Al empezar a leer la obra, "El cuerno de oro", escribo esta pregunta provocadora y de reflexión al lector de esta reseña. ¿Será que las mujeres en asunto de adulterio, llevan la delantera a los hombres?

¡Bueno! Si seguimos las estadísticas dadas en el libro y computamos los resultados, según la lectura de los cuentos, esa es la realidad.

El libro, subtitulado, "Antología de cuentos dominicanos de infidelidades", puesto en circulación en abril del año 2008, por Letras Negras Editores y, cuya compilación recae en Eulogio Javier, está compuesto de 185 páginas, distribuidos en 25 cuentos, con igual número de autores.

Seis cuentos son de escritores de sexo femenino y 19 masculino, con una breve autobiografía del autor en la solapa, además de un significativo comentario referente a la temática tratada en los relatos: la sexualidad humana y la infidelidad en las relaciones amorosas de pareja.

Como portada y contraportada contiene una mujer blanca acostada de lado, con la cabeza hacia atrás y la mano izquierda abierta, con los dedos extendidos, acariciándose los senos, insinuando su estado de éxtasis sobre el colchón y la sábana color cielo, manchado de nubes gris y oscura.

Mientras en la contraportada, sólo tiene una mano abierta con dedos extendidos sobre la sábana, dando a entender la consumación del orgasmo.

El diseño y la diagramación es propiedad de esta (supongo) impresora. Por último, el prólogo de 6 páginas está a cargo del autor Eulogio Javier Rodríguez.

Eulogio Javier nació en Nagua, provincia María Trinidad Sánchez (1963). Es cuentista, conferencista, ensayista y educador, con Licenciatura en Educación, Mención Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y tiene, además, Maestría en Lingüística y Literatura por esa misma alta casa de estudios, academia donde labora como catedrático desde 1997 de la Escuela de Letras.

En literatura dominicana, pertenece a esa camada de narradores que emergen a finales de la década de los noventa, publicando sus composiciones sueltas en periódicos y revistas nacionales. Entre sus obras mencionamos: "Odio a los espejos", cuentos. "La desesperanza en la obra de Juan Rulfo", coloquios. Ensayos: "El universo narrativo de Nan Chevalier", "Avelino Stanley: la capacidad de asombrar con metáforas" y "La narrativa de William Mejía: de la fe al desencanto".

En esta obra, "El cuerno de oro": Antología de cuentos dominicanos de infidelidades, no tengo la intensión de explicar sus detalles profundos sobre la trama y temática tratada en cada cuento, como tampoco tocar los recursos estilísticos y su estructura.

Esa misión analística se la dejo al lector, que a partir de la lectura tiene el compromiso de vincularse con los personajes involucrados en tan grave falta, satanizada por la sociedad, por considerarla inmoral,

“Aunque la moral no sea capaz de entenderlo, lo natural en el ser humano es la promiscuidad, porque el matrimonio se convierte en un ente antinatural o contra natura.
Es posible que por esa causa desde que el mundo es mundo y desde que existen las parejas, existe la infidelidad y no creo que haya las condiciones para que deje de existir. El ser humano normalmente vuelve a lo natural. Esto es una explicación literaria, no una justificación.” (Pág. 12).
Hay que anotar también, apoyado en palabras del autor en el prólogo, que la condena por infidelidad es mayor cuando quién viola la ley es mujer, y explica:

“La naturaleza humana es tan compleja, que es imposible explicar, sin caer en especulaciones, los elementos razonables que llevan a las parejas a ser infieles. Me refiero a parejas, porque aun cuando en los países latinoamericanos la infidelidad que más se castiga, y que no solo se castiga, sino que es la que comete la mujer, dado que la concepción cultural nuestra asume como normal la infidelidad del hombre, siempre y cuando no le falte el respeto a su pareja pública”. (Pág. 10).

En la lectura de la Antología de cuentos dominicanos de infidelidades, me llamó la atención, y eso es lo que haré partiendo de los 25 cuentos seleccionados por el editor, concentrarme en categorizar cuál género, sea el femenino o el masculino, lleva la delantera en los que a infidelidad amorosa de parejas nos referimos.

La sorpresa es, que las seis escritoras que tienen el tema del adulterio como telón de fondo en la escritura-ficción, que son Ligia Minaya, con “El discreto instante de una aventura”, Angela Hernández, con “Amo a tres hombres”, Altagracia Pérez, con “La pasión de Mallías González”, Mélida García, con “Delirium”, Emilia Pereira, con “Noticia de Brenda” y Rosa Silverio, con “Mi amante”, me sorprendieron porque la víctima no es la mujer, sino el hombre, agregando además, que en “Delirium” (Pág. 117-119) la esposa se queja del esposo porque no la satisface y dice sentirse “enferma de pasión”.