El asesinato de las Hermanas Mirabal fue uno de los crímenes más atroces ejecutados por la tirania trujillista. De hecho, el asesinato le dio impulso a las distintas acciones organizativas que aceleraron la caida del régimen. Las reacciones a este asesinato político no se hicieron esperar a nivel internacional ya que miembros del exilio en Nueva York y en otros lares coordinaron una intensa campaña de solidaridad con el pueblo dominicano.
Agrupados tanto en el Frente Unido Dominicano como en el Movimiento de Liberación Dominicana, el exilio movilizó a la opinión pública estadounidense en repudio al crimen y a la misoginia encapsulada en la violencia trujillista. Entre los exiliados en Nueva York se encontraban personas provenientes de la clase trabajadora, mujeres, profesionales, intelectuales y militantes de izquierda.
Contando con el apoyo de periodistas, tipógrafos y militantes revolucionarios nativos y extranjeros, el exilio dominicano puso en marcha una contundente denuncia pública, retratando las secuelas del terror trujillista y la imperiosa necesidad de aislar el régimen haciendo un llamado a imponer sanciones internacionales. La convocatoria a aislar el trujillato se sumaba a otras acciones y a la misma vez, servía para presionar a la clase política estadounidense y enrostrarle en la cara su doble discurso, contradictorio y oportunista, en defensa de regímenes democráticos en América Latina y el Caribe luego de la derrota del fascismo mientras apoyaba o guardaba silencio ante la barbarie trujillista.
El llamado del exilio apareció impreso en un volante firmado por el Frente Unido Dominicano (con sede o dirección en el edificio 305 de la avenida Amsterdam) y el Movimiento de Liberación Dominicana (en el edificio 117 West de la calle 58). Las direcciones pueden dilucidar algunos aspectos en torno a la composición clasista de los sectores del exilio. Pero además, el hecho de que estas dos organizaciones del exilio hayan listado sus direcciones demuestra la combatividad de una comunidad que estaba perdiendo el miedo a pesar de la represión trujillista. Sin duda alguna, esa actitud de valentía ganó admiración y apoyo entre sectores de la izquierda local y comunidades de inmigrantes en lucha.
Al final de la declaración impresa en el volante antitrujillista aparece una fecha de publicación: 3 de diciembre de 1960, ocho días después del vil asesinato. Quien escribe solo ha tenido acceso a la versión en inglés del volante pero tenemos toda la certeza de que una versión en español fue distribuida en las calles de Nueva York simultáneamente porque la propaganda bilingüe era la práctica del exilio antitrujillista en Nueva York. Mi traducción al español aparece más abajo.
En cierto sentido, podríamos afirmar que, junto a la comunidad puertorriqueña, el exilio cubano anticolonialista bajo la dirección de José Martí y el Partido Revolucionario Cubano y la izquierda judía con su fuerte tradición lingüística de publicaciones impresas en Yiddish o Yidis, la comunidad dominicana y sus cuadros del exilio aportaron un granito de arena a la cultura bilingüe que existe hoy dentro de sectores progresistas y de la izquierda en Nueva York y otros estados del territorio estadounidense. Es una gran incidencia y un aporte político y cultural que ha sido poco estudiado y es hora de rescatar esa memoria que no solo pertenece al pueblo dominicano sino también al pueblo estadounidense, a su izquierda y sus sectores disidentes al que pertenecen escritores e intelectuales de origen dominicano como Johanna Fernández, Junot Díaz y Lorgia García-Peña, entre otras personas.
El volante forma parte de la colección archivística del Instituto de Estudios Dominicanos (CUNY/DSI) en la ciudad de Nueva York y se puede localizar en los papeles donados por Luis Álvarez López, historiador, activista, escritor y uno de los intelectuales dominicanos que más ha contribuido a mantener viva la memoria colectiva del pueblo dominicano. Reproduzco el texto en su versión tipográfica original:
“Tres jóvenes madres, tras ser encarceladas varias veces, han sido asesinadas por Trujillo en la República Dominicana. Las tres hermanas son:
Dra. MINERVA MIRABAL
Ing. MARÍA TERESA MIRABAL
PATRIA MIRABAL
“Desde enero, sus maridos llevan pudriéndose en la cárcel. Existen serias dudas de que todavía estén vivos. Las mazmorras de Trujillo están resultando demasiado pequeñas y para hacer espacio, los prisioneros son asesinados silenciosamente todas las noches.
“En Costa Rica la OEA [Organización de Estados Americanos] acordó sanciones contra Trujillo en agosto pasado. Pero ahora, después de un largo retraso, la Organización ha decidido posponer indefinidamente su reunión para el estudio de las sanciones.
“¿Estas sanciones llegarán cuando todos los dominicanos democráticos hayan sido asesinados o mutilados por este asesino demente?
“¡DETENGAMOS LA AGRESIÓN CRIMINAL DE TRUJILLO!
“Ustedes pueden ayudar exigiendo al Gobierno de los Estados Unidos que cumpla con los acuerdos de la Conferencia de Costa Rica que condenó a Trujillo y forzó sanciones a su tiranía.”
Mis agradecimientos a Sarah Aponte del Instituto de Estudios Dominicanos en la ciudad de Nueva York y al catedrático Nelson Santana. Gracias también a Andy Blunden del Archivo de Internet Marxista (MIA) y a Paul Buhle, historiador de la izquierda estadounidense, trabajador cultural y amigo de la comunidad dominicana en el estado de Rhode Island. A él le debo algunas de las reflexiones que aparecen en este artículo.