Eleanor Rigby vive en Granada, pero te sería más fácil encontrarla activa en Instagram.
Marian Keyes y Lana del Rey son algunas de las mujeres que más la han inspirado. Se
dedica a escribir novelas donde la gente se quiere mucho, de ahí su prolífico catálogo de
más de cuarenta títulos entre obras autoeditadas y publicadas por Penguin Random House
(Vergara, Bolsillo, Selecta), Nova Casa Editorial y Kiwi Ediciones. A fecha de hoy, ha
explorado el subgénero histórico, en el que se encuadra la exitosa saga Acuerdos de
Escándalo (2020), número uno en la lista de más vendidos durante cuatro semanas
consecutivas; la novela juvenil, como la trilogía De armas tomar (2022), que ya va por su
tercera reedición y conquistó a la comunidad bookstagram; la comedia romántica, como
Amor y odio tienen cuatro letras (2023), un éxito en ventas en su formato limitado y
bolsillo; la fantasía urbana y épica con las sagas El Séptimo Círculo y El príncipe de
Elyllon, a las que se aficionaron incluso las reacias; el retelling en Soy un premio; gánatelo
(2022), la erótica en la bilogía Fuego y Sangre, y el drama contemporáneo en la serie que
comenzó en 2018 y aún sigue encabezando los favoritos de las lectoras, Desde Miami con
amor. Ganó el IX Premio Vergara-Rincón de la Novela Romántica. Ha sido traducida al
italiano. Es una apasionada por la escritura. Esta pasión por las letras la llevó a firmar su
primer contrato con Selecta a los dieciocho años. Agradezco a Eleanor Rigby el haberme
dado la oportunidad de hacerle algunas preguntas para conocer un poco su rutina a la hora
de desarrollar sus novelas.

Espero que las disfruten:

Gerson Adrián Cordero: Eleanor Rigby, nos gustaría que nos contaras: ¿cómo
iniciaste en la escritura literaria?

Eleanor Rigby: En blogs, en los tablones de Tuenti, en libretas del colegio, en Wattpad.
Nunca ha sido algo que me propusiera, no hubo un momento de inicio. Organizo mis
recuerdos según las historias que tenía en la cabeza en cada momento de mi vida.

G.C: Eres una joven escritora que, podríamos decir, está iniciando en la literatura,
porque apenas tienes menos de tres años dando a conocer tus trabajos, pero aun
tomando en cuenta los pocos años que llevas publicando, has publicado unos 40 libros.
Hemos visto escritores manifestar los años que les ha costado terminar una obra y
para ti es cuestión de dedicar un mes. ¿Cómo has logrado esto, tomando en cuenta que
el ejercicio de la creación literaria es sumamente complicado?

E.R: Imagino que «complicado» podría ser para el que no es creativo por naturaleza o tiene
una rutina estresante que le impide desarrollar sus ideas. Para el que es escritor, más que
complicado, el ejercicio es complejo, pero perfectamente abordable una vez se tienen las
herramientas y el rodaje de haber desarrollado proyectos con anterioridad. Lo difícil es
encontrar el tiempo.

Yo soy una privilegiada en este sentido porque no tengo otras responsabilidades aparte de
escribir. Esto me permite dedicarle a la literatura todas las horas que quiera. Luego cada
uno tiene su proceso creativo, claro está. Yo vivo en un constante derroche de inspiración y
tengo una disciplina espartana. Sumando esto a la cuestión del tiempo, lo antinatural sería
demorarme.

No me atrevería a verbalizar lo siguiente si Elvira Lindo no lo hubiera puesto por escrito en
una de sus novelas: entre autores existe algo llamado «el prestigio de la lentitud», que
consiste en engrosar el tiempo que uno ha dedicado a su novela porque se entiende que esto
le da el plus de calidad. No puedo estar más en desacuerdo, sobre todo cuando se utiliza
para desprestigiar el trabajo de quienes tenemos facilidad para sentarnos a escribir. Me
parece esencial respetar todos los procesos creativos.

Salvando la distancia, porque hablamos de un genio, Rimbaud escribió casi toda la obra que
hoy conocemos antes de los veinte años, y no es poca. Y yéndonos a la novela romántica,
que es el tema que nos ocupa, autoras clásicas como Corín Tellado dejaron un legado de
nada más y nada menos que cinco mil novelas.

G.C: El 27 agosto, de este mismo año en el periódico «Granada hoy» Celia Pereira
publicó un trabajo sobre tu quehacer literario, el enfoque específico fue: “Eleanor
Rigby, la joven granadina que publica un libro al mes”. ¿podrías hablarnos de cómo
es tu dinámica al momento de iniciar una obra?

Eleanor Rigby.

E.R: Soy una planificadora nata. Raras veces me siento a escribir si no he puesto por escrito
un esquema detallado de lo que va a suceder en cada capítulo, que es lo que me toma meses
definir. Me gusta crear tableros en Pinterest de cómo imagino a los personajes, su estilo de
vestir; hago listas de reproducción para la música que me recuerda a la trama, y sobre todo
hablo mucho de ella con amigos y en redes sociales. Compartir el proceso es crucial para
mí. Sentirme acompañada me da el impulso para continuar. Además, intento enamorarme
de la historia desde la primera página. Si no se prende la chispa, no me empecino y salto a
otra cosa, lo que también le añade dinamismo al proceso. En mi caso, y exceptuando algunas novelas que desgraciadamente solo he escrito por cumplir una cuota o un contrato, la ilusión es garantía de que completaré un proyecto.

G.C: En el artículo, ya mencionado, dijiste, “Desde el 2020 he sacado un libro al mes,
llevo en torno a cuarenta. Son bastante largos, tienen unas 300 páginas, unas 100.000
palabras mínimo cada libro. Cierto es que derrocho creatividad y si quiero abarcarlo
todo necesito no parar de escribir. Hay mucha competitividad y hay que estar al pie
de cañón”, ¿cómo logras llevar el ritmo para cumplir con tus propias exigencias?

E.R: Solo noto las exigencias cuando me abro camino en otros géneros y desatiendo
aquellos en los que estoy más «consolidada». Siento que debo escribir aquello y no lo otro
porque es lo rentable y lo que complacerá al gran público, tanto por presión interna como a
veces externa. Pero si te digo la verdad, me he curado bien rápido de eso haciendo lo que
me da la gana. Y mi ritmo es sencillo: escribo un capítulo al día como mínimo, lo que me
toma dos o tres horas porque, como ya digo, sé con exactitud qué va a suceder porque he
estado dándole vueltas. Si los libros tienen alrededor de treinta capítulos, ya está hecha la
cuenta. En un mes está listo.

G.C: También tu presencia en las redes sociales, con más de 10.000 seguidores, es muy
significativa, ¿cómo Eleanor Rigby logra terminar un libro en menos de un mes y
mantenerse activa en las redes sociales?

E.R: Creo que debo aclarar que llevar este ritmo de escritura me permite tener tanto tiempo
libre que llego a aburrirme. No estoy encadenada al escritorio doce horas seguidas; me
encadeno cuando me apetece, y eso no sucede tan a menudo. Trabajo tres, cuatro, cinco
horas, y luego salgo con mis amigos, doy mis paseos, leo a mis autores favoritos, veo mis
películas, hago mis viajes, etc. De hecho, estoy en búsqueda y captura de aficiones que
llenen los espacios vacíos de mis días, esos que pierdo en TikTok o en Twitter.

Lo bueno de las redes sociales es que son algo que puedes estar revisando mientras
desempeñas otras actividades sin que interfiera en ellas: las consulto volviendo de la calle,
antes de dormir, mientras se hace la comida… Lo único referente a esto que me obliga a
sacrificar tiempo libre es planificar publicaciones en Instagram, pero a eso le dedico una
tarde al mes.

En mi opinión, todo en la vida es saber organizarse, concentrarse cuando llega la hora y
ordenar prioridades.

G.C: Se sabe que a la mayoría de los escritores/ escritoras, en algún punto, se ven
obligados a dejar su trabajo a un lado, por lo que es mundialmente conocido como,
«bloqueo del escritor», tomando en cuenta la gran calidad de obras, que, a tu corta
edad tienes publicadas y a tu exigente ritmo de trabajo, ¿alguna vez padeciste bloqueo
de escritor en unos de esos meses en que debías terminar una obra?

E.R: Yo me bloqueo cuando me veo obligada a escribir algo que no me apetece, pero aquí
entra en juego la disciplina: si debo cumplir con una fecha de entrega por contrato, lo hago,
así me cueste la paz mental. Esto va contra las normas del proceso creativo, que es que no hay normas, y no se lo recomiendo a nadie. Es frustrante y es improbable que salga una novela decente.

G.C: ¿Cuáles son los temas que más te gusta desarrollar?

E.R: Sobre todo los vínculos paternofiliales y las relaciones entre hermanos, pero me suele
tirar cualquier problema social contemporáneo o pasado.

G.C: ¿En qué momento, Eleanor Rigby, sabe que está lista para un nuevo libro?

E.R: En cuanto termina el anterior. Si no escribo a este ritmo, me moriré con veinte mil
historias que contar, y nada me aterra más que eso.

G.C: ¿Por qué decidiste firmar tus libros con el seudónimo Eleanor Rigby?

E.R: De cría estaba obsesionada con Los Beatles, sobre todo con la canción que me dio
nombre.

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G.C: En el 2019, tu novela (El diablo también se enamora) fue elegida ganadora del
Premio Vergara de Novela Romántica convocado por la famosa casa editorial Penguin
Random House, ¿háblanos de esta experiencia?

E.R: Me permitió demostrar que voy muy en serio a quienes no estaban seguros de que esta
fuera mi vocación. Pero viéndolo en retrospectiva, no fue particularmente determinante de
cara a mi futuro profesional. Me da la sensación de que hoy día la mayoría de los premios
de novela romántica no abren camino como antes.

G.C: ¿Actualmente qué estás escribiendo?

E.R: Estoy desarrollando una novela erótica con subtrama policiaca. Es uno de los
subgéneros que aun ando explorando porque apenas llevo un proyecto similar a mis
espaldas, así que con este hay que tratarme con benevolencia, (ríe…).

G.C: ¿Qué esperas, como escritora, de tus creaciones en el futuro?

E.R: Mi mayor ilusión es venderle una novela a alguna empresa cinematográfica. El mundo
audiovisual siempre ha sido uno de mis refugios. Sería un sueño que se fusionaran mi
vocación y mi afición preferida.

G.C: Aparte de la novela, ¿qué otro género desarrollas?

E.R: Ninguno aún, pero en un futuro cercano me gustaría escribir guiones. Tampoco
descarto iniciarme en el ensayo narrativo.

G.C: El premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez dijo una vez, que entre
los libros de su propia autoría que él prefería, estaban Crónica de una muerte
anunciada y El amor en los tiempos del cólera, ahora te pregunto Eleanor: de todos
tus libros, ¿cuáles pondrías cómo tus preferidos?

E.R: Como proyecto personal sacado a la luz por amor al arte, «El príncipe de Elyllon».
Como proyecto arriesgado que me tuvo enganchada hasta el final, «El Séptimo Círculo». Y
como proyecto comercial redondo, «Amor y odio tienen cuatro letras». Podría seguir así un
buen rato. Me disgusta gran parte de mi trabajo, pero hay un podio de favoritos.

G.C: Y, para terminar, ¿qué les recomiendas a todos los jóvenes que están iniciando
en la literatura?

E.R: Que escriban lo que quieran, cuando y como quieran. Mientras tenga calidad, siempre
habrá alguien dispuesto a leerlo. Si publican, que vayan con cuidado de no interpretar el
volumen de ventas como un reflejo de su valor literario. Y, sobre todo: ¡no firméis
contratos con cualquiera!