Orgullo sentí en la inauguración del Congreso internacional de sociología, el pasado mes de noviembre del 2024, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, organizado por la Escuela de Sociología de la UASD, bajo el timón de Jesús Díaz, pues estuvimos en esos días de trabajo y debates acompañados de delegaciones amplias de muchos países latinoamericanos, caribeños y del mundo que dieron un crisol universal al encuentro.
En estos momentos la sociología, como pudo mostrarse en el congreso, se está jugando un gran reto, debido a los cambios acontecidos en el mundo y sus implicaciones en el tejido social y por igual, cuál ha de ser el papel de la sociología en la explicación de estos temas humanos, sociales y personales y cómo impactan en la convivencia social hoy.
La grandeza de la convocatoria no solo radicó en la cantidad de sociólogos-as recibidos como invitados, sino por igual, en la multiplicidad de títulos temáticos abordados en mesas de trabajo, conferencias magistrales, paneles, coloquios y talleres que le acompañaron.
La cantidad de participantes que suele asistir a la más vieja convocatoria aún vigente para el debate social, organizados desde la sociología de los temas de trascendencia que ellos agendan, se implica en la forma de organizarlo, dividirlo por sector temático y la selección de las ponencias, los espacios de debate, dándole al congreso un rigor o carácter académico a la convocatoria de gran significación.
Igualmente, interesante resultó las prioridades por región de quienes vinieron a presentar sus miradas de los temas para los cuales debían presentar ponencias. A veces, con implicaciones desiguales en sus análisis o marcados por realidades vividas por cada país.
Quizás, se podría considerar que la tanda de trabajo e inmensa riqueza de sus enfoques, cargada de problemáticas por resolver, le dio una visión compleja a lo discutido, pero era la única forma de atraer los enfoques, temáticos y explicaciones que, desde la sociología latinoamericana y del mundo actual, era la forma expedita de lograr estas preocupaciones desde la visión de la sociología.
Igualmente, mostró este congreso el papel de la ciencia de la sociología para el estudio de realidades particulares y demás preocupaciones que son hoy agenda de trabajo de los sociólogos, como el género, la inmigración, la geopolítica, el papel de las universidades hoy y sus implicaciones, la realidad conflictiva de las identidades, así como, la enseñanza de la sociología hoy, los intereses que se mueven en la región y cómo son motivos de estudios desde la sociología.
De interés resultaron en mi caso, el racismo y el prejuicio racial en Latinoamérica y cuán vigente está en la mayoría de los pueblos de la región, tal vez como secuela de su pasado colonial, algunos de cuyos esquemas analíticos y de percepción no han menguado su presencia en la cotidianidad de estos pueblos.
Otros elementos presentados como parte de la actualidad es la situación política y el debate entre una región que tiende hacia el conservadurismo y cómo pierden espacio las ideas liberales; además de los problemas climáticos, de pobreza e inequidad social, como por igual los conflictos regionales y la debilidad estructural de sus instituciones, todos temas de la sociología de los campos teóricos del sociólogo.
Así es como valoramos el gran congreso de sociología de la ALAS, Asociación Latinoamericana de Sociólogos-as, esperamos que se puedan publicar algunos de sus importantes debates y demás intercambios, desde la UASD dimos seguimiento a las inquietudes surgidas de ese encuentro internacional, que contribuye a fortalecer la carrera de sociología, los estudios, publicaciones del área, y por supuesto, el papel del sociólogo en la interpretación del hecho social, objeto de estudio de esta ciencia.