El 16 de noviembre del año pasado, se puso en circulación en la Biblioteca Alianza Cibaeña la novela El mundo entonces, escrita por el amigo Rafael Fernández. Se trata de una historia breve, pero de una intensidad emocional única.
El título mismo nos ofrece una pista sobre lo que podría tratarse la trama. Desde las primeras páginas, nos encontramos con un niño que vive en una zona rural, compartiendo una profunda amistad con una niña que, con el tiempo, se convertirá en su gran amor, aunque finalmente no logren unir sus
vidas, porque, por circunstancias ajenas a ellos, el niño se ve forzado a separarse de ella.
Esta novela tiene una fuerte conexión con las raíces rurales y nos invita a rememorar la infancia, especialmente a quienes hemos crecido en entornos similares.
La amistad entre los personajes no es el único motivo de nostalgia, sino que las descripciones detalladas que el autor ofrece en cada capítulo evocan un paisaje de tradiciones y costumbres que, lamentablemente, han desaparecido con el paso de los años.
La forma en que Fernández narra el entorno, el contexto y la esencia de la vida rural es un regalo para los lectores que deseen revivir parte de esa inocencia y simplicidad que caracterizan la niñez.
No quisiera entrar demasiado en detalles sobre la trama, pero los invito a leer El mundo entonces y, tal vez, redescubrir o revivir un pedazo de esa infancia que aún perdura en la memoria, como un testimonio de lo que fuimos y de lo que, a pesar del tiempo, sigue viviendo en nosotros.