"Amor al rojo vivo", de Geovanni Jerez (2024), es un libro de poemas, editado por Tiempo de Nosotros Editores, con 138 págs. . Con diseño y diagramación de Ludwig S. Medina.

La obra contiene una dedicatoria a Dios y a "esas muchachas, por inspirar a un muchacho como. A mi cachorrta bella porque tu amor me enseñó a hacer el amor".

Consta, además, de una presentación, a manera de prólogo, escrita por Ernesto Vantroy, poeta y analista. Aquí, el presentador Ernesto Vantroy abre las puertas del poema, para aproximar a los lectores y a las lectoras, a los múltiples universos poéticos que el sujeto-autor nos deja discurrir, en estos poemas.

Está organizada en siete (7) bloques temáticos:
1- "Poemas de la ilusión" (Págs. 25/48). 2-"Poemas de la pasión" (Págs. 48/60). 3- "Poemas de la lujuria" (Págs. 63/78). 4-"Poemas al amor" (Págs. 79/93).5-"Poemas de la despedida" (Págs. 95/108). 6-Poemas de la esperanza (Págs. 109/128); y la última parte, la #7, titulada "Poemas extraños" (Págs. 129/138).

Esta obra, inicia con el poema titulado "De niña a mujer", es la apertura al discurso poético familiar, centrado en la educación de una niña que, con el.paso del tiempo, va experimentado la transformación de niñez, a la adultez. Aquí el poeta,asume su ruta hacia la paternidad.

Hay trampas que, si el lector no es un sujeto despierto, pueden conllevar a un total desconocimiento de la línea fónico-semántica que guía a un determinado discurso, como en este caso, un discurso sostenido en lo estético del decir, desde la lengua, desde la palabra, convertida en poema.

Geovanni Jerez.

Les explico, desde la dedicatoria, esa trampa se nos abre y que abierta a la lectura. Es un libro dedicado a "Dios", como imagen de divinidad celestial, pero la otra dedicatoria es carnal, tan material que es dedicado a su "cachorrita", en buen dominicano y de cariño, a su perrita mimada.

En el primer poema que da inicio al libro, se advierte que el poeta asume su posición de paternidad, ante la niña (su hija) que va perdiendo la niñez, pasando por las diferentes etapas biológicas y psicológicas que atravesamos en la vida, hasta llegar a la adultez.

Pero también es parte de la trampa poética de la que les estoy planteando, porque de ese poema en adelante, lo erótico es la voz que se adueña de toda la atmósfera del libro.

Ese tono erótico y romántico, en la poética de este sujeto-autor, nos deja situado en la carnalidad y la melancolía de la voz del poeta, en esta obra.

Estamos ante un libro que, en cada uno de siete bloques de poemas que contiene, salvo, el primer poema, los demás nos arrastran a una nota melódica dolorosa y amorosa, a la vez.

El dolor es parte del decir poético que acompaña aquí el recuerdo de aquella esperanza que se diluyó en la guagua, de parada en parada, al dejar volar el "papelito", invitando al encuentro convertido en añicos sobre el viento. (Ver págs. 27/28), poema "Fue en un autobús". Veamos:

(…)
"Me dejó un teléfono
y una dirección
para que esa noche
diera una lección…

Pero el papelito
¡Ay! se me voló,
cuando el chófer racing
al rato arrancó".

(…)

Es un decir desprovisto de imágenes poéticas, en este caso, directo, y sin la más mínimas intención estética, sino el afán de externar su angustia, nada más. Eso empobrece el enfoque del poema y lo convierte en un decir común y cotidiano.

Debo recomendar al poeta, trabajar más la imagen, las metáforas, y despegarse, por completo de ese hermético orden rimado que dominan sus versos.

Asumir su libertad de decir, a partir del potencial artístico que le espera, desde el uso de la lengua metafórica. Y entender que sólo el trabajo con la palabra, desde la estético, podrá fortalecer su poética.

Veo que ese trabajo de la imagen, él lo conoce y, a veces lo usa, veamos:

"Cómo una gota de rocío
te has clavado en mí".

Me llamas con las ganas
de que me nunca me pudieras
tener.

Me acomodas en tus labios
de algodón macizo
y preciso de una alarma
para bombear la calma
a mi tino"
(…)
(Ver pág. 73, poema "Aquella muchacha").

Realmente, me recuerda mis inicios en Neiba, donde me era suficiente el decir. Y en realidad, no es suficiente decir, sino el saber decir.

Creo que la casa editorial del libro, debió y debe orientarlo, en lo referente a la construcción del decir poético, rítmico, armonioso y significativo.

Mi recomendación final, es que el tiene el potencial necesario para seguir la ruta rumbo a la palabra metafórica y el discurso poético, por lo que, humildemente le sugiero, integrarse a uno de los tantos talleres literarios que hoy tenemos, como el "César Vallejo" de la UASD o en cualquiera de esos espacios de poetas y narradores que existen en nuestro país, y, seguir leyendo a Neruda, y sus "20 poemas de amor y una canción desesperada. Con esa acción gana nuestra literatura y gana nuestro país.