Considerada como una de las voces literarias más prominentes de España, la escritora Marta Sanz afirmó este miércoles en Buenos Aires que utiliza la novela negra como un espacio "para denunciar las miserias del sistema" e incidir en los conflictos que afectan al ser humano contemporáneo.
"Lo personal es político: en las pequeñas cosas, en las pequeñas historias, se están reflejando las contradicciones y los conflictos del sistema en que vivimos", subrayó la autora, máxima protagonista del Día de España en la Feria del Libro de Buenos Aires.
Durante una larga conversación con la argentina Claudia Piñeiro, Sanz (Madrid, 1964) realizó un amplio balance sobre su trayectoria literaria e incidió en algunos "tabúes" de su profesión, relacionados, en gran parte, con las dificultades para vivir únicamente de la escritura.
La autora reconoció que tras publicar 'Farándula', obra galardonada con el Premio Herralde de Novela de 2015, era "incapaz" de separar su salud mental de sus condiciones de vida, de sus miedos económicos y de sus "malestares laborales", puesto que había meses en los que no tenía "de dónde rascar".
"Las personas que nos dedicamos a la cultura tenemos una situación económica muy inestable y eso se me clavaba a mí también en el cuerpo", lamentó Sanz.
"De esto no se habla y eso refleja uno de los grandes males del campo cultural y literario, como que si no vendes muchos libros y ganas mucho dinero tú no eres escritora. Hay una hiper valorización de lo cuantitativo frente a lo cualitativo", agregó.
Su obra
Gran parte del diálogo versó sobre las obras de mayor éxito de Marta Sanz, como, por ejemplo, 'Black, Black, Black', un libro que escribió para paliar su "fragilidad" económica y en donde relató las miserias de sus vecinos más cercanos.
"Utilizo la novela negra para denunciar las miserias del sistema en las vidas cotidianas de la gente. 'Black, Black, Black' son, en realidad, las vidas de mis vecinos llevadas a su límite más dramático", destacó la autora madrileña, quien reconoció que "pone la oreja permanentemente" para descubrir nuevas historias y convertirlas en literatura.
Otro de los títulos comentados durante la charla fue 'Clavícula', la obra "más autobiográfica" de Sanz, que no sólo llamó la atención del público femenino, sino también de los hombres jóvenes.
"Mi gran sorpresa fue que en la Feria del Libro de Madrid se acercaron muchísimos hombres jóvenes, que se sentían completamente concernidos por el libro. Sentían retratada su fragilidad, en una situación económica precaria, en un mundo complicado. Eso me dio una lección como mujer escritora y me pareció hermosísimo", afirmó sobre un libro que explora los dolores y miedos relacionados con la menopausia.
"Creo que la literatura siempre tiene que ver con la necesidad de buscar un nombre. Siempre hay una búsqueda de una palabra, de un estilo y de un lenguaje para contar un mundo, o bien que no se ha contado nunca, o bien que ha mutado, y el estilo es eso: cómo reflejas esos cambios o formas imposibles, ese es nuestro oficio", sentenció.
La conversación entre Sanz y Piñeiro, organizada por el Centro Cultural de España en la capital argentina, formó parte de las más de 1.500 actividades desarrolladas durante la Feria del Libro de Buenos Aires, uno de los eventos culturales más importantes de América Latina.