Cáncer

Desde el principio debe de procederse a delimitar campos con relación al cáncer. El título expresa la idea de que los términos que se estudiarán en este escrito versarán sobre enfermedades. Ahora bien, en el caso del cáncer no puede dejarse fuera lo que existe en astronomía detrás del vocablo cáncer. Además, desde que en República Dominicana se examina algo relacionado con cangrejo, quien esto hace está en la obligación de mencionar a San Pedro de Macorís.

El tema del cáncer hay que abordarlo por segmentos porque es muy amplio y se presta para que se trate desde diferentes puntos de vista. En esta publicación debe de tratarse ciñéndose a los orígenes de la palabra, sin embargo, es imposible soslayar los demás aspectos que adornan el asunto. En mayor o menor medida se estudiarán diferentes aspectos relacionados con la materia, sin olvidar otros elementos.

Para que resulte más fácil la lectura y la asimilación de esta, se procederá considerando cada uno de los elementos sometidos a estudio por separado, aunque a veces se dé un salto o vuelco a otro aspecto, porque la circunstancia expositiva lo impone.

El primer vistazo se dará a la palabra cáncer desde la perspectiva de la astronomía. Esto así porque es muy interesante y muchas personas desdeñan hacerlo. Son nociones elementales de fácil asimilación y nos conciernen a todos, especialmente quienes vivimos en el trópico.

Cangrejo, símbolo del signo zodiacal Cáncer.

Cáncer es un signo zodiacal. En la época en que los signos zodiacales se entendían como determinantes en la vida de las personas, eran pistas, señales, eran indicios anticipados del destino de la persona que nacía bajo ese signo zodiacal.

En astronomía Cáncer es una constelación de las doce del zodíaco. Por tanto, es un conjunto de estrellas. Esta constelación es pequeña. Esta da nombre al Trópico de Cáncer que para los países tropicales como la República Dominicana es importante por muchas razones que no se expondrán aquí. Esta constelación consta solo de unas cincuenta estrellas. El nombre cáncer apareció primero para la constelación; más tarde se aplicó a la enfermedad.

Como denominación de una constelación, cáncer apareció en español en la segunda mitad del siglo XIII, hacia los años 1256-76. Para ocupar un lugar en la lengua en tanto tumor, su entrada está documentado en 1490, de acuerdo con Corominas y Pascual. La palabra se tomó del latín cancer, canscri. Los significados primarios en español son, cangrejo, carcinoma.

El nombre cangrejo deriva del latín que lo tomó del griego karkinos, lengua en la que además de cangrejo significaba “tenaza, instrumento de tortura”, Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1980-I-798). El Chambers Dictionary of Etymology (2015:139) anota que cáncer es un cognado, es decir, que está emparentado morfológicamente con el sánscrito karkara, que significa “fuerte” del indoeuropeo kar, reduplicado, karkar.

Chambers-Dictionary-of-Etymology

Al estudiar este tema no puede dejarse pasar la oportunidad para escribir una líneas acerca de una obra que lleva por título Trópico de cáncer, de Henry Miller. La obra fue publicada en 1934. Poco después fue prohibida por el contenido sexual de esta. Esta se cataloga en muchas ocasiones en tanto novela, pero también es la crónica de una liberación. Esta tiene mucho de biografía. En esta Miller mismo es el principal personaje. París puede ser considerada el segundo personaje de la obra. Es interesante leerla desde diferentes perspectivas.

¿Por qué a la enfermedad caracterizada por un tumor se le ha otorgado el nombre de cáncer, es decir, cangrejo? En El origen de las palabras (2018) en la sección dedicada a cáncer, puede leerse que los médicos de la Antigüedad notaron que las venas cercanas a los órganos atacados por tumores semejaban las patas de un cangrejo, que se extendían a todas las partes del cuerpo, por lo que Galeno (131-201) en el siglo II de nuestra era llamó cáncer a estos tumores. Además, interpretando en sentido metafórico, observaron cómo los neoplasmas invasivos se asían firmemente de los tejidos en los que crecían, cual las tenazas (muelas) de un cangrejo.

La información retropróxima la confirma el Dictionnaire historique de la lengua française (2012-I-570). Añade este diccionario que en lengua francesa el sentido médico de “tumor maligno” se especializó hacia el año 1755 para designar el neoplasma o la neoplasia que es un estado patológico caracterizado por lesiones resultantes de una proliferación celular. En francés y en español existe el adjetivo canceroso/a en tanto derivado del sentido médico. También existe anticanceroso/a. Otras palabras relacionadas son cancerígeno, carcinogénico y carcinoma.

Deseo a que a partir de este momento las personas que han leído este trabajo puedan entender el porqué de la representación del cáncer por medio de un cangrejo. No hay que sentirse mal por las cosas que uno ignora, sino alegrarse por las que sí se saben. En República Dominicana algunas organizaciones y hospitales oncológicos utilizan el cangrejo para destacar que se ocupan del cáncer. De pasada, la oncología trata los tumores, en especial el cáncer. Hasta hace relativamente corto tiempo no sabía el autor de estas líneas la relación existente entre cáncer y cangrejo.

Imbécil

En la definición de imbécil se explican algunas de las características que reúne o muestra la persona a quien se aplica el término en funciones de adjetivo. Es la persona que exhibe poca inteligencia. Para que no falte ninguno de los sinónimos el diccionario de la docta corporación de la lengua enumera once, los que pertenecen a la lengua peninsular y lo propio de varios países hispanoamericanos.

¿Qué les parece si por medio de su composición e historia etimológica se demuestra que imbécil tiene directa relación con báculo, bastón? No sorprende si el lector muestra incredulidad. Pues bien, se expondrá aquí el origen de la palabra para que se entienda mejor cómo se relaciona imbécil con bastón, báculo.

Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española (1997:17-8)

En el Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española (1997:17-8) aparece clara la conexión entre las mencionadas palabras. La raíz es bak- para bastón, usado como soporte. De esa raíz brotó el latín baculum, bastón para andar; de allí toma pie Imbécil, que en sentido negativo indica propiamente “sin soporte”. El soporte a que se refiere es el físico porque la persona es débil. De ese estadio la palabra estudiada aquí pasó en francés del XVII a debilidad mental. El proceso se expondrá en detalle en los párrafos siguientes.

En español la palabra imbécil fue tomada del latín imbecillis “débil en grado sumo”. En los siglos XVI y XVII. En español la acepción que aparece en los primeros diccionarios es “debilidad en grado sumo”, y, se refiere a la física. En esa primera etapa los diccionarios expresan que era una palabra de escaso uso en la lengua. Incluso, la palabra es escrita imbecil, sin la tilde. Ya en los años 1843 y 1822 la Academia introduce la acentuación moderna, con la tilde sobre la letra E, imbécil. No hay que extrañarse por esto de la acentuación de la palabra en cuestión si se piensa que el origen ocurrió en francés, donde el acento prosódico se hace sobre la última sílaba; esto es, al principio en español se siguió la pronunciación francesa.

Tal y como sucede con voces nuevas procedentes de otras lenguas, se las considera como extrañas a la lengua común; en francés entró como imbécille. Rafael María Baralt, venezolano, autor del primer diccionario de galicismos del idioma español incluyó a imbécil entre estos. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1980-III-443). Los autores escriben que ya en latín se usó la palabra tratada para sugerir debilidad de espíritu. Con este precedente sucedió algo que en materia de lenguas no fue largo tiempo para que adquiriera otra acepción. Fue, a decir de W. S. Haubrich, que el significado fue “transferido de debilidad en el cuerpo a debilidad mental”. Medical meanings (1984:119).

Hay que tener en cuenta que en sus primeros usos imbécil no tenía cariz peyorativo, se aplicaba hasta a la tierra que no era fértil, que producía poco o nada, era débil. La debilidad física era extensiva a los animales también, tal se mencionó más arriba. La influencia francesa introdujo en español y en portugués el sentido de tonto, estúpido y hasta idiota. A origem curiosa das palavras (2003:132).

En francés el término imbécil entró en los años 1495-1496, tomado en préstamo del latín. El mensaje era “sin bastón, sin sostén (apoyo), de donde débil físico”, de ahí pasó a “débil de espíritu” y hasta “sin carácter”. Ya en el año 1580 se usó para aplicárselo a las mujeres, al sexo débil, que eso significaba. Evolucionó para destacar “falta de inteligencia, falto de fuerza moral o intelectual”.  Es decir, “incapaz de”, al ir seguido de infinitivo. Dictionnaire historique de la langue française (2012-II- 1683). El proceso semántico debió de ser aproximadamente: debilidad física [a] debilidad espiritual [a] debilidad mental [a] estupidez. Origen de las palabras estrafalarias (2001:168). Estos sentidos amplios no llegaron al inglés al mismo tiempo que en otras lenguas. En inglés estos sentidos metafóricos antes mencionados llegaron cuando el siglo XVIII estaba muy avanzado. Dictionary of words origins (1993:294).

Al principio de este trabajo se expresó que al hablar de cangrejo había que mencionar a San Pedro de Macorís, que fue conocido por el nombre de Mosquitisol. Huelga tener que explicar por qué llevaba ese nombre el Macorís del Mar. Los petromacorisanos se autodenominan “serie 23” por aquello de que en época de la nunca olvidada “Era”, a las diferentes provincias al momento de instituir el sistema de identificación personal dominicano se le asignó un número.

A San Pedro de Macorís le correspondió el veintitrés. La gran cantidad de cangrejos que se recogían en los alrededores de esta ciudad cuando tronaba creó la relación San Pedro-cangrejo. Para las personas que no lo saben, cuando truena, los cangrejos abandonan las cuevas y se hace fácil atraparlos; claro, para los que saben cómo hacerlo.

Con respecto a imbécil se refirió que ese término, entre muchos otros, se usa para insultar. El diccionario académico no es parco para enumerar una lista de sinónimos. Se aprovecha la ocasión para establecer matices entre estos diferentes vocablos. “Bobo es corto entendido, o excesivamente candoroso. Estúpido el muy torpe para comprender, y el de comportamiento molesto. Imbécil alude al que tiene escasa razón. Memo es sinónimo de mentecato, tonto, simplón. Tonto quiere decir falto o escaso de entendimiento”.  Diccionario razonado de sinónimos y contrarios (1973:398).

Diccionario-razonado-de-sinonimos-y-contrarios-1973-398

Al principio de este trabajo se insinuó que el término imbécil se utiliza en el habla para insultar. Si una persona desea poder evaluar el nivel educativo de alguien, solo tiene que esperar a oírlo proferir insultos. Hay quienes solo recuren a voces soeces y se sirven de una amplia gama para ello. Es posible que estos sean los de más baja formación formal. Aunque ¡hay sorpresas! Quienes han tenido el privilegio de acceder a buena educación formal y doméstica acudirán a una terminología decente, que no será menos hiriente. En todos los casos los insultos se avienen a las circunstancias y se someten a las personalidades envueltas. De este modo se concluye con los dos temas anunciados esperando haber compartido información.

Roberto Guzmán en Acento.com.do