Hoy, estoy fijando mis planteamientos críticos sobre un libro extraño. No puedo decir que es un libro de poemas, porque, en su discurso no aparece, ni un mínimo de los códigos de abordaje poético, aunque sí que hay un tratamiento de lo absurdo, de lo ilógico o de la sorpresa, con intención de entretener, sorprender al lector y provocarle risa, hilaridad, extrañeza o asombro.
Desde el título, nos encontramos con "500 colmos" que suceden en un espacio social determinado, ya que estos colmos se dan y/o proceden del área propia de los militares dominicanos.
Es posible que esos colmos, también puedan ser dichos y organizados en otros países y en diferentes grupos socio-culturales, pero adaptados al contexto socio-cultural y lingüístico de las comunidades de hablantes, donde surjan.
En estos "500 colmos militares", escritos por un poeta militar, hay una trama de ironía y de humor que tiene su base expresiva y de significación, en la filosofía que se engendra en los grupos de hablantes, según sus labores y/o compromisos cotidianos, como ocurre en este caso, con estos dichos o decires organizados, de una manera jocosa, con el objetivo de provocar risa y asombro, en el lector o en el sujeto que escucha.
Aquí se procura situar significaciones encontradas o contrapuestas que induzcan a una determinada respuesta inesperada del que dice, escucha o del que lée.
"500 colmos militares", de Nicolás Rodríguez (2da. edición. Editorial Luz de luna, editoraluzdeluna@gmail.com. Santo Domingo República Dominicana, 2021), está centrado en el sociolecto de los militares nacionales, desde las vivencias de un escritor que ha querido darle otra mirada a la vida, a su vida, como quien procura construir un poco de risa o de "buen tiempo", en estos momentos de incertidumbre, virus y letanías.
Desde una mirada antropológica y cumtural, el sujeto-autor nos muestra el modus vivendi o la forma de vivir y de convivir de nuestros militares, donde no solo hay "violencia y atropellos", sino que hay otro lado de ese estrato de servicio que tiene otros matices humanos, como lo es la jocosidad, centrado en el uso sociolectal de los militares dominicanos.
Es normal que uno escuche uno que otro "colmo", pero no es común encontrarse con una obra organizada por "colmos militares", no es que tengan "rangos", pero que sí tienen "rayas".
Ahí le faltó recoger el colmo de un médico militar, que es que tenga una esposa que se llame "Dolores" y una hija que se llame "Remedios". La verdad sobre estos "Colmos militares", es que entretienen y nos provocan hilaridad, risa, y contribuyen a apaciguar nuestro acelerado espíritu, en estos momentos de tantos requiebros espirituales.
Veamos algunos de estos "500 colmos militares" ("Los colmos del cabo Vargas"):
–"El comandante no me carga , dizque porque peso demasiado".
(Pág.13).
-"Afirmar que el fía que salió de traslado, entró de yuca".
(Pág. 14).
-Señor, los guardias se burlan de mí, porque mi mujer me sirve en la cantina".
(Pág. 15).
-"Cuando el capitán cierra, la teniente Montero le cuenta como va el pelotón".
(Pág.25).
-"El capitán Sierra pidió su traslado, dizque porque la teniente Montero quiere le cargue otro chamaquito."
(Pág. 27).
-Antes jugaba gallos, pero desde que salí del centro, juego lechuza".
(Pag. 149).
-"A mí me gusta todo el plan de entrenamiento, menos el plan…Ton".
(Pág. 150).
La estructura de un colmo, es la siguiente:
1-Hay un centro de procedencia o de vínculo directo con la persona o cosa, sobre la cual se hará referencia el dicho o lo expresado. Una vez que se tiene el centro sobre el cual haremos referencia, entonces se busca el entramado expresivo que, aparentemente, resulta, discordante, por ejemplo:
El colmo de un no vidente (ciego), ante un sordo, es vocearle al sordo que "los vecinos los están mirando".
Aquí el centro o vínculo está centrado en el no vidente y en el sordo, y, en relación a ellos dos, se organizan situaciones o se organizan dichos o expresiones que tienen como finalidad fijar extremos o situaciones que puedan parecer ilógicas o absurdas.
El fin de los colmos es arrancar sorpresa o risa del que escucha o del que lée. En cada colmo, hay oculto un razonamiento filosófico, un mensaje o un saber que pretende ir más allá de la enseñanza. Ese ir más allá ante el público, es objetivo de entretenimiento y jocosidad.
Los colmos pueden ser analizados desde diferentes perspectivas lingüísticas, vinculadas con la sociolingüística, con la antropología lingüística y con la antropología cultural.
El caso de estos colmos, dado que están centrados en un área específica del discurrir de la vida militar, y, dado que el sujeto autor se basó en el convivir y actuar de los militares, lo aconsejable es que su estudio se enfoque en el sociolecto usado por los militares dominicanos.
Es desde esa perspectiva analítica, que este libro obtiene su valor, como un recurso que,aparte de servirnos de enseñanza o humor, para entretenernos y brindarnos datos propios del mundo militar dominicano, creados y organizados por un sujeto autor que está viviendo, sumergido en en ese espacio de servicio y de trabajo, propio de nuestro universo militar.
En cada colmo hay una enseñanza, un filosofar, una ironía, un humor o una jocosidad. Estos colmos son para adultos, pero hay colmos para niños y niñas y colmos para adolescentes y jóvenes.
En este libro raro , en el fondo, hay un saber que debe ser compartido, conocido, asimilado, disfrutado y que también debemos hacerlo nuestro, como una forma de ir sepultando nuestros truños.