Es un hecho que el cine latinoamericano se desarrolló en su mayoría entre tres naciones: Argentina, Brasil y México en el siglo XX, conocidos como los big players. Sin embargo, los incentivos fiscales han diversificado el mercado de la región de América Latina y el Caribe, y República Dominicana no es indiferente a esta realidad.

Ante la ola creativa y el interés de los extranjeros en filmar en las paradisíacas playas del Caribe, en los bosques de Samaná y utilizar el capitalismo a favor de recrear nuevos escenarios para presentar en la pantalla grande: Quisqueya aprobó la Ley 108-10, que busca convertir al país en un mercado atractivo y competitivo frente a las demás naciones.

Una muestra de ello es que en 2023 se rodaron 12 películas bajo el Artículo 39 de la Ley de Cine, audiovisuales que requirieron la aprobación de presupuesto de la Dirección General de Cine (DGCine) de RD$ 5,937.9 millones, de los cuales, RD$ 1,484.4 millones serían devueltos por concepto de crédito fiscal transferible del 25 %.

La legislación dominicana establece que podrán optar por el crédito del 25 % de todos los gastos realizados en el país, las personas que produzcan obras cinematográficas nacionales e internacionales. “Dicho crédito podrá ser usado para compensar cualquier obligación del impuesto sobre la renta (ISR) o podrá ser transferido en favor de cualquier persona natural o jurídica para los mismos fines”, señala.

Por ejemplo, Untitled Miami Project, de Guillermo Navarro, percibió RD$ 468.5 millones de los RD$ 1,874.1 millones declarados como presupuesto por concepto del crédito fiscal.

La serie Exatlon tuvo un presupuesto aprobado de RD$ 1,782.5 millones, de los cuales el crédito fiscal ascendió a RD$ 445.6 millones, mientras que a la producción de Survivor Reino Unido le fue devuelto RD$ 60.4 millones de su presupuesto situado en RD$ 241.7 millones.

Pero, Coolie fue realizado con un presupuesto de RD$ 1,111.1 millones, de los cuales RD$ 277.7 millones se le atribuye al crédito fiscal, completando las tres producciones cinematográficas más costosas del 2023.

El cineasta extranjero David Gordon Green recibió RD$ 43.3 millones por concepto de crédito fiscal al grabar en República Dominicana el largometraje Brain Waves, con RD$ 173.5 millones.

Las estadísticas de la DGCine indican que el rodaje de Easy money conllevó RD$ 153.3 millones, que, según los cálculos de ACENTO la devolución del 25 % ascendería a RD$ 38.3 millones.

Tanto la serie de televisión A thousand blows como el largometraje de acción Dangerous seduction tuvieron una devolución del 25 % de hasta RD$ 22.6 millones, debido a que su presupuesto fue de RD$ 90.6 millones. Las producciones estuvieron dirigidas por Dalex Saint-Jean.

El programa de telerrealidad El conquistador del Caribe recibió RD$ 35 millones por grabar dentro de la Ley de Cine. La entidad estatal registró un presupuesto de RD$ 140.1 millones.

Karate Combat tuvo devuelta RD$ 43.6 millones por los RD$ 174.6 millones invertidos en la industria cinematográfica dominicana. Pero, además, el rodaje del documental Four down, de Steven Cantor, necesitó RD$ 73 millones y se les devolvió la suma de RD$ 18.2 millones. 

Tyler Perry filmó en República Dominicana la película de Netflix Mea culpa, un drama que requirió RD$ 32.2 millones para su realización, de los cuales RD$ 8 millones fue por concepto de crédito fiscal. Es decir, la de menor monto de los audiovisuales foráneos durante el año pasado.