La Casa Blanca anunció que entregará el avanzado sistema de defensa antimisiles Patriot a Ucrania para tratar de contrarrestar la ola de ataques de Rusia con misiles y dones.
El anuncio se hizo en anticipación a la visita del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, a Washington este miércoles.
Desde el comienzo de la guerra en febrero, Ucrania ha recibido muchos sistemas de defensa antiaérea de Occidente, desde el lanzador de misiles portátil Stinger, hasta los más avanzados que son guiados por radar y sistemas de detección de calor. Todos estos ofrecen un amplio nivel de protección contra diferentes amenazas.
Los Patriot son un paso más en esa misma dirección, uno que antagonizará a Moscú.
No son una bala mágica, pero son sumamente aptos, efectivos y costosos. Un misil Patriot cuesta unos US$3 millones -tres veces lo que vale un misisl NASAMS (acrónimo en inglés del Sistema Nacional Avanzado de Misiles Tierra-Aire). Ucrania tiene en operación dos sistemas NASAM desde hace varias semanas.
La nueva batería de misiles Patriot "será un recurso crítico para defender al pueblo ucraniano de los bárbaros ataques de Rusia contra la infraestructura crítica de Ucrania", expresó la Casa Blanca en una sesión de información.
Los Patriot fueron utilizados contra los misiles Scud -de fabricación rusa- lanzados por Irak durante la primera Guerra del Golfo y desde entonces su desarrollo por la empresa Raytheon Technologies ha continuado. Vienen en baterías que incluyen un centro de comando, una estación de radar para detectar las amenazas inminentes y lanzadores.
Se informa que el alcance al objetivo es de entre 40km y 160km, dependiendo del tipo de misil utilizado. También tiene lo que se llama sistemas de "defensa puntual", diseñados generalmente para defender áreas en particular, como ciudades o infraestructura importante, en otras palabras, recursos de alto valor.
Alto nivel de entrenamiento
La entrega del sistema que EE.UU. anunció se refiere a una sola unidad que comprende una estación de radar, un sistema de control y, por supuesto, los lanzadores de misiles.
Es probable que sea posicionado alrededor de un recurso estratégico o una ciudad clave como protección adicional. No sabremos dónde, ya que una vez los sistemas occidentales pasan a manos ucranianas se convierten efectivamente en su propiedad, bajo el control de su ejército nacional.
Ningún militar de EE.UU. o de la OTAN podrá operar estos sistemas dentro de territorio ucraniano. Así como con el otro armamento occidental, las fuerzas Ucrania tendrán que ser entrenadas para usarlos y ese entrenamiento tendrá lugar en un tercer país y "durará un buen tiempo", según la Casa Blanca.
El ejército estadounidense afirmó que estará expandiendo su capacitación de fuerzas ucranianas en Alemania, a partir de enero.
Moscú ha tildado los planes de emplazamiento de los Patriot de "una provocación" y de una mayor expansión de la participación militar de EE.UU. en Ucrania. Rusia indicó que esos misiles se convertirán en lo que llamó "objetivos legítimos" para ataques con misiles, una declaración que ya se hizo antes de esta guerra.
La decisión de enviar una batería es un claro mensaje de que Washington continúa comprometido con hacer lo necesario para que Ucrania se pueda defender. La participación de Irán mediante el suministro a Rusia de drones de ataque y, tal vez, de otro tipo de armas aumenta la preocupación en Occidente.
El efecto en el terreno es el envío de más sistemas avanzados occidentales, algo que Moscú no quería que sucediera.
Es difícil saber exactamente cuál será el desempeño general que tendrán los sistemas Patriot.
Ciertamente aportarán una capa adicional de protección, pero su tamaño y alto costo significa que pocas unidades se podrán enviar.
La Casa Blanca confirmó un nuevo paquete de casi US$2.000 millones en asistencia de seguridad para Ucrania, que incluye el sistema Patriot.
Al mismo tiempo, el gobierno está trabajando para lograr la aprobación de un proyecto de ley que le permitiría entregar a Ucrania más de US$40.000 millones en fondos adicionales de cara al 2023.
Pero una reciente encuesta encontró que el apoyo entre republicanos para asistir a Ucrania en su guerra contra Rusia está disminuyendo, según informó la cadena noticiosa CNN.
El entusiasmo de la población en general para ayudar a Ucrania continúa firme, aunque el resultado de la encuesta muestra que entre los republicanos el apoyo a la asistencia militar está en 55%, comparado al 68% de julio y 80% en marzo.
Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.