Los cambios y fenómenos de las lenguas no siguen un guion prestablecido. Muchos de los cambios los determina el usuario de la lengua misma. Es cierto que en muchas ocasiones los hablantes desesperan ante la lentitud de los reconocimientos de las Academias de las Lenguas. Esta estrategia académica obedece a las enseñanzas obtenidas a través de la historia de las lenguas. No todos las cambios y modificaciones perduran. Algunos cambios son pasajeros y las academias no pueden avalar transformaciones sin raíces duraderas y asiento firme en la lengua misma.

El párrafo anterior viene al caso porque en el desarrollo de este escrito se repasarán algunos cambios sucedidos en la lengua que operaron sin sobresaltos y lograron la sanción aprobadora de las mejores plumas de la lengua común, así como el aval de los estudiosos de esta.

¿Qué llegó primero al seno de la lengua castellana, el coco como fantasma o el fruto? Según las noticias obtenidas el fantasma (cuco) existió como tal antes que la fruta, por lo menos en español. El nombre de la fruta lo inventaron los portugueses durante su primera visita a la India. Se atribuyó este nombre por el parecido entre la idea del fantasma para infundir miedo o temor a los niños y la fruta, por lo menos eso es lo que los viajeros de esa época escribieron.

Cocos.

El nombre a la fruta se le asignó por el parecido entre la fruta, coco, y la forma de la cáscara del fruto, “por comparación de la cáscara y sus tres agujeros, como una cabeza con ojos y boca, como la de un coco o fantasma infantil”. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1980-II-111). Es muy probable que algunos lectores de este artículo no encuentren semejanza alguna entre un fantasma y el coco. Para encontrar alguna relación (¿?) entre el fantasma y la fruta debe pensarse en la apariencia de la cáscara exterior del fruto seco. Esa es la descripción que trae en detalle J. P. Machado en el Dicionário etimológico da lïngua portuguesa (1962-I-646).

Más arriba se escribió que la voz coco vino del portugués. De ahí pasó al español y al italiano, de donde llegó hasta el francés. El Dictionnaire historique de la langue française (2012-I-753) entiende que se convirtió en una metáfora la forma y llegó a ser sinónimo de personaje imaginario para infundir miedo a los niños, en francés croque-mitaine o croquemitaine. Ese mismo diccionario después de describir el coco, la fruta, escribe que por analogía se usa para la cabeza; algo documentado desde el año 1847 en esa lengua. Este diccionario compite con el de la Real Academia en la descripción de la fruta, sus usos y aprovechamiento.

No cabe duda de que el coco, la fruta, ha sido un éxito en el mundo entero. Esto así porque desde la época de Covarrubias, 1611, los diccionarios han descrito el coco de manera prolija. Se ocupan de describir en las diferentes lenguas los usos de todas sus partes. Más adelante se volverá sobre el aprovechamiento del coco y su industrialización en tiempos modernos.

Sebastián de Covarrubias.

En lengua italiana el coco entró temprano también. Para asegurarse de que se refieren a la fruta la llaman noce di cocco. En eso se asimila al inglés que llama a la fruta coconut, esto es, nuez de coco. En inglés la denominación viene para diferenciarlo de otra palabra de origen extranjero que se pronuncia igual. Eso se estudiará más abajo. En italiano recurren a usar dos palabras porque la palabra cocco sola tiene otros significados en esa lengua. Al ver la voz italiana recuerdo que el apellido Coco en República Dominicano se escribió también con dos ces. Todavía se escribía así en los años cincuenta del siglo XX. Esto hace pensar que era apellido de origen italiano.

La lengua angloamericana reconoce la deuda que tiene con el español para la palabra coco para el árbol. En La lengua inglesa en principio el nombre del fruto llegó en forma latinizada coccus hacia el año 1555; luego evolucionó gradualmente hasta coco, así quedó desde el año 1579. Chambers Dictionary of Etymology (1988:187).

Es probable que a algunos lectores de estos estudios acerca del idioma se les haya ocurrido que la voz cuco sea creación de la inventiva dominicana. Parece posible que la voz en español para el ser imaginario con que se mete miedo se deba a la influencia del portugués. Machado considera la voz destacada por su sonoridad, la da como de origen onomatopéyico, pero con significados ajenos a lo tratado aquí. No sería sorpresa que se hubiese creado en varias hablas americanas de modo independiente y casi simultáneo para coco, fantasma. En portugués existió cuca para el mencionado ser imaginario. En el habla dominicana no se retuvo cuca para esto quizás porque esa voz se deslizó hacia otros significados.

La historia completa relativa a la pronunciación de coco en inglés, y, llamar coconut al fruto del cocotero es porque en esa lengua al cacao llaman de cocoa, que pronuncian exactamente como el español coco. En el inglés americano se popularizó llamar cocoa al polvo que se hace del cacao. El coconut es pues la nuez del coco. De este coconut es de donde deriva el coconete dominicano que también conocen los haitianos con ese nombre. Por influencia del concón, algunas personas entienden que es conconete.

Algo parecido a lo que sucedió con el angloamericano se produjo en el criollo haitiano. En esa lengua todas las voces son agudas; llevan el mayor esfuerzo sobre la última sílaba de las palabras. El problema estriba en que koko (=cocó) significa lo que toto en español dominicano. La solución fue llamar kokoye al fruto y “lo otro” que se quedara con su nombre. El árbol es pye kokoye. Los nombres de los árboles son como en el español dominicano, “mata de…”, pye

El cacao es la almendra o fruto del cacaotero de la cual se hace el chocolate. Antes de la llegada de los españoles se usaba el cacao como moneda de cuenta entre los indios. Diccionario de aztequismos (1978:41). La etimología del nombre cacao procede del azteca cacáhuatl. El hablante dominicano ha usado “pedir cacao” desde hace muchos años para “darse por vencido”.

El coco es muy popular en República Dominicana. Se dice y se puede demostrar que del coco no se pierde nada. Lo que no se come, se industrializa o se convierte en artesanía. De todos los tiempos se ha bebido el agua de coco. Últimamente se ha industrializado el envasado del agua y se vende como bebida fría. La leche de coco sirve para saborizar una gran variedad de platos deliciosos. Es harto conocida la repostería con base en el coco. Se puede mencionar, la cocada, hecha con pedazos de coco tierno. Se mencionó el coconete que se asegura que lo introdujo la inmigración de cocolos. Esto por el nombre, que se tiene por procedente del inglés. Diccionario de cultura y folklore dominicano (2005:101). El pescado con coco se ha hecho famoso también.

En tanto cabeza humana coco ha dado pie a muchas frases en el español dominicano. Solo se mencionarán algunas. Abrir el coco, tratar de concentrarse o prestar atención para percibir algo. A coco, corte de pelo muy corto, rapado, al límite de la raíz. Mal del coco, perturbadamente. Patinarle el coco, Tener alguien perturbada la razón o la mente desequilibrada. ¡Todos los cocos no dan agua dulce! No todas las personas tienen las mismas facultades.

Derivados del coco, cabeza humana, los dominicanos conocen y emplean cocazo para un golpe accidental recibido en la cabeza. En el español dominicano el cocotazo es el golpe propinado en la cabeza con los nudillos.

Otras frases se sirven del coco en tanto elemento de la naturaleza. Caer como un coco, quedar abatido en el suelo. Mata de coco, persona muy alta. No ser cáscara/jícara de coco. No ser algo despreciable, de poca consideración o fácilmente realizable. Paja de coco. Cosa de poca importancia o valor. Cosa fácilmente realizable. Saber por dónde le entra el agua al coco. Conocer como se resuelven los problemas. Tener mucha experiencia o astucia para intervenir en un asunto. Diccionario fraseológico del español dominicano (2016:123-4). Negrito comecoco, despectivo para persona de escasa inteligencia.

El coco ha parido paremias en el léxico dominicano. Al coco le llega el agua comoquiera. Señala que quien tiene lo suyo seguro no tiene que preocuparse por nada. Cuando el diablo quiere piñonate, compra coco. Señala que las intenciones ocultas se conocen en los detalles sueltos. El que desciende de coco, de piñonate no pasa. Señala que el modo de ser o actuar depende de su naturaleza. Advierte que nadie da lo que no tiene. Diccionario de refranes. Paremias del español dominicano. (2018:82-3).

En República Dominicana un cocal es un terreno poblado de matas de cocos, es decir, de cocoteros. Es poco usual que el hablante de español dominicano se refiera al árbol de coco por el nombre cocotero; de preferencia usará la combinación “mata de coco”. El vendedor de cocos recibe el nombre de coquero.

La popularización del uso de aceite de coco y el empleo de la leche de coco para dar saber a variados platos de la cocina dominicana han contribuido mucho a la industrialización del coco, que a su vez ha incentivado la siembre de cocoteros de todos tipos, al punto que en la actualidad se hace cultivo científico de la planta en el país de los dominicanos. Todo lo anterior, unido a las propiedades terapéuticas que se atribuyen al agua de coco y al aceite ha aumentado el consumo de toda clase de coco. Los turistas que visitan el país dominicano no pueden resistir la tentación de tomar un cóctel llamado coco loco o una piña colada que lleva leche de coco también.

Para terminar. Ver a un lugareño de las costas dominicanas trepar a un cocotero o, verlo pelar el coco sosteniéndolo en la mano y partirlo por la mitad sobre la palma de la mano es un espectáculo que puede resultar escalofriante. Nunca vi a alguno de ellos hacerse daño al realizar una de estas hazañas.

Roberto Guzmán en Acento.com.do