A lo largo de los años el transcurso de una historia puede tener varias voces o diversas perspectivas. Lo que conocemos hoy, no es necesariamente lo que ocurrió, por consiguiente, la Llegada de los españoles a América puede tener diversas historias que nos puede hacer cambiar de parecer. Siempre hemos escuchado este relato por medio de otras personas, pero ¿conocemos la versión de Colón? Por este motivo, nos adentraremos en el diario escrito por Colón, mejor conocido como Diario de a bordo en la edición de Christian Duverger. Fue publicado alrededor del año 2016 o 2017 y cuenta las hazañas del viaje de Colón. Es un libro muy importante en la historia, ya que fue un proceso que cambió la visión que se tenía del mundo. Este texto te transporta a cada día narrado y te hace entender la percepción que tenía El Almirante sobre las cosas, personas o islas que iba conociendo.
Considero que una de las cosas más atractivas son las observaciones que él tuvo sobre los habitantes, la sorpresa ante su vestimenta, o la falta de ella, y sus costumbres. El encuentro entre culturas es algo que nos muestra un antes y después en nuestro mundo, así lo plasma Colón en el siguiente párrafo:
"Asistieron a esta fiesta y alegría muchos indios, y viendo el Almirante que eran gente mansa, tranquila y de gran sencillez, les dio algunos bonetes rojos y cuentas de vidrio, las que se ponían al cuello, y otras cosas de poco valor, que fueron más estimadas por ellos que si fueran piedras de mucho precio".
Algo curioso, es que Colón escribió lo que sus reyes querían leer y no completamente la realidad. Su viaje debía ser atractivo, se tenía que notar lo maravilloso y eficiente que fue gastar los recursos en ese viaje, en consecuencia, Colón describe a los indios como personas afables. Según él narra, ellos fueron recibidos con mucha alegría y comodidad, pero realmente no fue así. Los indios estaban vestidos con colores que se asocian con la guerra y la muerte, pero ¿Él podría mencionar eso a sus reyes?, por supuesto que no, simplemente escribió lo siguiente:
"Eran de agradable rostro y de bellas facciones, aunque les afease algo la frente, que tenían muy ancha. Eran de estatura mediana, bien formados, de buenas carnes, y de color aceitunado, como los canarios o los campesinos tostados por el sol; algunos iban pintados de negro, otros de blanco, y otros de rojo; algunos en la cara, otros todo el cuerpo, y algunos solamente los ojos o la nariz. No tenían armas como las nuestras, ni las conocían".
La idea era mostrar su llegada a las islas como algo de gran fortuna y beneficio para este pueblo no conocido. Colón fue un ser de grandes habilidades, definitivamente el conocimiento es fundamental en la vida. Según menciona El Almirante, los indios no deseaban su partida, por lo cual, escribe estas palabras en su diario:
"Todos los indios se sentaron en tierra, alrededor de aquéllos, y uno a uno iban después a besarles los pies y las manos, creyendo que venían del cielo; y les daban a comer algunas raíces cocidas, que sabían a castañas, y les rogaban con instancia que permaneciesen en aquel lugar junto a ellos".
En otro orden de ideas, la población indígena tuvo un gran choque, todo lo que conocían fue afectado, entre ellos su comunidad y su estilo de vida. Los cristianos que habían llegado a su isla eran totalmente desconocidos, poseían un conocimiento más amplio y tenían otras costumbres. Cristóbal Colón los etiquetaba de simples, personas honradas que no tenían nada que ocultar, por eso todos iban desnudos sin sentir pena o vergüenza sobre ello.
La pureza e inocencia de ese pueblo hacía que fuera fácil aprovecharse de su buena voluntad. «Es admirable la memoria de este pueblo, su deseo de saberlo todo lo, su manera de preguntar qué es y para qué, buscando la causa y efecto de todas cosas». Por lo tanto, se pueden considerar como inocentes con mucha curiosidad, con lo descrito en el texto, se logra apreciar el alma noble de estos seres.
Aunque Colón no se mostró muy introspectivo, sus escritos muestran sus pensamientos y reacciones a lo exterior, también precisan que no todo es lo que parece. Que el beneficio puede ser más grande que la verdad. Enaltecer ese viaje hacía que su puesto de Almirante siguiera intacto, que él fuera conocido como un guiador que bendice a nuevos horizontes.
Para dirimir, este libro nos hace reflexionar sobre el bien o mal que pueden conllevar nuestras acciones, es una enseñanza de una historia que a pesar del tiempo nunca perecerá. Me gustó mucho leerlo porque te hace trasladarte a esos miles de años: la escritura y claridad del texto sirve como una máquina del tiempo y un álbum de recuerdos. Debemos comprender que no todo lo que brilla es oro, por ende, no podemos ceñirnos firmemente a las palabras de Colón, porque todo marinero puede tener una versión diferente de la misma historia. En resumen, los maestros deberían brindar a sus estudiantes la experiencia de conocer y experimentar, por medio de esta lectura, este viaje tan afamado por tantas generaciones, hay que asociarlo como el surgimiento de una gran oportunidad para tener otra óptica sobre la historia.