"Los asesinos de la luna" es una película que Martin Scorsese empezó a desarrollar, supongo, desde que leyó el libro "Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI", escrito por el periodista estadounidense David Grann y publicado en el año 2017. El libro de no ficción de Grann, examina como detective a la nación indígena de los Osage, cuyos miembros, a principios del siglo XX, se convirtieron en las personas más ricas del mundo y, a partir de entonces, muchos de ellos desaparecieron y fueron asesinados en circunstancias misteriosas que activaron las alarmas del FBI, en una de las primeras investigaciones serias de la agencia fundada por J. Edgar Hoover.
Antes de asistir al estreno escuché a muchos quejándose en las redes sociales por la extensa duración, a lo que Scorsese respondió de manera firme diciendo: "La gente dice que son tres horas, pero venga ya, puedes sentarte enfrente de la televisión y ver algo durante cinco horas. Lo respetas. Respeta el cine.” Y quizá tengan un poco de razón, sobre todo porque tras haberla visto durante tres horas y media me asalta por momentos la sensación de que pierde un poco de ritmo al extender la ola de crímenes más allá de lo necesario (pasada las dos horas ya se sabe quiénes son las víctimas y deduzco con facilidad el destino final de los rateros en manos de los federales). El resultado, a mi parecer, hubiese sido el mismo si tuviera solo dos horas y media de metraje. Pero es, desde luego, un western revisionista bastante sólido, en el que Scorsese, con toda su pericia estética, narra el episodio vergonzoso de una nación y señala a los culpables blancos para desmitificar moralmente un sueño americano manchado de avaricia, homicidios y petróleo ensangrentado. Su núcleo, en síntesis, ofrece un híbrido entre el western, el cine policial y el drama judicial que toma prestado su marco de referencia de la excelente "Petróleo sangriento" (Anderson, 2007) y "La puerta del cielo" (Cimino, 1980).
En términos generales, Scorsese vuelve a mostrar a personajes del bajo mundo sin ninguna brújula moral, pero ahora esboza el asunto desde la refracción de una pandilla de sureños soeces y despreciables que venden su alma al diablo por un puñado de dólares. Con ellos, presenta la violencia realista, cruda, sin filtros. Su decisión de contar la historia desde la perspectiva de los antagonistas, en un principio, tiene cierta liquidez porque interroga la moralidad del Viejo Oeste y dignifica la imagen de los nativos americanos que durante el cine clásico de Hollywood fue ridiculizada como una caricatura.
El argumento lo firma Eric Roth y sitúa la acción a principios del siglo XX en la Nación Osage en Oklahoma, donde narra el complot de Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) y de su tío, el terrateniente William “King” Hale (Robert De Niro), para asesinar secretamente a varios miembros de la comunidad indígena Osage con el fin de robar el dinero de las tierras de petróleo ocupada por ellos, mientras por otra parte, la esposa de Ernest, Mollie (Lily Gladstone), busca ayuda del gobierno federal para resolver la ola de asesinatos que incluye a su familia.
Si bien, el metraje se extiende un poco más allá de lo necesario, al menos la cuestión me mantiene adherido a la butaca durante tres horas y media con las actuaciones que ofrece el reparto. Siempre es disfrutable observar la complicidad entre DiCaprio y De Niro cuando comparten escenas en esta cinta de Scorsese, pero el corazón de toda la película pertenece a Gladstone. Ella entrega la mejor actuación de su corta carrera como actriz.
Con el pedigrí de esos tres actores, Scorsese se refugia por primera vez en el western histórico para reconstruir con lupa una tragedia americana que parecía estar enterrada en el desierto, pero lo que más me sorprende son las cualidades estéticas que utiliza para acomodar su visión desde la puesta en escena. Y todo está finamente ajustado cuando emplea sus elementos para construir los temas recurrentes de su filmografía como el amor, la [des]confianza y la traición, pero ahora explorado desde el vínculo doméstico de una pareja interracial que es el epicentro de complicidad de una sociedad de malhechores caucásicos que roban y matan brutalmente a los nativos americanos para manifestar su odio. Es, sin duda, otra buena película de su catálogo.
Ficha técnica
Título original: Killers of the Flower Moon
Año: 2023
Duración: 3 hr. 30 min.
País: Estados Unidos
Director: Martin Scorsese
Guion: Eric Roth, Martin Scorsese
Música: Robbie Robertson
Fotografía: Rodrigo Prieto
Reparto: Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Lily Gladstone, Jesse Plemons
Calificación: 7/10