Este artículo corresponde al tercero de la serie destinada a ponderar la incidencia del análisis crítico del discurso en la formación de ciudadanos íntegros. Para dichos fines se ha tomado como ejemplo tres obras de José Saramago Ensayo sobre la ceguera, Ensayo sobre la lucidez y Las intermitencias de la muerte. Dicha selección se hizo atendiendo a la capacidad de este autor para crear distintos mundos, posibles e imposibles dentro de sus entramados literarios. Lo que posibilita la lectura desde varias perspectivas socio discursiva.
En su obra Las intermitencias de la muerte, Saramago construye un entramado de conflictos originado por el cese de la muerte en una ciudad. Lo que al principio se sintió como algo favorable y recibido con júbilo fue cambiando de perspectiva en la medida en que surge el caos producto de la afección a los intereses económicos y personales. Se prohíbe morir, pero no envejecer ni enfermar, los hospitales se abarrotan, al igual que las casas de cuidados, crece la incertidumbre en las familias con respecto a los enfermos terminales y por el hacinamiento en proyección.
Se origina una locura en los medios de comunicación, ante un hecho sin precedentes en la historia de la humanidad, se conjugan el frenesí ante lo insólito y la presión por tener las primicias.
El siguiente pasaje es una muestra de lo antes dicho.
En pocos minutos ya estaban en la calle decenas de reporteros de investigación haciendo preguntas a todo bicho viviente que se le pusiera por delate, mientras que en las caldeadas redacciones los teléfonos se agitaban y vibraban con idéntico frenesí indagador, Se realizaban llamadas a los hospitales, la cruz roja, a la morgue, a las funerarias, a la policía, a todas con comprensible exclusión de la secreta, y las respuestas llegaban siempre con las mismas lacónicas palabras, No hay muertos
Este ejemplo retrata el papel de los medios de comunicación ante un acontecimiento que parece inexplicable o irreversible, es un discurso referido que se traslada a la actualidad o cualquier contexto futuro. Como plantean Charaudeau y Maingueneau, La tradición discursiva se anuda con la novedad sin fijarle sus límites en un movimiento, más bien, se nutre de invención del futuro humano respetuosas de la memoria discursiva. Ese futuro que ha sido creado por la ficción literaria, pero que en muchas ocasiones ha sido trasladado a la realidad y que el discurso se ha encargado de perpetuar. El acontecimiento discursivo no puede ser reducido ni a una situación de conjunto ni a un contexto particular.
Se patentiza la epidemia y el caos se multiplica, el siguiente pasaje muestra tal situación en los hogares de la tercera edad.
… la incertidumbre es que se encuentran divididos, es decir, continuar o no continuar recibiendo huéspedes, era una de las más angustiantes que podrían desafiar los esfuerzos equitativos y el talento planificador de cualquier gestor de recursos humanos. Principalmente porque el resultado final, y esto es lo que caracteriza cualquier dilema, siempre iba a ser el mismo.
La teoría del discurso usado como instrumento de poder para dominar expuesto por Foucault se recrea en el siguiente pasaje.
A la inevitable pregunta de los periodistas sobre qué pensaban hacer las compañías de seguros para contrarrestar la salva de artillería pesada que de pronto se le vino encima, el presidente de la federación respondió que, aunque los asesores jurídicos estuvieran ahora estudiando con toda atención las letras pequeñas de las pólizas, en busca de cualquier posibilidad interpretativa imponer a los asegurados, claro está, dentro de la más estricta legalidad, incluso en contra de su voluntad,, la obligación de pagar durante estuvieran vivos.
La condición humana se revela y afloran todo tipo de tretas para evadir la situación de eternidad incipiente, no solo en contextos sociales, políticos y económicos, sino, en términos familiares. Familias con enfermos terminales aprovechan la noche para llevarlos a pueblos fronterizos donde pudieran morir.
Reuniones, discursos políticos de todas índoles se suscitaron por el hecho de que sectores económicos se afectaran por la falta de muerte. Los prestadores de servicios fúnebres entraron en crisis, surgieron propuestas insólitas, buscaban la intervención del gobierno a fin de preservar sus intereses económicos. La convulsión generalizada impedía vislumbrar soluciones a tan inimaginable problema unos pocos días antes del acontecimiento.
En fin, el análisis crítico del discurso literario beneficiaría la formación humana e intelectual de los individuos. Coincide con la naturaleza y el propósito de los estudios generales de cualquier institución de educación formal; así como con el papel de los medios de comunicación social, entre otras entidades. Puesto que despertaría un interés por el bien común, desarrollaría capacidades cognitivas, usurarían el discurso y los medios de comunicación como armas en la lucha por la democracia y los contemplarían como forjadores y transmisores de ideologías. En cuanto a las obras de Saramago contarían con un referente ideológico cultural de gran magnitud y despertaría el interés por la literatura para aprovechar sus valores estéticos y culturales en beneficio propio y de la colectividad.