La Fundación Iván Tovar (FIT) realizó la exposición "Tovar: infinito, a un siglo de surrealismo" un proyecto que inició el 2 de abril del presente año, transformando las ciudades dominicanas de Santo Domingo, Punta Cana y Santiago de los Caballeros en lienzos urbanos dinámicos, durante más de tres meses por medio de las vallas electrónicas de CARTEL.
Como cierre de la propuesta, la FIT presentó el conversatorio “Hablemos de Arte Público”, el cual tuvo lugar en la terraza del Museo Bellapart, coincidiendo con la muestra “Diálogos Oníricos” donde se exhiben las obras de Tovar junto a otros creadores.
Daniela Tovar se dirigió a los presentes en nombre de la Fundación Iván Tovar, mientras que correspondió al señor Héctor José Rizek fundamentar el proyecto, en relación a la obra de Tovar, explicando las motivaciones que le dieron origen y la forma en que se ha enriquecido al aunar esfuerzos y sumar talentos.
El evento fue moderado por María Castillo, Vicepresidenta de la FIT, y contó con la participación de José Enrique Sanoja y Jonathan Bournigal, encargados de la parte técnica y creativa del proyecto, así como de los artistas, Kilia Llano, Néstor García (Angurria), Ian Víctor y Rafael de los Santos (Poteleche), quienes compartieron su experiencia como creadores de este tipo de arte y su visión sobre el impacto del proyecto “Tovar: infinito, a un siglo de surrealismo” en el contexto dominicano.
Detrás de esta iniciativa se encuentra el equipo de la FIT, liderado por Daniela Tovar Castillo, presidenta y coordinadora logística; Héctor José Rizek Sued, coordinador general y mecenas del proyecto; María Castillo, vicepresidenta y asesora; Yuri Ruiz, asesor; Simona Cappelli, en la gestión y revisión de soporte visual; José Enrique Sanoja, coordinador general externo; Jonathan Bournigal Read, y Alan Rodríguez, por CARTEL; Orlando Isaac, diseñador y asesor; Camila Sanoja, diseño y manejo de redes; Lilian Carrasco, investigación y soporte documental; Mariano Hernández, fotografía de las obras, y Raúl Morilla, asesor de montaje.
Más que una exhibición, esta iniciativa representa un tributo al poder transformador del arte surrealista y un recordatorio de la importancia de honrar y preservar el legado del destacado creador que encarnó Iván Tovar.
Dentro de los temas abordados en el conversatorio se encuentran: “el impacto de la digitalización en el arte público” que consistió en un análisis de cómo las nuevas tecnologías están transformando la presentación y consumo del arte en espacios públicos.
También se plantearon las estrategias de colaboración entre sector público y privado con el tema “la identificación de modelos efectivos de colaboración para promover el arte en entornos urbanos”.
Otro de los puntos fue la educación y sensibilización del público a través del diálogo sobre la importancia de educar en el valor del arte y fomentar su apreciación. Y, también, los casos de éxito y retos actuales mediante la ejemplificación de proyectos exitosos de arte público y los desafíos contemporáneos que enfrentan.
Es importante destacar que el proyecto de las vallas ha integrado una selección diversa de obras de Iván Tovar, abarcando varios períodos de su carrera artística. Estas obras, presentadas en las vallas de CARTEL, son parte de colecciones privadas que han contribuido a resaltar el legado artístico de Tovar y su influencia en el movimiento surrealista.
Sobre el surrealismo
El surrealismo como movimiento artístico y literario surgió en Europa como una respuesta radical al racionalismo y al orden establecido. Liderado por figuras como André Breton, Salvador Dalí y Max Ernst, el movimiento buscaba explorar el inconsciente humano, los sueños y la imaginación libre, desafiando las convenciones de la realidad racional, al tiempo de abrir nuevas fronteras en la expresión artística y literaria.
El surrealismo nos recuerda la importancia de mantener viva la llama de la imaginación y la creatividad, explorando los rincones más profundos y oscuros de la psique humana y liberando el poder transformador del arte.
Sobre Iván Tovar
Oriundo de San Francisco de Macorís, absorbió las influencias del movimiento surrealista desde una edad temprana al ingresar a la Escuela Nacional de Bellas Artes en Santo Domingo, explorando los paisajes oníricos y las imágenes cargadas de simbolismo en su arte. Su llegada a París en 1963, lo sumergió en el epicentro de la bohemia parisina, donde entabló amistad con prominentes artistas surrealistas como Agustín Cárdenas, Wifredo Lam y el reconocido crítico de arte francés, José Pierre, quienes influyeron profundamente en su carrera.