Ya está en cines dominicanos la nueva entrega de Bad Boys, protagonizada por Will Smith y Martin Lawrence, que sigue las vivencias de dos detectives del Departamento de Policía de Miami, Estados Unidos.

Los primeros cinco minutos son similares a las anteriores. Esa adrenalina caribeña en Miami, autos de lujo y de carrera, un plano americano, palmeras, costa, calles transitadas, y una música latina que adorna y resalta a la comunidad latina en Florida.

No es de extrañar que llegue una nueva entrega, debido a que Box Office Mojo destaca que la primera película recaudó US$ 141.4 millones. En tanto, la Segunda entrega titulada Dos policías rebeldes generó US$ 273.3 millones, un 110.2 % por encima de su presupuesto de US$ 130 millones.

Los ingresos de la versión del 2020, Bad boys para siempre, alcanzó los US$ 426.5 millones, la más taquillera hasta junio del 2024.

Vanessa Hudgens, Dj Khale, Eric Dane, convertidos en personajes totalmente diferentes y versátiles a lo que el público adulto conoció. Es decir, ya se alejó Gabriella Montes, las colaboraciones con Justin Bieber y el eterno recordado Mark Sloan, respectivamente.

En el largometraje se debaten entre el bien y el mar, los negocios ilícitos, las verdades claroscuros de ser agente de la policía, un amor casi prohibido y las pandillas callejeras que buscan sobrevivir. Es una producción que recrea en perfecta sincronía el dicho “sobrevive el más astuto e inteligente, no el más fuerte”.

Es una película sangrienta y violenta, típica del género de acción y temática policíaca. Siempre atraen las películas que son de defender a un muerto que no puede alzar su voz y contar su versión, mientras los vivos tratan de averiguar quién es el impostor o culpable.

Se destaca la evolución de los efectos especiales y visuales, y la tecnología usada como drones y la combinación de juegos de cámaras y la postproducción en cada escena de pelea.

Lo que disfruté de esta película es que la historia es básica: rápidamente la relación de Mike y Marcus es el foco del largometraje, además de presentar a terceros que aportan una visión un poco más amplia sobre el “nuevo” problema que los hará convertirse en chicos malos.

Me agradó ver al personaje de Jacob Scipio, Armando Aretas, unirse a la batalla para defender el honor del capitán Howard.

Banker, encarnado por Eric Dane, brilla por la maldad demostrada y reflejada en sus expresiones faciales. Es un personaje construido para mostrar que la inteligencia y los aliados siempre serán de gran ventaja.

A diferencia de la tercera película, esta disminuye las escenas de comedia, aunque casi lo logra. En cambio, se une a la acción, a referencias graciosas y la tensión para crear un ambiente muy parecido a las versiones del 1995 y 2003.

La producción cinematográfica, disponible en Caribbean Cinemas, crea el suspenso en pleno verano del 2024, sin dejar a un lado la banda sonora de Gente de Zona y su tradicional “Bad boys, bad boys, whatcha want, whatcha gonna do”.