1734, Catedral de Leipzig, noche de Navidad, una luz dulcísima, ilumina las teclas de un órgano bien temperado, hecho de luz congelada, Johan Sebastián Bach, compone su oratorio navideño, al borde de su partitura, junto a las armaduras del pentagrama, Bach escribe… Dios es música, el amor es música, nacer y morir es música, Jesús el Cristo es la música que nace en el Belén de cada corazón.

El Oratorio Navideño la más popular de las obras vocales sacras de Johan Sebastián Bach, compuesta para soprano, contralto, tenor, bajo, coro y orquesta, está constituida por seis partes, cada una de las cuales es una cantata.

Actualmente este oratorio se interpreta durante el adviento y la noche navideña, sus temas parten de melodías antiguas, entre ellas tres cantatas sacras de origen popular.

Este oratorio es uno de los altos ejemplos de variaciones sobre temas anteriormente elaborados, algunos críticos musicales, lo clasifican como parodia musical, intertextualidad sonora, como dirían algunos postmodernistas trasnochados.

Bach parte de melodías muy viejas y las recrea, llevándolas a las alturas y complejidades jamás imaginadas.

Johann Sebastian Bach.

Utiliza textos bíblicos, los textos de los evangelios de Lucas y Mateo, en donde se incluye la historia del nacimiento, la visita de los Reyes Magos de Oriente y la circuncisión.

“…Vino pobre a la tierra…”. En este recitativo Bach utiliza los textos atribuidos a Martín Lutero.

La primera parte del oratorio describe el nacimiento de Jesús, interpretado para el 24 de diciembre, el tema del nacimiento de los pastores para el 26 de diciembre, la tercera parte la Adoración de los Reyes Magos para el día 27, el cuarto tema para el día del Año Nuevo, el quinto tema describe la fiesta de circuncisión, y se interpreta el primer domingo del nuevo año y la sexta parte, es la epifanía, el viaje y la adoración de los reyes magos junto a la estrella de Belén y los pastores.

La parte 1 y 3 están escritas en la tonalidad de Re mayor, la parte 2, en la subdominante de Sol, la parte 1 y 3 están compuestas de manera similar para trompetas que anuncian la llegada de los reyes, mientras que numero 2 es una pastoral, que se refiere a la adoración de los pastores, y está compuesta para instrumentos de viento y madera y no incluye el coro de apertura.

La parte 4 está escrita en fa mayor, la tonalidad relativa a Re mayor y marca el punto musical más alejado de la tonalidad de apertura del oratorio, escrita para trompetas.

Bach parte en el viaje de los reyes magos, dirigidos por la estrella de Belén a través de la mayor dominante, como si la melodía fuera caravana de sonidos que hasta Belén viaja, como nos lo recuerda Rubén Darío.

Júbilo en Re mayor, Bach desarrolla el arco narrativo, que culmina en el Gloria a dios en las alturas: cantan las voces del coro, con voces más de ángeles que de hombres.

Pez de plata, el sol nada en la melodía del oratorio, el mismo que engulló a Jonás… “Devuélvenos lo que nos diste canta el coro de la cantata…” Tú comiste y bebiste y no diste jamás nada a los pobres. Los violines y las violas descienden en la escala y una voz en Re mayor agudísima condena… Tú comiste y bebiste en los festines, mientras que los pobres estaban hambrientos… Gravísimo el bajo y los tenores parecen de nuevo cantar… Acaba de nacer la omnisciente conciencia crística en la gozosa fiesta navideña del alma.

La melodía del coro entre el principio y final de la obra… esta melodía es la misma que Bach utilizó en La Pasión según Mateo… “Cantad a la cabeza llena de sangre y espinas”… Esta melodía tiene un gran simbolismo, como si el creador de La Pasión quisiera decirnos en su oratorio que la vida y la muerte se unen en el momento del Nacimiento de la conciencia crística en el Belén de cada corazón…

Trompetas, timbales, oboes, violines, viola violonchelo, bajo continuo, órgano bien temperado. Voces de pasión, de vida y de muerte, olas de luz disueltas en la gran luz, olas de amor disueltas en el amor, olas de paz disueltas en la paz., las melodías fluyen, la Catedral de Leipzig se ilumina con las luces multicolores, el órgano ya no es un órgano, es el Universo, detrás del árbol de la conciencia. Bach sonríe, sabe que Dios es música, que Jesús es música, que Cristo es música, que el Universo es música y que su oratorio es el mejor regalo de luz  que pueden tener los hombres en estos tiempos oscuros.