El país cuenta con instituciones como la Academia Dominicana de la Historia, el Archivo General de la Nación, los centros académicos con intelectuales e historiadores y no se aprovecha para dilucidar cuestiones sencillas, como el origen del nombre de la ciudad de Santo Domingo, que todo el mundo asume que es por un fraile, al que se le agregó el apellido “de Guzmán”, pero no se ha indagado que fue precisamente Cristóbal Colón quien asignó el nombre a la instalación de la villa, en la parte occidental del río Ozama, en reconocimiento de su padre, un italiano genovés, llamado Domingo, Domenico en italiano, y a la villa de San Cristóbal le asignó su propio nombre.
Esa es la historia y es la realidad, de acuerdo al historiador, antropólogo, arqueólogo y director del Museo Nacional de Historia y Geografía, José G. Guerrero.
Sostuvo que Nicolás de Ovando trazó las líneas maestras de la ciudad de Santo Domingo, pero a partir de 1509, fue Bartolomé Colón el constructor de la ciudad, y que los trabajadores utilizados para levantar la ciudad fueron indígenas apresados en el este y en el sur de la isla. Bartolomé Colón fue el primer adelantado y segundo gobernador general de Indias, pero le correspondió la construcción de las edificaciones de la hoy Ciudad Colonial.
De acuerdo con José G. Guerrero, otra cosa es la procedencia de la denominación dominicanos para los ocupantes de la parte oriental de la isla. Lo utilizaron primero los franceses, de forma despectiva, contra los españoles, y luego fue creciendo su uso hasta que se incorporó con la independencia efímera de Núñez de Cáceres.
Dijo que los dominicanos de hoy no somos indígenas, ni africanos, ni españoles, sino un fenómeno nuevo que se formó alrededor de 1520 y que fue surgiendo y consolidando una comunidad distinta de los españoles europeos.
Luego apareció el inventor de Quisqueya, o Keskea, utilizado por primera vez por Pedro Mártir de Anglería, un italiano que nunca pisó un pie en América, y que inventó esa palabra, asumida por los dominicanos a través del paso de los años.
Mártir de Anglería fue un humanista, sacerdote y cortesano al servicio de los Reyes Católicos y de sus sucesores. Fue miembro del Consejo de Indias y cronista de Indias, ocupó diversos cargos eclesiásticos y llevó a cabo una misión diplomática a Egipto.
Lo de Quisqueya quedó en el himno, y hasta se pensó en la posibilidad de ponerle ese nombre al país, en vez de República Dominicana.
Todos estos temas fueron parte de una entrevista con el periodista Fausto Rosario Adames, en la que José G. Guerrero explicó las razones históricas que han construido la identidad del pueblo dominicano de hoy, y que aparece en un ensayo suyo, en el libro Santo Domingo entre muros, recientemente publicado.
La entrevista está publicada en AcentoTV, y se divulga también por el canal de AcentoTV en Youtube y en otras plataformas digitales.