"Justas, porque nadie, aunque así lo piense, crea nada solo. Ni el escultor que cincela huecos en el aire con técnicas y herramientas inventadas por otros, ni los poetas que utilizamos palabras heredadas del tiempo y la memoria colectiva para reinventar el mundo, lo que me hace decir que la lengua es siempre el coautor de todas nuestras obras."
Juan Carlos Mieses: “Discurso de aceptación del premio nacional de literatura 2024”.
Transcurría el año 2022. Tiempo de Nosotros Editores publica el libro "LAS IDENTIDADES EN JUAN CRIOLLO Y otras antielegías de Víctor Villegas" de la autoría del Dr. Julio Cuevas. Filósofo, ensayista, poeta, escritor, crítico literario y Profesor Meritísimo de la Universidad Autónoma De Santo Domingo. La tirada: 100 ejemplares.
Julio Cuevas no es de "esos intelectuales", me lo confesó él mismo cuando tuve la oportunidad de conocerlo personalmente. Luesmil, un amigo en común, nos había invitado a la presentación del ensayo que el maestro Cuevas había publicado acerca de la obra puesta en circulación por el poeta Víctor Villegas en el año 1982.
Yo estaba enfocado en las formalidades que demandaba aquel momento en que, por fin, podía apretar la mano del destacado escritor dominicano y con una sonrisa sencilla y elocuente, recibió mi saludo, como si yo fuera parte de su familia. Fue la primera vez que supo de mí.
El profesor, con su forma característica del decir las cosas, combinada con sus fuerza extraordinaria y su dominio de la oratoria, nos hizo partícipes de su descontento con las autoridades culturales y gubernamentales que han pasado a través del tiempo en nuestro país, en donde se ha dejado la cultura, especialmente la literatura, a expensas del bolsillo de los propios autores, que luego de que, con un gran esfuerzo económico, publicar sus libros, para que éstos se conozcan, deben de regalarlos entre los amigos.
Cuando éstos amigos se acaban, ya los textos que quedan, dejan de circular y se amontonan en los estantes de sus respectivos hogares.
Hago mención de esto, porque no le encuentro sentido a que una obra tan elegantemente redactada, con un dominio del lenguaje excepcional, una bibliografía excelentemente consultada y una forma de exponer las ideas tan musicalizada, su tirada sea, como menciono al principio, de solo 100 ejemplares.
Este libro debe de recorrer cada rincón del país, traspasar las Antillas y llegar a toda Hispanoamérica, llevando este análisis literario acerca de uno de los poetas más brillantes de nuestra República Dominicana, pero uno de los menos difundidos entre la lectoría y el estudiantado de nuestro país.
Julio Cuevas hace gala de su buen uso de la composición, derivación, sufijación para agregar nuevas palabras a nuestro idioma. Palabras intelectuales que enriquecen la lengua de Pedro Henríquez Ureña.
En este ensayo se pretende y se logra demostrar la relación que existe entre la poética de Víctor Villegas y otros ámbitos del saber, como son la filosofía, el uso de la ironía, los enigmas y mitos, lo dialógico, la identidad y la narrativa en lo cotidiano, lo que convierte en universal, una problemática social que nace en una pequeña isla del caribe.
Cuando nuestro autor expone:
"Teniendo en cuenta ese vínculo que le es inherente a la literatura con la filosofía, el poeta Víctor Villegas hace referencia de la palabra su armazón enunciativo para traslucir las visiones humanas del sujeto, sin dejar de hacer suyas las angustias y los sueños del Ser, en su convivir cotidiano en un espacio y hora determinados…"(Ver Pág.34. Obra citada).
Nos transporta a una de las ramas del conocimiento más noble con la que ha contado el ser humano, y que ha quedado rezagada con el paso de los años. La filosofía.
A pesar de que mucho de lo que sabemos sobre nuestro Ser, nuestra identidad, nuestra relación con el medio que nos rodeas, ha sido pensada, teorizada y practicada por sabios como Platón, Aristóteles, Ortega y Gasset, Sartre, entre otros…
"Hay aquí un filosofar que envuelve el discurso poético para impregnarlo de una simbología plurisemántica que en su trasfondo expresivo, manifiesta el dolor, el trasiego de angustias y la melancolía que arrastra el Ser en su devenir existencial…" ( Ver pág.35. Obra citada).
El autor utiliza los recursos semánticos del lenguaje y construye una estructura que nos atrapa y nos alienta a seguir descubriendo un mundo en que el conocimiento es el protagonista. La belleza con que expresa las ideas deja al descubierto que estamos ante un gran ensayista, que a la vez es un extraordinario poeta.
Al referirse a la ironía como recurso en la literatura. El escritor nos muestra el camino que utiliza el autor estudiado, de una forma catedrática pero con una sencillez y claridad tan pronunciada que no da lugar a que ningún lector quede insatisfecho con la lectura:
"Si partimos de que la ironía es expresión de todo lo contrario a lo que se ha querido expresar, podemos, de entrada, sostener que desde el título de esta obra (refiriéndose al libro "Juan Criollo y otras antielegías") se advierte la proyección semiótica-expresiva de que esas antielegías representan, no una tonalidad alegre o festiva, sino triste, melancólica y de cierta tensión socio-política y filosófica en relación al sujeto, su entorno y su modus vivendi." (Ver Págs.60-61. Obra citada).
A partir de esta parte, será común encontrarnos con más combinaciones de palabras y expresiones que el autor utiliza para conceptualizar de forma puntual la terminología que acentuará sus puntos de vista y que servirá para aclarar, con una magistral presentación, las dudas y cuestiones que se originen en lo que resta del texto. (Formas-sentidos, analítico-crítica, estético-poética, rítmico-estético, historia-poética, semántico-poética, estético-verbales, trascendente-optimista, simbólico-mítico, ritmo-sentido, imagen-tiempo, entre otras.)
Julio es todo un concertino, prepara a la orquesta, para que el lector dirija las páginas, competentemente ensayadas, al ritmo y tiempo que deseen.
La lectura mítico-poética que el Dr. Cuevas interpreta de la obra de Víctor Villegas, nos la traduce de la siguiente manera:
"Lo que acontece, sucede u ocurre en el espacio y el tiempo de la historia al ser poetizado por el sujeto autoral, adquiere un carácter pluridimensional y multisemántico a la vez" (Pág.70) y agrega en la página 85 "Es que el poeta, desde su discurso literario, le otorga visibilidad a lo invisible y hace, desde su entorno, su otro mundo; el mundo del imaginario y de lo mítico, reinventando desde el discurso metafórico y figurativo que tiene como soporte a la palabra."
La palabra, la lengua, esa que, como dijo Juan Carlos Mieses, al ser citado al principio de éste artículo, es la coautora de todas nuestras obras. Y como tal, la compañera irrefutable de la inspiración de nuestro filósofo-poeta, de nuestro ensayista-escritor.
"Hay una dialogía poética interior en "Juan Criollo y otras antielegías", desde la cual el sujeto autoral enuncia su cosmovisión, su interpretación filosófica de la realidad-sentido y ficcional que reconstruye y bifurca en su discurso poético.
Hay una hermenéutica de la memoria y una memoria de la hermenéutica colindante a la mundanidad que se expresa y nos expresa como saber y entendimiento crítico del Ser, del hombre en su vivir, como si el autor tratara de asimilar la mirada platónica del mundo." (Ver Pág.109. Obra citada).
Esa dialogía o dilogía, donde nuestro sujeto, sujeto a los principios básicos de la interpretación de la palabra, nos lleva hacia un paraíso donde lo sagrado y lo mitológico se entrelazan con lo banal y lo real o lo que el poeta entiende qué es la realidad y qué es lo fantástico. Luego, ya no sabemos si Julio habla acerca de Víctor o es Villegas que habla acerca de Cuevas. Esto es maravilloso, porque el que estudia, pasa a ser el estudiado.
En relación a la poesía y el ritmo, el crítico escribe acerca de "Juan Criollo y otras antielegías", que “los versos no responden a una métrica, no a una rima determinada y ese proceder solo es importante en la medida en que responde a una organización de cadencias y eufonías a lo interno de cada verso. La organización rítmica de los versos es lo que fija y otorga valor a la forma sentido del poema…”(Ver Pag.114. Obra citada).
Y agrega lo siguiente:
"Se siente la sonoridad del discurso poético villegasiano porque hay una tensión expresiva y una fonética que acondiciona sus registro melódico-expresivos, al ser llevado el discurso poético escrito a la oralidad, quedando de relieve el ritmo acentual que aguarda el texto poético desde su organización sintáctica." (Ver (Ver Pag.117. Obra citada).
Estamos frente a un análisis de dimensiones "elefantásticas", donde el lenguaje parece inaccesible para la mayoría de los lectores, pero que sólo es que "parece", ya que las palabras que utiliza el poeta, son las mismas que utilizamos en nuestro día a día, pero, con una expresividad que raya en lo elegante y en lo sencillo, al mismo tiempo. "Entusiasmo y exigencia" (Julián Marías).
Cuando nos habla sobre la identidad, el profesor emplea imágenes cinematográficas que nos permite ser parte de la historia contada. Ponemos en movimiento nuestros proyectores mientras que la claqueta se cierra al compás de la voz del poeta:
"El sujeto mítico entra en los episodios de la historia de la República Dominicana…" nos encuadra y nos dirige: "y va más allá de las fabulaciones caribeñas…"aquí hace una pausa nos reclama y sigue filmando: "para acentuar los sentidos identitarios y constitutivos de una épica simbólica que traspasa lo insular…"ahí ya estamos atrapados y no nos queda más que continuar para saciar la sed de la curiosidad: “y nos proyecta imágenes poéticas representativas de una criolleidad que nos pertenece y que le pertenece en sus vínculos plurales con lo local, expuestos en el discurso poético con proyección universal." (Ver Pág.122. Obra citada).
La literatura del Dr. Julio Cuevas, va más allá de lo convencional. Términos como "narratología", "multifónico", "plurisemántico", “mismidad", entre otros, son un indicio de que en realidad ama el lenguaje, lo disfruta y no hace más que parir nuevas formas de decirnos que amemos nuestro idioma, que lo cultivemos y cuidemos, para que se mantenga con vida, intelectualmente vivo, al pasar de los tiempos.
Piensa en la humanidad, en lo permanente, en lo que trasciende a lo cotidiano, es tan fácil para él encontrar palabras, encontrar eso que nos hace mundo y lo hace por medio de su flamante análisis crítico:
"Se trata de una poesía humana y donde fluye una poética desgarradora, dramática y lírica, irónica y satírica, a la vez, que procura construir una discursividad trascendente y testimonial.
En esta obra hay un canto épico que parte de la realidad cotidiana, tangible y subjetiva, para cantar a una mulatilidad que es permanencia e identidad en el transcurrir histórico y cotidiano de la sociedad dominicana." (Ver Pág.148. Obra citada).
No para de descubrir, ni de describir la poética que pernocta en el texto de Villegas y de inmediato nos lo comunica, nos lo confiesa y nos susurra los secretos que van quedando literalmente al desnudo:
"Hay un discurso poético narrativo como si se tratara de escribir una antielegía o un antipoema, donde contar lo vivido y lo soñado es el fundamento básico de su enunciación poética" (Ver Pág.157).
Es esa multitud de matices con la que el ensayista nos asoma y nos hace seguir cada oración, cada frase que quedará en la memoria del lector:
Aquí "La memoria se extiende" "como quien se prepara a recibir los arpegios multiformes del huracán global." (Ver Págs.169/ 130. Obra citada).