En el título de este escrito aparecen dos palabras que tienen larga historia en diferentes idiomas. De la misma manera que muchas otras palabras estas han evolucionado, han asumido diferentes papeles; esto es, han recogido nuevas acepciones. Eso que se bosquejó en las oraciones precedentes es un apretado resumen de lo que se propone desarrollar en este artículo.
Son dos o cuatro palabras las del epígrafe, de uso muy frecuente en las conversaciones y en las redacciones. Las lenguas extranjeras se mencionarán porque no se puede ignorar la relación que guardan con el español y el parecido en la ortografía; sin olvidar el origen común.
Las palabras tratadas en este apartado comenzaron por su significado derecho, luego adquirieron otros relacionados con los principales o con el principal, para terminar con usos en sentido figurado. Esa trayectoria se apreciará en el curso de esta exposición.
En el Tesoro de la lengua castellana o española de Covarrubias (1611:628-9) aparece la palabra derecho definida por oposición a tuerto; y la última debe tomarse por torcido. A seguidas enumera las fuentes y los diferentes derechos, para concluir igualando su significado con lo recto. Con respecto a izquierdo en ese lexicón se lee, “el que tiene la mano siniestra más ligera para obrar que la diestra”, al tiempo que ofrece zurdo como sinónimo. Más adelante en el Diccionario de autoridades (1732-II-79, ed. 1963), derecho, en tanto adjetivo aparece semejante a “recto, igual, seguido, no torcido, ni inclinado a uno u otro lado”. En el aspecto de situación, es “todo aquello que está colocado o situado… a la parte opuesta al lado en que al hombre le late el corazón”.
Más lejos ese repertorio se detiene en el sustantivo, repitiendo lo del Tesoro por las fuentes de derecho, lo justo, “los impuestos que están cargados sobre mercaderías, cosas comestibles”. “Se toma así mismo por la … cara de alguna tela o paño u otra cosa, o la parte más bien labrada o tejida”. (Versión al español moderno, RG).
En el período medieval de la lengua castellana se nota la evolución de la voz derecho, el proceso de las acepciones. Del s. XI al XV se usa derecho “justo, recto, puesto en razón”. Específicamente en el s. XIII se encuentra con el valor de “legítimo”. A esa significación se añaden “cierto, auténtico” en el s. XIV. La descripción para la posición en el s. XV es, “del lado de una persona o animal corresponde a poniente, cuando uno de estos mira hacia el norte”. En ese siglo es cuando equivale a “impuesto, tributo”. Estas informaciones se extrajeron del Diccionario medieval español. Martín Alonso (1986-II- 889).
En el Diccionario de autoridades a su vez define izquierda/o, “vale también lo mismo que torcido, o no recto, física o moralmente”. En tanto sustantivo expresa “el que usa más, o más fácilmente, de la mano siniestra, que de la derecha”.
El vocablo izquierda/a consta en el Diccionario de la lengua española actual con once acepciones. Siete de ellas en funciones de adjetivo. Las restantes a manera de sustantivos. Los significados esencialmente son los mismos ya mencionados, con ligeros cambios de redacción. Allí figura zurdo haciendo de sinónimo. Las dos últimas acepciones ofrecen un filón para explotar; estas son: “En las asambleas parlamentarias, conjunto de los representantes de los partidos no conservadores ni centristas”. La última, “Conjunto de personas que profesan ideas reformistas, o, en general, no conservadoras”.
La idea prevaleciente con respecto al origen de la palabra izquierda/a, es que procede del vasco esker, ezkerra. “El vocablo izquierdo no figura en las principales fuentes literarias de la Edad Media”, de ese modo lo presenta el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico de Corominas y Pascual. (1980-III-469). El vocablo que aparecía era siniestro. Nebrija es quien introduce la ortografía actual, izquierdo (1492). Es oportuno aquí recordar que siniestro es en el español actual en todas sus acepciones, excepto la que se refiere a la mano izquierda, relacionado con maligno, funesto, desastre. De las siete acepciones, solo dos escapan al sentido negativo. Llama la atención la palabra izquierdo/a por su origen, pues procede del vasco, pues en español hay menos de ochenta palabras de procedencia vasca.
Cabe en esta parte de la exposición que se regrese a las dos últimas acepciones citadas para izquierda en el Diccionario de la lengua española. Son las que pueden considerarse de contenido político. Estas acepciones se originaron en francés, gauche, voz ella misma cuyo origen es incierto. La voz gauche apareció en francés hacia el año 1225. En el siglo XV gauche reemplaza a senestre. No se conoce la razón porqué ocurrió este fenómeno. Desde el siglo XVII gauche pasó a designar a la persona torpe.
Desde el año 1791 la voz gauche pasa a nombrar a los asambleístas de ideas progresistas. Esto porque ellos decidieron sentarse a la izquierda del presidente de la asamblea. Los de ideas conservadoras se colocaron a la derecha. De este modo nació la denominación izquierda y derecha para las personas según la orientación política de sus ideas. Vale que uno se pregunte cómo decidieron sentarse a la izquierda; a pesar del contenido negativo de izquierda/a. La designación extrema izquierda apareció en el año 1824. A su vez, izquierdista, gauchiste, empezó a usarse en 1839. Dictionnaire historique de la langue francaise (2012-II-1477).
El recién citado diccionario apoya la idea de que todas las lenguas indoeuropeas conocen un lado bueno, el derecho, y, un lado malo, el izquierdo. Los representantes de la izquierda en esa época se conocieron también con el nombre de montañeses porque ocupaban los asientos que se encontraban más alto en el plenario.
Más arriba se escribió que en francés gauche es torpe. Así se entiende en español que diestro, de derecho, es hábil, inteligente, ducho. La destreza es habilidad, primor o propiedad con que se hace algo. La palabra gauche del francés en inglés, pronunciada y escrita como en francés es inexperto al planificar, y, rudo en el trato. Estas características se añaden a los matices negativos ya expuestos.
La izquierda no permaneció tranquila. Más arriba se destacó el nacimiento de la extrema izquierda. Aparejada con esta vino la izquierda moderada. Los izquierdistas del francés produjeron los del español. En fecha relativamente reciente llegaron al español las denominaciones izquierdoso y izquierdizante para quienes tienen posiciones cercanas a la izquierda. A lo anterior se sumó un verbo, izquierdizar.
Con respecto a derecho se ha observado un movimiento semejante, pero en sentido opuesto a izquierdo. Diestra es la mano derecha. Ambidiestro es quien utiliza ambas manos con destreza. En República Dominicana ambidiestro es quien es bisexual; cosas del español dominicano; claro, esto en el ámbito del habla informal. Este uso para ambidiestro es compartido con Panamá y Venezuela.
Si bien es cierto que no todo lo que ha sucedido con las dos palabras del título es pura casualidad, no es menos cierto que hay algo de fortuito en ello. Los acontecimientos de la historia aportaron lo suyo también. Estos dos vocablos son ejemplos de los fenómenos que suelen suceder en las lenguas. No hay lugar a dudas, los zurdos no han tenido una vida fácil; sobre todo en tiempos remotos cuando se consideraban de mal agüero.
Roberto Guzmán en Acento.com.do