Introducción
Al mirar al mundo, el mundo también nos mira a nosotros. Al mirar la vida, la vida misma…también nos mira. El todo y la nada, están en nuestra psiquis y en nuestro espíritu; son partes de nosotros y están en nuestro vivir, como sujetos en acción vital, en movimiento.
Para entender los sentidos inmanentes que el sujeto autor nos deja en esta obra poética, sin perder mis creencias, he tenido que indagar sobre el taoísmo, como filosofía oriental que se basa en el tao, en su estatus de concepción filosófica, fundamentada en la concepción o en las creencias de Lao-Tsé, recogidas en su obra "Tao Te Ching, y allí podemos ver que el tao es inmaterial y no espiritual. Entonces, cabe la pregunta, en verdad, qué es el Tao?
El taoísmo es una práctica de fe que se centra en una fuerza pasiva y otra fuerza activa. Hablamos del Yin y del yang, las que parecen oponerse, pero eso no es cierto, porque ambas fuerzas se complementan entre sí y actúan de manera unitaria, hacia un mismo fin: Lograr la paz y la armonía del Ser, desde el amor, no sólo manifestado, sino desde el amor practicado.
Pero mi responsabilidad, en estos momentos, es la de exponer mi posición de sujeto transcrítico, frente al texto, en este caso, frente al libro "Ahora que todo pasa" ( Editorial Ángeles de Fierro,
Portada del autor del libro.Diagramación y diseño de cubierta de Iván Zayas. Correcciones de estilo, a cargo del fenecido poeta y gestor cultural, Manuel (Monolito)Mora Serrano. Impresión: Editora Búho S.R.L. Pimentel, Provincia Duarte, R.D., 2023. 90 págs.
El libro consta de un prólogo, escrito por Rafael Achécar Chupani. Pags. 11/14. Contiene, además, cuatro (4) partes. La primera parte, está bajo el título de "Vasija rota en la orilla del río". Págs. 15/40; la segunda parte del libro, bajo el título de "Mujer de plenilunio y vastedad del misterio…Por qué?", págs. 43/62.
La tercera parte, págs.63/77, titulada "Intentos"-Acercamientos al ideal Taocuántico de Ramón Antonio Jiménez. La cuarta y última parte, bajo el título de Armazón y ternura de la vida", está en las Págs. 79/90.
Desarrollo
Desde el primer poema de este libro, el sujeto-autor abre con un tono de interrogantes al otro Ser, a nosotros, como lectores y como observadores de su actuar. Se pregunta y nos pregunta. Veamos:
"¿Qué hemos perdido al final del camino?
¿Qué nos falta cuando todo es vano?
Cuántas preguntas que no esperan respuestas
ahora que todo pasa
y volvemos al origen,
sin más nada que nosotros". (Ver pag. 17. Obra citada).
Es un interrogar al Ser mismo, en su plenitud existencial. Es un mirar hacia al futuro inmediato del sujeto, en su existir.
Es el poeta en su tránsito hacia el origen, hacia nuestro inicio vital, en su nacimiento y muerte, en su venir y volver al plano material, "sin más nada que nosotros".
Es el anatema de lo existencial lo que, en el fondo, se explaya aquí, hecho filosofar de la vida, de nuestra y sus lujurias, en torno a nuestros resquemores del vivir. Es la autobiografía del mirar y del sentir del sujeto-autor, lo que fluye en este decir.
Veamos :
"A pesar de ser humano y una bestia a la vez, de ser un prófugo del dolor y un delfín de la amazonia
turbia, me desvanezco, trazo conjuros en el vacío para sostenerme, armo mis propias trampas y caigo en ellas
con despropósito, todo para poder sobrevivir a mi teatro".
(Ver poema "Insurgencia en las mejillas". Pág. 23. Obra citada).
Ya les dije más arriba, por más que el sujeto-autor quiera ocultar o pretanda ocultarse, en estos versos, hay un tono espiritual que salta de los sentidos y se pone de pies, sobre los ojos del lector, para que nadie pretanda ignorar su voz de creyente en espiritualidad del Ser, como figura espiritual o inmaterial.
(…)
"¿Y tú? Tú hueles a sábado por la tarde, a jugo de limón con caña, a ron de palo y cruz de canela, a mínimo
tras el espejo buscando escapar de mis propios ojos, a quien toca la puerta y aparece ese brazo que me llegue has los huesos".
¿Y nosotros? Nosotros somos ellos que huyen de nosotros, como locos a mitad del tránsito y se resisten a mirar atrás".
(Ver poema
"Insurgencia en las mejillas". pág.23. Obra citada).
El Ser y sus caminar hacia sí mismo, la otra insurgencia del creer en uno mismo y en el otro, la asume el sujeto-autor en estos versos, como resistiéndose a asumir como suya, la otra verdad que está allí, por encima de nuestras quimeras, la verdad conducente al Ser supremo, sin alejarse de la materia o de lo terrenal.
Lo efímero que es el sujeto. El todo y la nada. Los encuentros y los desencuentros en la vida, la luz y la sombra, es como exponer el filosofar de los opuestos, donde la luz se opone a la sombra y lo tangible, encuentra su oponente en lo tangible. Ese enfoque, entre la luz y la sombra, responde al tratamiento místico-taocuántico que subyacente en estos versos, donde la espiritualidad fluye y circunda la estética de un decir situado en el contexto lo familiar.
Es ahí,entonces, donde el hogar, la familia, los hijos, los amigos y su padre, aparecen como planteamientos temáticos, en esta obra. Veamos:
"Hija mía
Tus bracitos en mi cuello
aún me abrazan.
Son como corrientes de agua tibia
y dulzor de chocolate".
(Ver poema titulado "Hija mía", pág. 83. Obra citada).
Al leer el poema titulado "Papá", dedicado "a papá Moronta y papá Luis", en la última página del libro, la memoria, el recuerdo y la nostalgia nos aprisiona, como lector y como hijo, a pesar de las canas, para sabernos ser semilla del amor paterno y su imborrable huella, sobre nuestros caminos. Veamos:
"Su silueta es una mancha que se. escurre por la huerta
y se deforma en la distancia.
El amor con que miro se aligera
no hay olvido ni tornasol en sus. trazas
ni sombras de olvidados caminos
Aún sigue aquí
no me sueltan sus manos
su mirada".
(…)
(Ver pág. 90. Obra citada).
Hay una reafirmación de la paternidad, como añoranza y como memoria, (…) "cuando el mundo era bueno/y no teníamos nada"//, como finaliza el sujeto-autor ese poma, con el que nos cierra su libro.
Discurre en estos versos, una pegajosa melancolía que invade y el lector no queda impune de su virus. Su contagio nos incorpora hacia la nueva dimensión de adueñarse del canto de otro, porque nos hace cómplices de sus testimonios poéticos.
Algo que no puedo dejar de hacer constar aquí, es que el sujeto-autor debe poner más atención a la distribución de los versos, no solo para decir, sino para saberlo decir con ritmicidad y con armonía interna.
Una cosa es cuando leo y artículo el verso desde la oralidad y otra cosa es, cuando me encuentro con una distribución de líneas o versos en la estrofa que regulan mi lectura, ya sea que lea en silencio o que vocalice o articule los versos.
El ritmo del poema es diferente,y, para eso, hay dedicarle tiempo a la búsqueda del ritmo-sentido, no sólo al construir el verso, sino al plasmarlo sobre el papel en blanco y negro.
Recordemos que el poma no es simplemente tema (fondo), sobre todo es forma, ritmicidad del decir, desde la ilogicidad (lógica de la metáfora).
Conclusión
En el país, la filosofía taocuántica no se ha desarrollado, como expresión filosófica del ser, aunque sí tiene sus creyente y seguidores que, se encaminan a asumirla e incorporarla a su potencial creativo e imaginativo, lo cual es muy positivo para nuestra sociedad, siempre y cuando no devenga como una imposición.
La poética en este libro queda expuesta desde los primeros versos que integran esta obra. De ahí que el sujeto y sus reivindicación espiritual, se fijan como centro de fuerza pasiva y fuerza activa (el Yin yang), teniendo creencia colindantes, en nuestro caso, la religión católica cristiana, empanada como poder estatal, desde el concordamos.
Entender y disfrutar de los sentidos poéticos que se recogen en este libro, conlleva, también, dominar el pensar y la pragmática que se asocian a la cotidianidad, al vivir y al pensar del sujeto-autor.
La musicalidad de la obra queda limitada, por la organización de los versos, en la distribución estrófica.
En este libro, poética y creencia místico-filosófica, quedan de manifiesto, desde una misma razón discursiva y estética: TESTIMONIAR.