(Apuntes para un manual de sociología barata)

Sinopsis

Sinopsis: Kacimiro Minier, excapitán de la tradición de los Congos de Villa Mella y maestro artesano de los instrumentos musicales de los Congos, nos guía en un recorrido por su legado de vida a lo largo de los 110 años que habitó este plano. A través de su historia, exploramos los saberes transmitidos de generación en generación y la riqueza de su cotidianidad, donde la celebración de la vida y el tránsito hacia la muerte se entrelazan.

Ficha Técnica

País:

República Dominicana.

Género:

Documental. 

Director y guionista:

Boynayel Mota.

Director de fotografía:

Mota “Bejike”

Música o sonido:

Cofradía de los Congos de Villa Mella, Kacimiro Minier, Boynayel Mota.

Diseño de Sonido:

Denis Godoy.

Montaje:

Hans Lendeborg.

Productora:

Guasábara Cine y Timacle Films

Productor:

Fernando Santos Díaz.

Productores Ejecutivos:

Agustín Lama y Rafael García Albizu.

Figuras o elenco:

Enrique Minier, Juana Selmo, Chulo Minier.

El personaje Kacimiro es el documental.

Hay tantas cosas que decir respecto al documental “Kacimiro”. Que es un proyecto de años de investigación y exploración fílmica. Que su punto de partida y su mirada se cobijan en técnicas y métodos etnográficos. Que el  director decide crear una metodología para  observar de manera sistemática un grupo de personas, sus valores, sus hábitos culturales y su práctica social. Que es un documental vérité, donde el plan de rodaje se centra en mostrar situaciones, acciones cotidianas y diálogos auténticos de los personajes que integran la comunidad.

Esta herramienta  de la antropología cultural proporcionó al director ejecutar un proyecto audiovisual que, amparado en las sistematicidad, documenta un fenómeno aislado y único de la cultura dominicana. Él logra que la esencia sociocultural no se viese manipulada por los preceptos de la preproducción y producción que, por lo regular, en este tipo de película inventa y deforma. En la metodología utilizada por Ariel Mota (ahora conocido por su nombre taíno, Boynayel) para ordenar su película, lo construido se siente de forma leve. Él no crea ficción para buscar sensacionalismos espectaculares, más bien monta o produce de forma discreta algunas situaciones que no son ajenas ni distantes a los ritos de la cofradía.

Estos proyectos sin interés comercial se caracterizan por el rigor y la paciencia. Hay que arriesgarse y encontrar un productor ejecutivo con “valor utópico” como Fernando Santos, quien se ha dedicado a buscar dinero para llevar al cine la vida de personajes y temas vinculados a lo mágico-religioso dominicano. Es también loable el amor y la pasión del director y guionista Boynayel Mota por la etnomusicología dominicana.

Enrique Minier es Kacimiro

La historia que late desde lo visual es el relato de un anciano más que octogenario, que nació y se crio en los ritos de “Los Congos de Villa Mella”. Él es la tradición y como tal el rito visual y sonoro del documental. Su presencia es una totalidad en el documental; él canta, toca, construye los tambores, orienta en las fiestas de palos a los(as) poseídos(as) por entidades, y selecciona el árbol o palo que servirá para hacer el tambor. Kacimiro, a pesar de ser un anciano, su memoria es lúcida. Lo que relata es vigoroso, de una oralidad llena de humor. Es fascinante como aborda los vericuetos de la cofradía.

Enrique Minier es el hombre, el humano de la comunidad de “Mata los indios”, pero el mito hecho tradición es Kacimiro, una sombra con una larga descendencia familiar. Él es el último de los herederos auténticos de un rito que vino de África y se ancló en Villa Mella. El mundo de la cofradía es más que Congos. Es o fue una forma mágica-religiosa de vivir la cotidianidad. Son rastros culturales vinculados a los esclavos transportados por el colonizador español a la isla. Con el tiempo, es también un sincretismo de la dominicanidad que convive con imágenes religiosas católicas. Es “La cofradía de los Congos del Espíritu Santo fundada en el siglo XVI por esclavizados africanos y mestizos”.

El director Boynayel Mota cuenta el documental desde una mirada engañosa, dilata el desenlace de la película. No revela hasta el final que Kacimiro es un difunto. La voz que hilvana los detalles cotidianos de la cofradía, los Congos y el rito  musical, es de ultratumba. No es un misterio de brujería, el anciano murió en los tantos años que llevó el proceso de rodaje, y Mota encuentra en el detalle que demora la muerte, un anzuelo o bastón narrativo, y lo inserta como un rito más de la película.

Rito, montaje y diseño sonoro.

A pesar del documental tener algunas tomas sueltas que tienden a buscar belleza en el color y el paisaje, la totalidad del constructo imagen es altamente rigurosa y conceptual. Los detalles que se ven del rostro y las manos de Kacimiro a través de las fotografías fijas, no solamente denotan una epidermis  arrugada por el paso del tiempo; son también imágenes estéticamente poderosas. El director de fotografía, Mota “Bejike”, dice y siempre encuentra como decir en los pormenores de las imágenes. Lo que él ilustra en el plano amplio es minimalista y expone la hermosa geografía del lugar.

Ariel Boynayel supo cuidar y ser delicado  con el montaje y el diseño sonoro. Ambos funcionan como una propuesta unívoca. No hay estridencia efectista, ni trucos. Uno y otro se conjugan como recurso técnico a disposición del arte de contar. No alteran la intimidad antropológica de las ceremonias  y la congregación. El objeto del director no es desfigurar para hacer interesante lo que se ve en pantalla, es preservar la autenticad cultural, y como tal el propósito se logra por medio de la simbiosis entre banda sonora y montaje.

Kacimiro-documental-7

El documental que el director esboza.

Más que una película, o un documento audiovisual folclórico para entretener o dar datos muertos de “La cofradía de los Congos del Espíritu Santo”, es una investigación audiovisual que logra ser fiel y no parcializada respecto a una tradición. El director narra desde la parsimonia, gota a gota; como si la cámara fuese un testigo mudo que no tiene juicio ni a favor ni en contra del acontecimiento cotidiano de la comunidad. Planos y secuencias de imágenes se establecen para referir situaciones dialogadas de la colectividad “Mata los indios”. Sin “ideología”, no más de ahí.

En su indagación documental, Mota nunca aborda lo que podría ser foráneo como un objeto para deleitar o divertir. Evita la superficial y expone un “documental ensayo” que respeta “la pureza” de una tradición. Es admirable que el mítico Boynayel haya asumido como estilo intimista la narrativa parca.