Los escritores José del Castillo, Soledad Álvarez, Mateo Morrison y Basilio Belliard destacaron el uso de metáforas originales, la presencia de la mujer, la libertad estética y el romanticismo descarnado que se advierte en el libro 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada', del chileno Pablo Neruda, Premio Nobel de la Literatura en 1971.
Los intelectuales participaron en un coloquio organizado por la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU), a propósito de conmemorarse este 12 de julio los 100 años de la primera publicación del poemario.
Del Castillo dijo que el joven Neruda en 1924 "encandilaría a los enamorados con 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada' -obra publicada a los 20 años y traducida a decenas de lenguas en cientos de ediciones-, tocada por un romanticismo descarnado".
Hizo una amplia exposición por la labor diplomática, poética, política y en favor de la paz que realizó Neruda en el mundo.
Mientras que la poeta Soledad Álvarez, Premio Nacional de Literatura 2022, destacó que en 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada' Neruda avanza hasta llegar a la cima más alta de la poesía chilena y latinoamericana.
Álvarez se refirió a la ruptura de los cánones y las metáforas deslumbrantes en el poemario.
En tanto que el poeta Mateo Morrison, Premio Nacional de Literatura 2010, se refirió a la influencia de grandes poetas franceses en el poemario de Neruda, quien dijo coloca el cuerpo de la mujer como centro de su poesía.
Aseguró que Neruda fue el relevo del modernista Rubén Darío y destacó la grandeza del Nobel chileno al asumir la poesía sin ataduras.
Además, Morrison se refirió al romanticismo descarnado de Neruda, a quien consideró el poeta de poeta.
En tanto que el poeta, ensayista y crítico literario Basilio Belliard destacó que mientras César Vallejo fue el poeta del dolor, Neruda lo fue del amor, que dijo ha servido de paradigma de todo aquel que se inicie en el quehacer poético.
Belliard aseguró que Pablo Neruda fue el pionero del registro metafórico, que la mujer, el erotismo y lo popular están presentes en 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada'.
El director de la BNPHU, el escritor Rafael Peralta Romero, manifestó que "la poesía de Pablo Neruda, un poeta de la gran patria que es la lengua española, cubre un universo de tan amplio espectro, que nos permite afirmar que hay Neruda para gustos variados".
"Hoy, aquí, hemos preferido solazarnos con la poesía de un muchacho de veinte años que en 1924 publicó el poemario 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada'", dijo el funcionario.
La explicación sobre el contenido de la exposición bibliográfica estuvo a cargo de intelectual, abogado, antropólogo y diplomático Rafael Julián y Cedano, quien prestó las ediciones a ser exhibidas.
Julián destacó la significación del libro de Neruda y puso como ejemplo que ha sido traducido al francés, italiano, inglés, portugués, alemán, turco, lengua mapuche y griego.
La actividad contó con la presencia de Axel Cabrera Martínez, embajador de Chile en la República Dominicana, escritores, intelectuales y funcionarios de la BNPHU.
Además de la exposición bibliográfica y el coloquio, los escritores Peralta Romero, Emelda Ramos, José Enrique Delmonte y Juan Carlos Mieses, Premio Nacional de Literatura 2024, y el embajador Cabrera leyeron algunos de los poemas contenidos en 'Veinte poemas de amor y una canción desesperada'.
Poema 20
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: “La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.