El cine es el séptimo arte debido a su capacidad para entretener con contenido de multimedia. Cada año se estrenan un sinnúmero de películas que movilizan a los amantes del cine y fanáticos de actores o directores que buscan llegar a la cima en taquilla o ser considerados en los premios de la Academia.

Pero, a la vez, la asistencia a las salas se convierte en un lujo debido a que conlleva gastos en la compra de boletos y adquisición de chucherías, más los indirectos como el transporte.

¿Qué tan costoso es ir al cine en la región de América Latina? ¿Qué país tiene la boleta más asequible? El precio promedio es de US$ 4.7 por persona. Estos precios, sin embargo, pueden aumentar según el establecimiento, el tipo de proyección y si es mayor o menor el cliente.

Pese a que cuenta con 1,239 pantallas existentes, Colombia es la nación que reporta menor precio en una boleta de cine, al situarse en US$ 2.1. Y no es para menos, entre enero-noviembre del 2023 asistieron 50.3 millones de colombianos a disfrutar del llamado séptimo arte, casi el 100% de su población situada en 51 millones.

La nación de Machu Picchu, Perú, ofrece una taquilla por US$ 3.2, mientras que en México cuesta US$ 3.3, para una mínima diferencia de 0.1 centavos de dólar. El big player mexicano cuenta con 7,106 pantallas, ubicándose en la de mayor cantidad en la región.

Para ir al cine en Brasil y Honduras, el cinéfilo deberá destinar US$ 3.7 y US$ 3.8, respectivamente, mientras que en Nicaragua cuenta con una tarifa estándar de US$ 4.3, 0.3 centavos de dólar menos que Chile y Argentina (US$ 4.6) y 0.2 centavos de dólar de diferencia respecto a El Salvador (US$ 4.5).

Asimismo, en Paraguay unos US$ 4.8 y Ecuador por US$ 4.9, tanto en Costa Rica y Guatemala vale US$ 5.2 en promedio y por persona.

En República Dominicana cuesta US$ 5.3, por encima del promedio de la región de América Latina situado en US$ 4.7. Luego se ubican Panamá, con un precio de US$ 5.6, Uruguay con US$ 5.9, y Venezuela en US$ 6.6.

España, en Europa, presenta la taquilla más costosa, con US$ 6.6, en promedio. También, que una nación presente taquillas más o menos costosas se debe a la oferta de complejos cinematográficos, cantidad de salas y distribución de contenido.

El cine sigue siendo una experiencia cultural para aquellos que pueden acceder a ella. Sin embargo, la disparidad en los precios de las entradas subraya la importancia de abordar las barreras económicas para garantizar que el séptimo arte siga siendo accesible para todos en la región.

Colombia, con su boleta a US$ 2.1, muestra un ejemplo de accesibilidad, con una asistencia casi universal a las salas de cine en comparación con su población. Por otro lado, naciones como Venezuela y España presentan precios más elevados, lo que puede limitar el acceso a una parte de la población.