En Las bestias, el director español Rodrigo Sorogoyen, ejecuta un híbrido interesante entre el suspenso y el drama rural para puntualizar algunas cuestiones sobre las discrepancias campesinas. Se toma más de dos horas para construir esta historia que se basa en hechos reales. Y por lo visto, ese tiempo me parece más que suficiente para contar lo necesario, sobre todo porque, dentro de su metraje cohesionado, Sorogoyen edifica un retrato turbio sobre xenofobia y disputas campesinas, que nunca pierde su grado de tensión cuando explora el punto de ebullición que se condensa en una zona rural embarrada de violencia, intolerancia y resentimiento, con actuaciones fenomenales de un reparto encabezado por Denis Ménochet.
En la trama, Ménochet interpreta a un extranjero francés llamado Antoine, que ha emigrado desde su país para conectar con la naturaleza y reside en un pueblo gallego junto a su esposa Olga, donde ejerce la agricultura para vender sus propios cultivos y rehabilita propiedades abandonadas para que puedan ser rehabitadas dentro de sus objetivos de turismo ecológico; pero cuya existencia despierta la hostilidad de unos vecinos que quieren vender unos terrenos.
En términos narrativos, este detonante impulsa una serie de escenas que me atrapan de inmediato por la manera en que el conflicto se cocina a fuego lento en cada una de las conversaciones. El semblante dialógico amplía el desarrollo interno de los personajes y añade una capa consistente de densidad a las acciones que se distribuyen entre las disputas del francés honesto y los hermanos resentidos; los coloquios de la pareja que halla la felicidad en medio de la vida natural; los días de cultivo al aire libre antes de las visitas a la taberna local; las amenazas que ponen en estado de alerta al ecologista antes de la emboscada en el bosque.
Estas situaciones, en su síntesis discursiva, examinan a modo subrepticio la condición socioeconómica de los campesinos y, además, las consecuencias de la xenofobia que se entiende, dicho sea de paso, como la lucha de un hombre tranquilo que, por sus inclinaciones ético-morales, enfrenta la ignorancia de unos pobladores hostiles que se oponen a su rechazo de no someter su firma junto a la de los otros moradores para la venta de las tierras a una compañía de energía eólica (se entiende que los hermanos desean vender sus tierras para mejorar su calidad de vida tras años de miseria, mientras que Antoine y Olga bloquean el acuerdo porque conocen la gravedad de la gentrificación rural).
Este texto, a pesar de la ligereza maniqueísta, se valida a sí mismo por unas actuaciones bastante orgánicas del reparto. Destaco, ante todo, la actuación creíble de Ménochet, quien emplea su expresividad calculada y el dominio del castellano para asumir el papel de un hombre agredido que graba con su cámara el comportamiento de los vecinos violentos que lo tratan como los cazadores que persiguen a sus presas. A su lado hay una actuación secundaria muy notable de Marina Foïs como la esposa sincera y angustiada que, en el tercer acto, investiga por su cuenta la desaparición de su esposo. También me resulta convincente la de Luis Zahera como el antagonista inflexible, agresivo, acostumbrado a los vicios y a la tarea de sabotear la cosecha del vecino de enfrente junto al hermano inadaptado.
Con todos ellos, Sorogoyen construye una narración sobria, alejada de los golpes bajos, en la que maneja con ritmo unas herramientas estéticas que sirven para desarrollar las inquietudes internas de los personajes a través del primer plano, el campo-contracampo, el gran plano general, el fuera de campo, el punto de vista, la música empática, la elipsis, las modalidades del encuadre móvil que dinamizan el plano secuencia y, ante todo, las atmósferas de carácter naturalista que, por momentos, toma prestado elementos estilísticos del western y del thriller psicológico. Estos componentes están integrados con consistencia y, propiamente dicho, le conceden textura dramática a su tragedia rural de inmigrantes en tierras peligrosas.
Ficha técnica
Título original: As bestas
Año: 2022
Duración: 2 hr. 17 min.
País: España
Director: Rodrigo Sorogoyen
Guion: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen
Música: Olivier Arson
Fotografía: Álex de Pablo
Reparto: Denis Ménochet, Marina Foïs, Luis Zahera, Diego Anido, Marie Colomb
Calificación: 7/10