(Ilustraciones del- Dr. Odalís G. Pérez)

 

El poeta Ángel Hernández Acosta (Quinito. 2/2/1922-/24-, en Duvergé/ 11-1995, en Neiba), fue uno de esos escritores que, para la estructuración de su obra literaria, eligió la soledad, como marco de referencia poética.

Aunque no publicó (no editó) un libro de poemas, a través de su narrativa publicada, se advierte la potencialidad de su canto, canto que se registra en "Las hojas caídas", sonetos donde, la linealidad del verso, no restringe el ritmo interno de su discurso poético.

Como miembro de la Generación de escritores del 48, recogió en su obra la expresión patética del hombre de su tiempo. Lo dominicano universal es parte narratividad.

Los rejuegos metafóricos demarcan la poesía de su prosa, por lo que, desde el cuento, la novela y el teatro, nos permite descodificar su cosmovisión, asumiendo el dominio de una cadencia expresiva en el uso de la lengua.

Desde el pueblo de Neiba, estuvo aislado de los recovecos de este universo que hoy se encasilla en la computarización y la cibernética, el escritor Angel Hernández Acosta (Quinito), construyó e hizo reventar su manifestación poética.

Poco, pero muy poco, su nombre suena en las pancartas de este complicado mundillo de la intelectualidad dominicana. Pero, dentro de este esquematismo publicitario, no se amilanó su visión estética.

Allí estaba… casi siempre, sentado en su mecedora pajiza, debajo de una enramada, con su larga figura pensativa, confundido entre la soledad de un pueblo de sol, cactus, guazábara, uva, café y cayucos. Su nombre : ÁNGEL HERNÁNDEZ ACOSTA (Quinito). Este escritor, aunque nacido en Duvergé, se radicó en Neiba. Fue miembro de la Generación de Escritores del 48, con reconocidos aportes literarios.

Según mis indagaciones, "Quinito", supo "saborear" las acaloradas tertulias de "La Cafetera", llegando a publicar sus trabajos en los "Cuadernos Dominicanos de Cultura", así lo reconoce el poeta Lupo Hernández Rueda en su libro "La Generación del 48 en la literatura dominicana" (Volumen 58 de la colección Estudios. PUCMM, 1981).

Este poeta llegó a la capital en el 1949, inscribiéndose en la Facultad de Derecho, de la entonces Universidad de Santo Domingo. Fue un sobresaliente cuentista ("Tierra Blanca (1952 ); "Otra vez la noche" (1972 ). Fue dramaturgo ( "Sentencia de media noche" (-). "Coctail de escenas" (1938 ). Fue novelista: "Carnavá" (1979), y, sobretodo, es un significativo poeta de nuestra literatura dominicana contemporánea.

La publicidad mercadológica del mundo literario de nuestro país, casi lo ignora, sinembargo, muchas son las voces calificadas y cualificadas que recogemos y defendemos el interminable eco del valor estético y plurisemántico de su producción literaria, porque vemos en su vemos y sentimos en sus obras literarias, a un sujeto-artista que tiene como universo poético, la cotidianidad de su tiempo y el reclamo de la reivindicación de los más sanos valores culturales de su pueblo.

Hernández Acosta, es, por sí solo, un personaje que corre y /o discurre, poblado de silencio y abnegación, junto a la épica leyenda de "Carnavá" (1979 ), llenando de universalidad, los marcos de una literatura que surge de la colectividad pueblerina de esta sureñidad nuestra, la cual es ya una inagotable fuente temática, que traspasa la mirada antropológica del imaginario de nuestra gente.

Estamos hablando del sujeto-autor que, junto a Juan Bosch, inaugura en en este país y en Latinoamericana y el Caribe, el "Realismo mágico", antes de que el venezolano, Arturo Uslar Pietri (16-5-1906/26-2-2001 ), en el 1947, comenzará a teorizar sobre en torno a esa realidad literaria y filosófica. y antes de que el cubano Alejo Carpentier (16-12-1908/24-4-1980), asumiera su apego a esas vertientes de la literatura e iniciara su teorizar al respecto, en el 1949, ya Hernández Acosta, desde la dramaturgia, había proyectado el pensamiento mágico de nuestra gente, en su obra "Coctail de escenas"(1938), en estos linderos geográficos de vacaces, "Caboevela", "Cañamaca", "Olivorio" y "Makandal".

Aclaración: Con estos trabajos, quiero dejar constancia del aporte de VOSNEIBA, a la conmemoración del centenario de nuestro añorado "QUINITO".