Del 23 al 27 de septiembre, en Oxford, Inglaterra, se llevará a cabo el 90 Congreso Internacional del PEN, la organización mundial de poetas, ensayistas y narradores fundada en Londres el 5 de octubre del 1921 por la poeta y periodista británica Catherine Amy Dawson Scott, conocida como Sappho, y que agrupa a escritores, periodistas, historiadores, traductores e incluso blogueros, en 149 centros distribuidos en más de 100 países. Este año se suma uno más, República Dominicana.
El lema del 90 Congreso Internacional del PEN es “Escritores en un mundo en guerra” y nos alerta sobre el compromiso con la cultura, la hermandad, el diálogo y la convivencia que inspira la misión del PEN. Bajo esa sombrilla escritores de más de 90 países de los cinco continentes, y por primera vez República Dominicana, debatirán los dilemas y retos que los escritores confrontamos y los principios y valores que nos unen, en particular los pilares de libertad de pensamiento, libertad de creación, libertad de expresión y libertad de difusión, dar y recibir información.
En ese congreso, el jueves 26 de septiembre, los Centros PEN de Argentina y Haití presentarán a la aprobación del Congreso la aceptación como nuevo Centro del PEN de República Dominicana, cuya dirección tengo el honor de encabezar, luego de un año de formación del comité gestor y de cumplir los requisitos que se demandan para la aprobación de un Centro PEN.
También nos avala el Centro PEN de Puerto Rico, que juramentó al Comité gestor del Centro PEN República Dominicana en una jornada histórica en octubre del 2023.
Una delegación del Centro PEN República Dominicana, encabezada por la escritora María Farazdel (Palitachi), quien se dirigirá al Congreso en nombre del Centro PEN RD, e integrada, además, por los escritores Jimmy Féliz, Jorge Piña y Karina Rieke, nos representarán en esta actividad.
¿Qué significa para nuestra literatura la incorporación al PEN Internacional?
Todavía muchos escritores dominicanos ignoran qué es el PEN y cuál es su importancia para nuestro país. Desconocemos la existencia de la organización ya centenaria que ha reunido y reúne lo más granado y prestigioso de las letras del mundo, desde su fundación. Nombres fundamentales de la literatura mundial han sido miembros del PEN, para mencionar algunos: Joseph Conrad, George Bernard Shaw, H. G. Wells, Anatole France, Paul Valéry, Thomas Mann, Benedetto Croce, Karel Capek, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Alberto Moravia, Heinrich Böll, Arthur Miller, Pierre Emmanuel, Jiri Grusa, Susan Sontag, Toni Morrison, Harold Pinter, J.K. Rowling, Nadine Gordimer entre tantas glorias. Y una pléyade de premios Nobel de literatura como Octavio Paz, Mario Vargas Llosa, Orhan Pamuk y otros ya mencionados.
¿Por qué no ha existido una filial dominicana del PEN hasta hoy? En mi opinión eso se debe a un aislacionismo cerril que se instaló en nuestras letras, supongo que impulsado por la tiranía trujillista. Antes, se buscaba mantener contacto, por lo menos epistolar, con creadores e intelectuales de otras latitudes. Durante la tiranía, esa posibilidad se convertía en una fuente de riesgo. Y nos hemos quedado con ese hábito. Somos una isla en más de un sentido. Peor, media isla. Y esa desvinculación y un aislamiento erróneo han permeado nuestras prácticas.
Vivimos de espaldas a todo y a todos.
No tenemos conciencia ni curiosidad por saber qué se está haciendo en otras latitudes y quiénes lo están haciendo a nivel literario, empezando por nuestro propio país, salvo unos pocos ávidos de mantenerse actualizados.
Aunque vivimos en República Dominicana una interesante vida literaria, con autores de distintos géneros, publicaciones, eventos, lecturas, etc., hay, por igual, dos comportamientos que lastiman y desalientan: falta de apoyo a las actividades, salvo de los allegados, por un lado, y por el otro, una serie de malevolencias, inquinas y malentendidos que generan rencillas y malquerencias.
El ambiente literario suele ser ingrato, porque predomina la errónea creencia de que el prestigio y la nombradía propios se afectan por el renombre y la calidad que tenga otro, de ahí que rebajar al otro se sienta como deber, para afirmar el propio mérito.
En vez de aplaudir y celebrar el triunfo ajeno, porque abre oportunidades, nos resentimos porque no fue nuestro. Y entonces echamos manos de la calumnia barata o la descalificación rastrera.
No hay un concurso literario local que se salve de las acusaciones de soborno y de favoritismos. Nadie admite que otra persona puede tener también el talento para escribir un texto igual o mejor al que uno postuló. Y, además, de paso, está el gusto y las preferencias del jurado elegido, que tienen su peso.
Hay más chismes que enfoque en la creación.
Tenemos que abrirnos a la lengua
Como escritores dominicanos tenemos una buena noticia: escribimos la segunda lengua más hablada del mundo: el castellano, después del chino y más que el inglés. Y sin dudas, el primer idioma en número de países hablantes del idioma.
Casi 600 millones de personas tienen el castellano como lengua materna. Y los hispanohablantes alcanzamos el 7,5 de la población mundial.
El español o castellano, respetando que en España hay otros idiomas como el vasco, el gallego, el andaluz, el catalán, todos de altos méritos, es la lengua oficial en 21 países. Y en los Estados Unidos la población hispana ya supera los 50 millones de personas.
Millones de personas, además, estudian el español como segunda lengua Y el crecimiento de esa patria amplia que es el idioma aumentará.
Como creadores en español es importante promover el conocimiento mutuo con otros creadores, comenzando por los más próximos y llegando a crear una presencia de nuestros autores y sus obras que sea asequible aprovechando las facilidades que brinda la Internet y las ediciones digitales.
Esa es, sin dudas, una de las principales tareas a acometer como Centro PEN oficial de República Dominicana.
Establecer lazos de amistad, colaboración e intercambio con los Centros PEN y organizaciones de escritores de los países cercanos, incluyendo a los francoparlantes y angloparlantes.
Llevar la voz del dominicano a todos los rincones
La presencia de nacionales dominicanos y descendientes de dominicanos es una realidad en prácticamente todo el mundo.
Los dominicanos y sus descendientes tienen hambre de su cultura, de conectar con sus raíces y mantener sus vínculos, su identidad. Y el rol de la literatura es importantísimo para alimentar esa identidad nacional.
Tenemos un amplio mercado lector potencial que incluye:
La comunidad dominicana en Estados Unidos.
La comunidad dominicana en Puerto Rico.
La comunidad dominicana en España
La comunidad dominicana en las islas del Caribe.
La comunidad dominicana en América del Sur
La comunidad dominicana en Centroamérica
La comunidad dominicana en Canadá
La comunidad dominicana en otros países de Europa
Y me consta que hay dominicanos residiendo en Japón, en China, en Australia, en la India y en países de África.
¿Cómo llegar a ellos? ¡La internet! ¡Las ediciones digitales! Es nuestra audiencia natural y merecen nutrirse de las obras que provienen de sus connacionales.
Contra el analfabetismo funcional y trabajar por una nación que lee
Hay múltiples tareas que acometer como organización de los escritores dominicanos.
Algunas, urgentes, son ir organizando a los escritores y a sus lectores por provincia y luego por municipio. Es importante organizar y activar a los escritores y amantes de la lectura, la formación y la literatura por municipios, provincia y regiones.
Contra la centralización, una cultura que impera y distorsiona al país, propiciamos organismos locales interdependientes, con autonomía y libertad de iniciativa para promover la lectura, la literatura y la cultura. El PEN es una sombrilla, no una camisa de fuerza.
Eso significa que el PEN RD debe operar como una gran federación de los PEN provinciales y municipales, más que como un dispensador de permisos que ahogue o condicione la libertad de iniciativa de los escritores en sus comunidades. Al revés, de brindar apoyo, reconocimiento y aplauso.
Y una de las tareas urgentes es implementar iniciativas, en alianza con otras instituciones públicas y privadas, para promover una cultura lectora.
El analfabetismo funcional es apabullante y transversal a todo el cuerpo social. Analfabetos funcionales ocupan posiciones de decisión y poder en todos los estamentos públicos y privados. Y esa penosa realidad hay que empezar a revertirla con determinación, paciencia y constancia.
Hemos propuesto una coalición por la lectura y contra el analfabetismo funcional, tarea a la que nos abocaremos inmediatamente superemos la oficialización del Centro PEN RD.
El PEN RD no es solo para escritores, también es para lectores
La membresía del PEN RD abarca a los escritores, periodistas, blogueros, historiadores y editores.
Al hablar de escritores, no solo nos referimos a los literatos, autores de ficción o no ficción, sino también a la pléyade de autores de textos profesionales, académicos, técnicos o de interés específico.
La vida literaria dominicana es multifacética y rica en publicaciones, actividades y eventos.
Nuestro propósito es apoyar, estimular, promover y reconocer esa multivariada iniciativa y abrirle más amplias puertas. Por igual, acoger a escritores de otras nacionalidades que residan en República Dominicana o quieran ser parte de nuestro Centro PEN.
Y nuestro accionar no se limita a la República Dominicana.
Es importante que los escritores dominicanos que residen en otros países, tanto en América como de Europa y demás continentes, se sientan acogidos, amparados, representados, oídos y tomados en cuenta y sepan que pueden decir que son nuestros miembros y representantes doquier se encuentren.
Y, además, está una organización colateral: los Amigos del PEN.
Es la comunidad de lectores, interesados en la literatura, estudiantes, profesores, talleristas y con inclinaciones a la lectura y la literatura, que quieren estar vinculados y ser parte del apoyo social al Centro PEN RD.
Comenzamos a fomentar los clubes de lectura y aprendizaje, una tarea que debe irnos llevando a la formación de comunidades lectoras que intercambien y se sientan alentadas a cultivar la mente.
Todos caben. Todos son bienvenidos. Y todos recibirán los beneficios de ser parte de la organización.
Vamos a definir beneficios de membresía
¿Por qué afiliarse al Centro PEN RD? Es claro que deben existir razones de beneficios para los miembros.
Cursos, talleres, relaciones, participación en ediciones, comunidades, etc., serán implementados para darle a los socios del Centro PEN (incluyendo a los Amigos del PEN) beneficios que hagan interesante y atractiva la membresía.
Una de las metas es establecer una Comunidad de Lectores que reciban a precio especial ofertas de libros y que los mismos sean discutidos en actividades: paneles, mesas redondas, artículos y ensayos, en distintos auditorios. Es una meta a mediano plazo que es posible alcanzar.
Igualmente, tenemos las ediciones colectivas que fomentaremos, orientadas a ofrecer un panorama de nuestros creadores y una muestra selecta de sus obras, tanto como las que vamos a promover mixta con otros Centros PEN amigos.
Esta iniciativa favorecerá el proyectar internacionalmente a nuestras letras, que es uno de los propósitos cardinales del Centro PEN RD.
También tenemos que, a partir del 2025 o el 2026 iniciaremos los Premios PEN República Dominicana a los libros de miembros del PEN RD editados en cada año que sean sometidos en las principales categorías, como un aval del Centro PEN RD y sus miembros a la calidad literaria de esas piezas.
Y hay que incrementar la formación de clubes de aprendizaje y lectura, acción que iniciamos, y las actividades por ZOOM hasta crear una comunidad que se reúna y participe, incluyendo amigos y contactos internacionales.
Un día este mes, ese día 26 de septiembre, ese 90 Congreso del PEN Internacional y esa delegación encabezada por María Farazdel (Palitachi), Jimmy Féliz, Jorge Piña y Karina Rieke serán parte de la historia de nuestras letras y se conmemorarán junto al día del mes de octubre en que fuimos juramentados por el PEN Puerto Rico.
Y muchos escritores, lectores, recibirán el beneficio del esfuerzo que hoy ponemos para dotar a República Dominicana de su Centro PEN, que buena falta que nos hacía.