El escritor superventas Stephen King se pronunció este martes en contra de la concentración empresarial en el juicio antimonopolio por la fusión de las gigantes editoriales Penguin Random House y Simon & Schuster en Estados Unidos.
El autor de novelas de terror icónicas como "It" o "The Shining" acudió en calidad de "escritor freelance" para declarar como testigo del Departamento de Justicia, que intenta frenar la compra de Simon & Schuster por parte de Penguin por 2.175 millones de dólares.
El Gobierno alega que la compra permitiría a Penguin, la mayor editorial del mundo, ejercer una influencia desmedida sobre los libros que se publican en EE.UU. y el estipendio que se paga a los escritores, lo que desembocaría en menos oferta y variedad para los lectores.
"He venido porque creo que la concentración es mala para la competencia. Así es como entiendo el negocio de los libros, y he estado en él unos 50 años", dijo King, quien abundó en las dificultades de los escritores para ganarse la vida, según recoge Deadline.
El escritor recordó el sector en sus inicios, cuando las editoriales se peleaban por comprar los derechos de los manuscritos, y señaló los perjuicios de que haya quedado reducido a cinco grandes empresas, sobre todo para los autores noveles que van a "ligas menores".
En ese sentido, citó un estudio realizado en 2018 por la Asociación de Autores que sitúa los ingresos medios de los escritores a tiempo completo en unos 20.300 dólares al año, una cifra generalmente insuficiente frente al alto coste de vida de EE.UU.
Penguin ha argumentado que la compra permitirá una mayor eficiencia que repercutirá en pagos más altos para los escritores, y se ha comprometido a que Simon & Schuster pueda competir con otros sellos bajo su paraguas, a lo que King reaccionó con ironía.
"Es como decir que va a permitir que un marido y su esposa compitan entre sí por la misma casa. Es un poco ridículo", afirmó en el tribunal.
Durante sus 45 minutos de testimonio, ante los que la defensa de la editorial rechazó hacerle preguntas, el escritor destacó que el negocio del "streaming" televisivo ha generado una "fiebre del oro" en su profesión, porque las empresas tienen "hambre de contenido".