La Historia en la narrativa es un elemento circunstancial o cronológico en un texto literario. Sin embargo, no es más imprescindible que los personajes, que son quienes nos muestran la existencia. La importancia de la obra no es informarnos sobre lo que está escrito en los libros de Historia, sino de conectarnos con el mundo. El objeto del escritor es el hombre y su interior, así es como nos conocemos a nosotros mismos, que al igual que creador de la obra, los lectores y los críticos formamos parte. Mariana de las flores, de las mariposas y la soledad es un cuento sobre la existencia humana. Sería mezquino e irremisible destacar únicamente el acontecimiento sociopolítico del relato, como se suele analizar en las obras literarias de los autores dominicanos, obviando los elementos universales. Estos estudios nos alejan de la trascendencia literaria, ya que se limitan a resaltar las dimensiones político-histórico-social de las obras literarias. La solución no está en ignorar nuestra historia, al contrario, nuestro deber es rescatarla. Considero vano e insulso quedarnos en simples análisis historiográficos. La narrativa, a través de los personajes, nos da respuestas sobre la humanidad. Milan Kundera, en su ensayo El arte de la novela, dijo: “la historiografía escribe la historia de la sociedad, no la del hombre (Kundera, 1987:53).

Dicho esto, Kundera explica que las circunstancias históricas en sus novelas crean en sus personajes una situación existencialmente reveladora. Este afirma que la Historia no solo debe crear una situación existencial nueva, sino que debe en sí ser comprendida y analizada como una situación existencial. Kundera no ve la Historia en la narrativa como un segundo plano, un decorado ante el cual se desarrollan las situaciones humanas, más bien que es en sí una situación humana, una situación existencial en aumento. En efecto, Kundera establece dos diferencias en abordar Historia en una obra literaria, la primera consiste en aquella que examina la dimensión histórica de la existencia humana y, por otra, la obra literaria que ilustra una situación histórica que describe una sociedad en un momento dado, una historiografía novelada. Esta última revela un conocimiento no novelesco en el lenguaje de la novela.

Cabe destacar que Milan Kundera se refiere a la novela, sin embargo es importante aplicar esta teoría literaria en la cuentística. En el cuento Mariana de las flores, de las mariposas y la soledad, el escritor Luis R. Santos examina una dimensión histórica de la existencia humana. En el relato el orden cronológico e histórico es la segunda intervención estadounidense a la República Dominicana (28 de abril de 1965) y la invasión de EE. UU. a Irak (2003). No obstante, el autor reflexiona sobre la existencia, qué sucede durante y después de una revolución o de una guerra, más que enfrentamientos políticos con intereses económicos que traen consigo muertes y, por otro lado, qué cambios presenta el espíritu humano ante circunstancias devastadoras.

Mariana de las flores, de las mariposas y la soledad figura en el libro El otro círculo: cuentos casi completos y dos novelas (Santo Domingo: Ediciones de Cultura, 2012) del novelista, ensayista y cuentista Luis Rhadamés Santos, oriundo de Santiago de los Caballeros. Santos ha publicado las novelas En el umbral del infierno (1996), Memorias de un hombre solo (2001) y El segundo resucitado (2003). También ha publicado ensayos y textos de literatura infantil. Por su avezado y arduo trabajo literario ha recibido premios y reconocimientos.

En Mariana de las flores, de las mariposas y la soledad el narrador extradiegético empieza con el personaje de Mariana asomándose a la ventana para ver el automóvil en el que frecuentaban dos policías del servicio secreto en busca de su hijo Manuel, quien había cometido un acto de terrorismo en contra del consulado de Estados Unidos en protesta por la invasión de este mismo a Irak. Mariana recuerda el acontecimiento que desencadenó la decisión de su hijo, entonces el narrador hace una introspección y nos lleva a la muerte de su esposo, el padre de Manuel, llamado Caraciolo.

Caraciolo fue un dirigente en contra de los militares invasores, fue asesinado en la revolución y luego incinerado junto a otros combatientes. Mariana le habló a Manuel de la muerte de Caraciolo cuando ya era un adolescente y este se sintió orgulloso de que su padre fue un hombre valiente, entonces idealiza a su progenitor al igual que un héroe y buscó libros de Historia que trataran sobre la guerra de abril, al ver que ninguna de las páginas hizo honor a su padre, se convirtió en un ser frívolo, pesimista y más hermético. A medida que va transcurriendo el relato, el narrador nos deja saber de que los personajes no son al azar, todos ellos oscilan en una misma historia. Como es el caso de Carlos, uno de los policías que esperaban a que Manuel fuera a casa de su madre para capturarlo. Mariana se ganó la confianza del policía con algunos gestos bien intencionados, luego se da cuenta que Carlos podría ser el hijo legítimo de Caraciolo por su gran parecido, luego ella descubre que sus sospechas eran ciertas.

Son cuatro personajes principales que giran alrededor de un acontecimiento histórico, no solo para enfocarnos en la Historia, sino para hablarnos de la existencia misma. La Historia en el relato interviene para decirnos que las revoluciones son luchas políticas e ideológicas que desencadenan la violencia y el odio aunque haya transcurrido el tiempo. En otro contexto, el hombre cuando elige su destino, asimismo, elige el de otros, como el personaje de Caraciolo, que defendió a su pueblo, sin embargo con su muerte su hijo Manuel quedó en la orfandad y psicológicamente la ausencia del padre le afectó. La muerte de Caraciolo llevó a Manuel a tomar decisiones que trajo consigo su muerte, y por último, el ser que ama u odia quiere afirmarlo con hechos desde la irracionalidad o el inconsciente. 

Mariana

El personaje de Mariana se caracteriza por ser una mujer fuerte, que a pesar de la muerte de su marido mantiene la esperanza de vivir sin remordimientos ni ataduras del pasado. Mariana es un personaje fiel, su amor por Caraciolo va más allá de la muerte y ella lo manifiesta de muchas maneras. Aunque su esposo fue asesinado, para Mariana la vida sigue teniendo sentido, aunque lo ocurrido la condenó a la soledad. Desde el título nos sugiere su soledad; esta se dedica al cuidado de sus plantas y vive en compañía de su gato Mauricio, quien persigue a un enjambre de mariposas amarillas que se acercan a las flores del jardín.

Este cuento está cargado de una gran simbología literaria, desde las mariposas amarillas que tiene la significación de soledad, amor y esperanza: 

“Una mezcla de esperanza y desazón le abatía y, para calmarse, fue al jardín a echar abono y agua a las flores. Pero las mariposas no llegaron” (Santos, 2012: 152).

Mariana se siente fascinada por el color y las visitas de los lepidópteros y cuida de su jardín para mantener las flores bonitas, ya que a las mariposas las atraen. Por otro lado, el gato es un animal acogido por la literatura, al ser un felino que representa enigma y libertad, ya que no se ajusta a ninguna domesticidad. Mariana le manifiesta su amor a su esposo y quiere romper con su condensación a la soledad, por eso le pide a Carlos que se quede a vivir en su casa, luego de enterarse que su madre era la amante de Caraciolo y que fruto de aquella aventura tuvo un hijo ilegítimo. El amor que sentía por su esposo iba mucho más allá de los valores morales, y pedirle a Carlos que se quedara era un acto de amor que lo afirmaba, Carlos tenía un gran parecido a Caraciolo que no lo tenía Manuel:

“Descubriría aquellos rasgos latinos de su marido en otro hombre, en alguien que el destino  puso en su camino de manera fortuita” (Santo, 2012: 149).

Caraciolo

Este personaje representa el nacionalismo. Caraciolo muestra su visión política y sus ideales contribuyeron al bien de la sociedad, debido a su interés en ganar la revolución. Era el principal dirigente, él y un grupo de mujeres y hombres se reunían en su casa para planificar el ataque del 28 de abril, día de su muerte. Caraciolo tuvo un hijo fuera de su matrimonio, era de la misma edad de Manuel, llamado Carlos. 

Manuel

Manuel nació después de la muerte de Caraciolo, por lo que no tuvo ningún contacto con su padre, pero Mariana le transmitió el amor que ella sentía por su esposo. Manuel para afirmar su amor hacia su progenitor busca venganza y arroja una bomba a la embajada de EE. UU. El  amante quiere demostrar su amor de una forma u otra al amado, ya sea que esté vivo o muerto. Manuel es un personaje que representa el honor, que busca que la sociedad reconozca a sus héroes y que su padre no apareciera en la Historia era otra muerte. Para que una sociedad recuerde a sus héroes no es a través de la memoria, sino de la escritura. 

Carlos

Carlos era hijo ilegítimo de Caraciolo y tenía la misma edad de Manuel. Su madre solo le había dicho que su padre murió durante la guerra. Carlos ayuda a Mariana a recuperar el cuerpo de su hijo y se queda a vivir con ella debido a su petición. El relato termina con la llegada de las mariposas amarillas. Carlos y Mariana las miran y el gato las persigue. Este final es una expresión de la subjetividad de Mariana sobre la vida, pese a la angustia que le había ocasionado la muerte de su hijo.

El contexto histórico del relato es un eje transversal que interviene como escenógrafo para representar las emociones de sus personajes, como la soledad, la esperanza, el amor, el resentimiento y la lucha del hombre por la utopía humana. Luis R. Santos tiene toda una narrativa comprometida a representar la existencia, algunos ejemplos perfilan en los cuentos Tienes que matar al perro, El otro círculo y La vida está del otro lado. Mariana de las flores, de las mariposas y la soledad es un cuento con una estructura sorpresiva, en el cual se logró plasmar una concepción distinta del amor. Es un relato que narra una historia con elegancia y melancolía sobre la naturaleza humana y la destrucción del hombre por sí mismo.