Sheila Barrios Rosario/Especial para Acento 

La victoria se ha estudiado poco y mi mirada sobre ella, es solo un punto de partida para que otros se interesen, la lean y se acerquen a una excelente narradora.

No pretendo dedicarle mucho tiempo a la fase biográfica sobre Carmen Natalia Martínez porque hay varios recursos impresos y digitales, así como videos para conocer datos sobre su vida. Sin embargo, es importante abonar algunas notas, particularmente, los lazos que la unieron a Puerto Rico y la relevancia de sus aportaciones a la vida cultura y literaria de mi país.

Se conoce, que tan temprano como a sus 17 años, ganó el Primer Premio de Poesía en Honor a las Madres con el poemario Alma Adentro (1939) y en 1942, escribió su primera novela, La victoria, la que gana el primer premio de novela Interamerican Farrar and Reinhart de Washington DC. Sus ensayos periodísticos publicados entre 1944-45 en La Opinión, sumado a sus cartas, son el resultado de su libro Veinte actitudes y una epístola, de 1945. Varios poemarios vieron la luz entre los años de 1940-50 en República Dominicana hasta su exilio en aguas de Puerto Rico. Existe una faceta de sus producciones importantísimas durante su exilio en mi país y me refiero a sus aportaciones al teatro, radio y televisión. Escribió guiones e hizo adaptaciones de piezas teatrales para cine y televisión. Junto a la teatrera y declamadora, Maricusa Ornes, quien también se encontraba en el exilio, preparó libretos y guiones para muchas piezas teatrales.

Ejemplo de esa labor fecunda fue Ondina, que la escribió en el 1951 y se estrenó en el teatro de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, bajo la dirección de Victoria Espinosa. Hizo mucho teatro infantil: "Adaptaciones de la Cenicienta y la Bella Durmiente" (1950); El milagro de la Epifanía" (para ser representada por niños ciegos, 1952), obra montada bajo la dirección de Maricusa Ornes, como parte del taller de la recién creada Academia del arte escénico Santo Domingo.3

Estas obras se estrenaron en el Teatro Tapia, Viejo San Juan. Casi todos los guiones y adaptaciones los realizó Carmen Natalia con musicalización, sonido y escenografía de grandes del teatro en Puerto Rico como Carlos Marichal, Paco Arriví, Amaury Veray, Victoria Espinosa y músicos clásicos de altura como Henry Hutchinson. La revisión de su labor fecunda en el teatro, me lleva a proponer el estudio e investigación del ese género para aquellos que deseen conocer mejor esas producciones y a la autora.4

Por su parte, la obra poética de Carmen Natalia escrita en Puerto Rico igualmente fue significativa. Solo mencionaré un momento cumbre: Llanto sin término por el hijo nunca llegado, de 1959, que le valió el primer premio del concurso de Navidad del Ateneo Puertorriqueño. Su conocimiento sobre la poesía puertorriqueña fue evidente, en particular, sobre Luis Llorens Torres, a quien le dedica un poema a manera de réplica titulado, A los que dicen haber dormido con la luna, fechado el 17 de marzo de 1953. El poema que le valió un premio importante en el 1959 y que cité anteriormente, tiene su conexión con el poema de Julia de Burgos, Poema del hijo no nacido. No me cabe la menor duda, que Carmen Natalia, conocía la obra de Julia, y la boricua pudo estar en contacto con la poesía de la poeta dominicana. Hay unos escritores, que muy bien pudieron conectarlas como Juan Isidro Jiménez Grullón, Pedro Mir, Juan Bosch y la poeta Thelma Fiallo, amiga de Julia de Burgos. Aclaro, que habría que investigar un poco al respecto para dar con otras pistas certeras, pero sería otra manera de acercarse a la obra de Carmen Natalia.

Además de sus gestas literarias en suelo boricua, Carmen Natalia ocupó posiciones administrativas, lo que denota las muchas facetas de su vida durante los 11 años que vivió en Puerto Rico.

Análisis del discurso narrativo y los significados

¿Qué puedo aportar sobre la narrativa de Carmen Natalia? Se conocen dos novelas de la autora: Cristóbal y La Victoria de 1942. Esta última, es la que comentaré y se escribió en el momento histórico de mayor solidez de la dictadura de Rafael L. Trujillo. La versión que compartiré es la preparada por el Archivo General de la Nación, Colección Juvenil, Vol. XVIII, segunda edición, Santo Domingo, 2019, bajo la edición, corrección y presentación del señor Orlando Cordero. Mis acercamientos al texto partirán de dos elementos narratológicos: la historia y el discurso, es decir, el narrador y el nivel de los significados o contextos semánticos.

Para contextualizar mi acercamiento crítico y literario, es necesario presentar brevemente el asunto de la novela. Cito de su comienzo: “Resuelta a ser novelista, arreglé mis bártulos y me trasladé a aquel pueblo costero, donde vivían mis abuelos desde hacía largos años.”5 La cita presenta a una actante-protagonista, que ronda los veinte años y regresa al lugar donde acostumbraba a pasar temporadas durante su infancia con el propósito de escribir su gran obra literaria. Cuando entiende tiene ya su novela completa, le pasa el texto a su padre y este la desarma al decirle, que mejor se dedique por completo al piano. A su juicio, a la novela le faltaban detalles y cito las palabras del padre: “escucha; se es autor no precisamente cuando se escribe, sino cuando lo que se escribe responde a una inspiración… pero has de darle bella forma a tu inspiración, moldearla, vestirla, has de amarla…”6

Hacia esa belleza, es que Carmen Natalia apuesta al escribir su novela y que la resumo en dos palabras: arte y amor. Desde una perspectiva semántica del discurso, es el arte uno de los polos de esta novela o como afirman los teóricos literarios René Wellek y Austin Warren, “la función del arte deambula entre lo dulce y lo útil.”7 Lo útil equivale a todo aquello que no implique malgastar el tiempo. Lo dulce, se refiere a no tedioso, a lo que no es forzos. De la misma manera, arte y belleza, arte y amor se funden en La victoria.

La joven aspirante a novelista busca cómo darle belleza y detalles a su escrito. En una de sus caminatas, se encuentra con este forastero, que partirá a Norteamérica en unos días. Es él quien le obsequia una historia de amor para completar ese detalle que le falta a su novela. Es una historia de amor y de arte a través de los hermanos Pablo y Gerardo Morand.

Ambos aman a una misma mujer, cuyo nombre es Claudia. Uno de los hermanos, Gerardo, padece de una enfermedad terminal y antes de morir quiere inmortalizarse como escultor mediante la realización de su obra: una escultura a imagen y semejanza de Claudia. Su hermano Pablo lo apoya en la realización de esa escultura. Le pide a su esposa, Claudia, que sirva de modelo para que su hermano pueda cumplir su voluntad antes de morir.

a. El discurso narrativo o la construcción de la historia 

La primera fase de mi análisis parte del discurso del texto mediante el narrador. En La victoria, resalta el manejo del elemento narrador. Desde la perspectiva teórica-narratológica, Mieke Val define el texto narrativo a partir de tres elementos: fábula, historia y texto. En la construcción de ese texto narrativo, se encuentra el narrador. Val distingue tres tipos de narradores: extradiegético, intradiegético y metadiegético.8 Este último es el que identifico en La victoria. Este narrador es testigo de tres historias paralelas y ejerce funciones diferentes. En una se encuentra dentro y en otra fuera de la historia, pero es fiel testigo de las tres: La historia de la novelista, la de los hermanos Morand y la de Claudia, esposa de uno de los hermanos.

Desde el discurso narrativo, La victoria es una novela pionera en su estilo para la historia literaria del género durante las primeras décadas del siglo XX en República Dominicana. Carmen Natalia construye y deconstruye el texto a partir del elemento narrador. El juego con la estructura del texto propone una exploración con el género, más allá de los contenidos temáticos, los contextos sociales y otros elementos simbólicos. El desenlace de la novela se da a partir del final de la narración de la historia que cuenta el forastero. El lector se da cuenta que regresa al inicio de la novela. Es un modelo de relato circular, pero que va de mayor a menor y luego, vuelve al relato mayor, es decir, a la historia que dio origen. Cito: Aquí, el cesó de hablar. Yo sentía mi carne reventada de lágrimas y temí, por un momento, romper en sollozos. Aquella historia triste, dolorosa y amarga, llenó de sombras mi espíritu…”9 La historia de amor que le presenta el forastero a la joven aspirante a novelista, deja de ser relevante como historia y me atrevo a afirmar, que es un liviano pretexto para otros propósitos subyacentes en la novela. Es a partir de la afirmación anterior, que les presento la segunda fase de mi análisis.

b. El discurso semántico: significados y contextos de la novela 

De acuerdo con el teórico danés (Ten Van Dike) Teun Van Dijk, el contexto es la representación cognitiva de una situación e incluye las evaluaciones y las emociones.10

Para Mieke Val, quien parte del estructuralismo para acercarse al estudio del discurso semántico, al contexto le llama el telón de fondo. En la novela La victoria, el discurso es revelador a partir de los significados y contextos. La primera pregunta que el lector pudiera hacerse es ¿por qué hay tanto énfasis en las artes literarias en la novela? ¿Por qué tanto énfasis en las artes plásticas, en particular, la escultura? ¿Qué relación guardan artes e historia de amor? Cada lector puede responder de diferente manera a las interrogantes, pero el nivel simbólico en la novela La Victoria es poderoso.  Yurry Parra, investigadora, educadora y académica dominicana, señala que la poesía de Carmen Natalia conduce a ideologemas responsivos antidictatoriales, por lo que la fusión del lenguaje poético es muy relevante. Igualmente, sucede en la narrativa de la autora. Ciertos eventos históricos y sociales que acontecieron a nivel mundial forjaron el contexto macro en la novela. Simultáneamente, el contexto y tiempo que le tocó vivir a Carmen Natalia, plasmados en la novela, son el microcosmo de su país. Indudablemente, la dictadura de Rafael L. Trujillo está presente en La victoria.11 Es importante mencionar que, en el año de publicación de la novela, 1942, se le concedió un espacio a la mujer dominicana para elevar su derecho al voto.

Estos alegados derechos realmente estuvieron condicionados y el dictador, Rafael L. Trujillo los aprovechó para alcanzar avances electorales. Ese contexto de lucha de la mujer dominicana por alcanzar derechos en una sociedad donde yacía excluida y a la sombra de los hombres, está presente en la novela mediante el personaje de la aspirante a novelista y el personaje de Claudia. La primera, ve en la literatura la posibilidad de abrirse paso y vencer. Simboliza la mujer escritora, en medio de la vorágine social y política. La segunda, ve en la escultura el reflejo de lo que quisiera ser: libre, en victoria y abro cita de la novela: “Mi corazón está latiendo en ese mármol. Esa estatua tiene más vida que mi cuerpo. ¡Ya solo soy un cuerpo sin alma, sin alma…!”12 Así de libre como luce la escultura que erigió uno de los hermanos Morand para perpetuarse y perpetuar a Claudia, los artistas en la República Dominicana deseaban estar libres y en victoria en medio del contexto de la Dictadura de Trujillo. La escultura se convierte en un símbolo de lucha, de poder, de libertad y de victoria. Son notables las alusiones a las artes plásticas y el conocimiento de Carmen Natalia sobre ellas a través de la novela. Es evidente la alusión a La Escultura Victoria de Samotracia, que se remonta a la herencia helénica del mundo griego. Es el fundamento y símbolo principal de la novela La victoria. Esta escultura representa a la diosa griega Niké, mensajera de la victoria y asociada con la libertad. No es pura casualidad la selección de la escultura con un gran simbolismo para Carmen Natalia en medio de su lucha por resistir los embates de la dictadura.

Conclusión 

Para concluir, acercarse a la novela La victoria requiere varios ejercicios: desde el placer de la lectura hasta sumergirse en otros análisis de las estructuras internas y externas de un texto literario, las que resumo:
  1. El lenguaje poético de La victoria denota el dominio del arte de la palabra de Carmen Natalia Martínez.
  2. El arte como manifestación de belleza y de sensibilidad es una constante en esta novela.
  3. La literatura y el escritor como artífices de la palabra se confabulan en ocasiones para combatir, resistir y denunciar.
  4. El análisis del narrador y de los significados o contextos en la novela están en función de desmantelar el discurso de la dictadura y presentar la otra cara de la historia desde la mirada del escritor/artista.
  5. La novela La victoria es una obra importantísima para la historiografía de la novela dominicana y merece estudiarse mucho más para reinvindicarla.

Finalmente, los versos del poema Himno de sangre a Trujillo, de Julia de Burgos, sirvieron de epígrafe y antesala a mi conferencia. Ahora, los de Carmen Natalia, a través de un fragmento del poema Réquien para un cadáver desterrado, escrito posterior al ajusticiamiento de Rafael L. Trujillo, servirán de cierre:

Pronto ya no cabrás ni en el hueco insondable de la palabra nada. Y serás eso: NADA, Mientras el pueblo que oprimió su mano,

liberado de ti, crece bajo la luz para encontrar caminos…13

Finalmente, venció el artista, venció Carmen Natalia… Muchas gracias.

Notas

1 Prólogo “Altamente confidencial”, libro Alma Adentro de Carmen Natalia Martínez, Universidad Católica Madre y Maestre, edición de 1981, 18.

2 Todos los datos biográficos aparecen en la edición del libro ya citado anteriormente, Alma Adentro de Carmen Natalia.

3 El libro Mujeres dominicanas, 1930-1961: antitrujillistas y exiliadas en Puerto Rico, de Myrna Herrera Mora, historiadora e investigadora puertorriqueña, es muy importante para conocer las aportaciones de Carmen Natalia durante su exilio en Puerto Rico. Refiero el capítulo 4.

4 Páginas de nuestra historia: Carmen Natalia Martínez, documental (video), en video en Youtube, 2021

5 Novela La Victoria de Carmen Natalia Martínez, edición del Archivo General de la Nación, Colección Juvenil, Vol. XVIII, segunda edición, Santo Domingo, República Dominicana, 2019, 13

6 Todas las citas de la novela parten de la edición anteriormente presentada.

7 René Wellek y Austin Warren en su libro teoría Literaria abona a definir el texto literario a partir de dos elementos: lo dulce y lo útil. https://archive.org/details/wellek-rene-warren-austin-teoria- literaria/page/37/mode/2up

8 Mieke Bal define la categoría narrador dentro de lo que denomina historia (construcción de la acción). Distingue tres narradores: extradiegético, intradiegético y metadiegético. El primero se encuentra fuera de la diégesis o acción que narra; el segundo, se encuentra dentro de la acción narrada (puede ser protagonista); y el tercero, cuando un personaje dentro de la diégesis (lo que se cuenta) construye una nueva diégesis (otra acción o historia). Es un narrador de una diégesis, pero dentro de esta, se da otra con otro narrador.

9 Cita de la novela, 185

10 Teórico danés, radicado en Barcelona. Especialista en teoría literaria a partir del discurso literario psicológico, de significados y contextos.

11 Yurry Parra es una historiadora, académica e investigadora dominicana. Se acercó a la obra poética y algunas en prosa de Carmen Natalia para identificar las claves que se conectan con diversos contextos históricos, sociales y políticos en República Dominicana en las primeras décadas del siglo XX. Particularmente, trabaja el periodo desde el inicio y la caída de la Dictadura de Rafael L. Trujillo Molina.

12 Cito de la novela, 175

13 Poema incluido en Alma adentro, obras completas 1939-1976, 309 https://issuu.com/librosdominicanosenpdf/docs/carmen_natalia_-_alma_adentro._obra

Nota: La conferencia es parte del programa académico y de divulgación divulgación de la obra de la escritora, dramaturga, guionista y luchadora anti-trujillista Carmen Natalia, desarrollado en el pabellón a su honor en la Feria del Libro. La autora es doctora en Literatura y catedrática universitaria en Puerto Rico. Fue invitada al país por Ylonka Nacidit-Perdomo, coordinadora Ad Honoren del Pabellón, instalado en el Centro Cultural Banreservas.