicación viene de lejos, pero es la aceptada por los etimólogos que son los expertos en esta materia. Viene desde el latín, lengua en la que calculus era piedrita o piedrecilla; era el diminutivo de calx, calcis que valía para nombrar en esa lengua la piedra. Las cuentas simples (cálculos) se hacían rudimentariamente con piedritas. Así era como se hacían estas operaciones en la Antigüedad. El romano que ejercía este oficio recibía el nombre de calculator. Gran distancia separa este calculador y los dispositivos de que disponemos en la actualidad. De allí que las piedritas mismas fueran llamadas cálculos. A origem curiosa das palavras (2003:57).
Esta rara explicación es corroborada por Corominas y Pascual al escribir que cálculo es piedrecilla, “concreción que se forma en la vejiga”, en una de sus acepciones y era también la “piedra empleada para enseñar a los niños a contar”. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1982-I-759). El nombre vejiga es el mismo que el hablante de español dominicano usa preferentemente para referirse a un globo lleno o inflado con aire. Esa denominación para ese objeto es compartida con otros cinco países hispanoamericanos. La vejiga de la vaca se usa en el carnaval dominicano para golpear a la gente por diversión. Diccionario de americanismos (2010:2138). Así se dice que los diablos cojuelos (cajuelos) dan vejigazos.
Nunca he oído decir que el humano coma la vejiga de los animales. En cambio, sí come los riñones que en algunas culturas son muy apreciados. Se habla de riñonada para el plato. Recuerdo en mis de estudiante cuando podía deducir a tres cuadras de distancia del restaurante universitario cuando estaban cocinando riñones. El olor a orín se percibía a gran distancia. Para vencer la aversión y comerlos le añadía mucha mostaza picante.
Este origen peculiar para las mencionadas concreciones también se produjo en lengua francesa. En esa lengua calcul se tomó en préstamo del latín clásico calculus (que ya citamos) para piedrilla o guijarro que era usado para contar en las votaciones y en medicina para “piedra que se forma en la vejiga”. La palabra se introdujo en medicina a propósito de la “concreción pedregosa que se forma en el cuerpo del hombre y de algunos animales”. Dictionnaire historique de la langue française (2012-I-553-4).
Antes de que el humano aprendiera a contar con los guijarros o piedrecitas, contó con los dedos de la mano. Claro el problema estriba en que solo tenemos diez dedos en las dos manos. En el siglo XIII el matemático griego Nicolás Artavasde, llamado Rhabdas describió con exactitud el método, pero era muy complicado aprenderlo y más complicado aún interpretarlo cuando el otro usaba los dedos para realizar la operación, es decir, el cálculo. Fue a partir del siglo III antes de nuestra era cuando se generalizó el uso del ábaco. Este remplazó las piedrecillas o guijarros. Para el cálculo se preferían los guijarros porque era más fácil manipularlos pues son más suaves que las piedras. Biografía de las palabras págs. 71-2.
Hay que tener presente que estos cambios y adopciones mencionados tomaron siglos para realizarse. La palabra cálculo subsistió a través de estos cambios, así en latín pasó a caix, de donde proceden cal, caliza, calcinar. En el Diccionario de la lengua española en línea puede leerse para la palabra cálculo en la tercera acepción, “concreción anormal que se forma en la vejiga de la orina y también en la de la bilis, en los riñones y en las glándulas salivales, y cuya expulsión ocasiona accesos de cólicos nefríticos o hepáticos, según los casos”. Ese lexicón no va más lejos de calculus para el origen del término. En la definición el primer vocablo es concreción, que se retiene con la noción de acumulación, depósito, sedimento, solidificación.
John Ayto escribe que la palabra calculus entró en el inglés en el siglo XVII en tanto “piedra en la vejiga o en el riñón” cuando ya era esa su significación en otras lenguas. Dictionary of words origins (1990:91-2). Con ese sentido cálculo existía ya en español desde finales del siglo XVI. Breve diccionario etimológico de la lengua castellana (1967:119).
En un escrito anterior se mencionó que gran parte de la terminología médica se apoya directamente en la lengua griega. Sin embargo, los profesionales de la medicina para lo referente a las piedras recurren a anteponer el prefijo lito-. De ahí que la litotricia sea la operación de pulverizar o desmenuzar las piedras o cálculos que se ha descrito más arriba. Lito- deriva del griego lithos que vale para “piedra”.
Otra dolencia o enfermedad conocida cuyo nombre tiene un origen asombroso es la tuberculosis. El nombre se debe en gran medida a un tipo de alimentos que comemos casi todos los días. Aunque produzca sorpresa y a algunas personas desagrado saber de dónde sale el nombre de la enfermedad, no por ello dejarán de comer los frutos de las plantas cuyos nombres dieron origen al nombre de la enfermedad.
Puede deducirse ya que el nombre de la enfermedad en cuestión tiene relación con tubérculo. La pregunta inmediata es, ¿qué cosa es tubérculo? Tubérculo es diminutivo de tuber . . .tumor. ¿Qué les parece? Las diferentes piezas van cayendo en su lugar. El término tubérculo pertenece en botánica a la parte subterránea “de un tallo, o de una raíz, que engruesa considerablemente, en cuyas células se acumula una gran cantidad de sustancias de reserva, como en la patata y el boniato”. Diccionario de la lengua española (2001-II-2241). Lo de patata y boniato traducido al español dominicano es papa y batata.
La tuberculosis es una enfermedad caracterizada por la formación de tubérculos. Generalmente se presenta en los pulmones. En República Dominicana se propagó mucho esta enfermedad hace cerca de setenta años. No hay que alarmarse por esto, pues fue una enfermedad prevalente en todo el mundo. El gobierno de entonces realizó una campaña para la erradicación de la enfermedad. Estableció ese gobierno una campaña de vacunación con la vacuna BCG y erigió dispensarios antituberculosos dotados con aparatos de fluoroscopia para detectar la enfermedad en adultos y niños.
No se extrañe si no ha tenido oportunidad de enterarse acera de qué cosa es esa de fluoroscopia. El aparato que las produce parece que cayó en desgracia con la aparición de nuevas técnicas más modernas para producir imágenes con fines de estudio médicos. Esencialmente la fluoroscopia es una técnica que utiliza rayos equis para producir imágenes del interior del cuerpo humano.
Con respecto al nombre tuberculosis este se remonta al latín científico tuberculosis, formado por tuberculum, más el sufijo -osis, que añade la noción de proceso mórbido al concepto. A origen curiosa das palavras (2002:226-7). En español la terminación que se menciona denota dolencia, proceso, enfermedad. Es similar al inglés; en ambas lenguas a menudo se usa en terminología médica. No obstante, no todas las palabras terminadas con este sufijo indican eso; ejemplo de ello es ósmosis. Ese término se usa en física. En el habla diaria se usa para mencionar una forma de filtrar líquidos, especialmente agua. Guide to Spanish Suffixes (1975:208).
Los dominicanos conocían la tuberculosis por el nombre de tisis, de donde la persona que la padecía era llamado tísico. Tisis fue la primera palabra que se conoció en español para esa enfermedad. Tomada del latín phtfisicus y este de una palabra del griego que valía para “consunción, tisis”. La tisis era exactamente la tuberculosis pulmonar. La consunción era y es la acción de consumirse, enflaquecer. Hubo un momento en que las palabras tisis, tísica fueron declaradas anticuadas en el diccionario de la Real Academia de la lengua de Madrid, pero ya se encuentran de nuevo en este. Diccionario de términos anticuados y en desuso (1973:290).
En los años que se mencionaron, hace más de sesenta años, el tísico era segregado del trato y contacto social. Era tal la segregación que el hospital antituberculoso se construyó en el kilómetro 28 de la autopista Duarte, alejado de centros urbanos. Antes de llevarlo hasta allá, estuvo en un edificio donde se instaló por primera vez una universidad privada en la ciudad de Santo Domingo, el lugar hoy día es zona súper urbana de Santo Domingo.
Por el estigma de padecer de tuberculosis, en muchas ocasiones se acostumbraba a mencionar la enfermedad con dos letras TB. Todavía existe la enfermedad en grandes cantidades en países subdesarrollados. Porque es una enfermedad muy contagiosa, las personas que la padecían se alejaban del trato social o eran aisladas.
Si bien la tuberculosis atacaba más en los países subdesarrollados (pobres) y dentro de estos a las clases de menores ingresos, no por ello no se cebó también en personas de clases acomodadas, clases que podrían considerarse media alta. Es muy conocido el caso de la poetisa Salomé Ureña que al padecer esta enfermedad se le aconsejó ir a vivir a Puerto Plata donde el clima era más propicio para la curación.
Con respecto a los cálculos o piedras, sobre todo en los riñones, oí a un médico decir que el 70 % de la población mundial los tiene, solo que no se manifiestan con síntoma alguno, son asintomáticos.
Más arriba se han expuesto las raíces de un par de enfermedades. Se aprovechó el tema para revisar también el origen del nombre de otras palabras que se mencionaron con ocasión del estudio de las enfermedades. Estos son ejemplos de fenómenos que se observaron han ocurrido y ocurren en el seno de la lengua. En la mayoría de los casos citados la evolución fue el producto del uso. Como se mencionó más arriba, el curso seguido tomó largo tiempo; en algunos casos hasta siglos.
Roberto Guzmán en Acento.com.do