El escritor cubano Leonardo Padura manifestó este sábado que el mundo actual "está cambiando y no para bien", pero "cuanto peor esté la cosa, es mejor para la literatura, porque hay más material para escribir".
"Los mundos felices son poco apropiados para la creación y los mundos trágicos nos dan muchos más elementos para poder reflexionar y escribir", dijo Padura (La Habana, 1955) en la ciudad española de Toledo, en un acto del Festival del cine y la palabra CiBRA para presentar su novela "Personas decentes" e inaugurar una exposición de fotografías de Carlos Torres Cairo que forman parte del trabajo conjunto que hicieron en el libro "La Habana nuestra de cada día" (2019) con motivo de los 500 años de la capital cubana.
En declaraciones a los periodistas, señaló, con humor, lo que diría el policía Mario Conde, el protagonista de "Personas decentes" y de otras anteriores ocho novelas, respecto a los tiempos actuales: "diría que qué jodidos están".
Padura afirmó que "estamos viviendo realmente un momento a nivel mundial muy complejo, con problemas políticos, económicos y sociales y cosas que parecían definitivamente superadas" e indicó que incluso un libro "tan desolador" como "21 lecciones para el siglo XXI", de Yuval Noah Harari, una de las cosas que no contemplaba era que pudiera volver a haber guerras en Europa, "y mira lo que está ocurriendo".
En este sentido, apuntó que "la historia hace unos lazos terribles y nos lleva atrás con consecuencias que está pagando el mundo completo".
Sobre su serie de novelas negras con el policía Mario Conde como protagonista, avanzó que "habrá una décima, una undécima, una decimosegunda y todas las que yo pueda", porque Conde es un observador de la realidad cubana y "la realidad cubana va a seguir dándole material para que pueda seguir haciendo sus investigaciones y reflexiones sobre la sociedad".
Por su parte, el fotógrafo Carlos Torres Cairo explicó que por falta de espacio solamente han podido exponer en Toledo quince de las cincuenta fotografías que formaron parte de "La Habana nuestra de cada día".
Hay fotografías que son símbolos de La Habana y otras que pertenecen a su faceta como artista, pero todas ellas "compiten" con las vistas que hay de Toledo en el espacio en que se han ubicado, la última planta del alcázar, pues es "una ciudad con una imagen muy linda, como si te transportara en el tiempo".