El ciudadano alemán Christian Brueckner, principal sospechoso de la desaparición y secuestro en 2007 de la niña británica Madeleine McCann en el Algarve, ha sido imputado por las autoridades alemanas a petición de la Fiscalía portuguesa, se informó la noche de este jueves.

Según un comunicado de la Fiscalía de Faro publicado en su página web, Brueckner fue imputado por las autoridades alemanas en aplicación de una petición de cooperación judicial internacional emitida por el ministerio Público de Portugal.

El Departamento de Investigación y Acción Criminal de Faro (DIAP) y la Policía Judicial, en cooperación con las autoridades inglesas y alemanas, han llevado a cabo la investigación sobre las circunstancias que rodearon la desaparición en 2007 de la niña Madeleine McCann cuando estaba de vacaciones con sus padres en el Algarve, según el comunicado.

Christian Brueckner se encuentra actualmente en una cárcel de Alemania cumpliendo condena por tráfico de drogas.

Revive un suceso casi traumático para la policía portuguesa

El señalamiento de Christian Brueckner ha hecho que Portugal reviva un suceso casi traumático para la policía portuguesa, muy cuestionada después de señalar como sospechosos a los padres de la pequeña, que tenía tres años cuando desapareció, y de que otras personas al principio consideradas sospechosas fueran luego descartadas como responsables de la desaparición.

Muchos pasos en falso que hicieron del caso una obsesión en el país, donde ahora, al ver un nuevo sospechoso, hay una mezcla de cautela aprendida tras trece años de dudas y confianza en que, para dar un paso de esta magnitud, debe haber una base sólida.

Las pistas ofrecidas por las policías del Reino Unido, Alemania y Portugal para pedir colaboración ciudadana incluye un número de teléfono móvil portugués al que habría llamado el sospechoso poco antes de que se perdiera la pista de la pequeña, y también se comparten las fotos de dos vehículos Jaguar XJR 6 de color oscuro y una furgoneta VW T3 Westfalia de color claro, con la que aparentemente pudo secuestrar a la niña.

Asimismo, una fotografía del sospechoso, rubio y con ojos azules, que algunos reporteros muestran en la zona de Praia da Luz a los vecinos aunque estos, algo confusos, admiten que en esa área tan turística un perfil así es muy común.

Mientras se espera el desarrollo de estos indicios, se repasan los momentos clave del mediático caso, que dio la vuelta al mundo y generó un informe de 12 mil páginas, además de 2 mil diligencias policiales, 500 búsquedas en la zona y casi veinte sospechosos sin que aún se sepa con certeza la suerte de la niña.

Los padres se turnaban para vigilar a sus hijos

Madeleine McCann desapareció la noche del 3 de mayo de 2007 de la habitación en la que dormía con sus hermanos Amelie y Sean, apenas bebés, en el apartamento de Praia da Luz en el que pasaba las vacaciones.

Sus padres cenaban con unos amigos en un restaurante cercano y aseguraron a la policía que se turnaban para vigilar que sus respectivos hijos dormían. En una de esas visitas, se descubrió que Maddie ya no estaba.

Hasta ahora las dos grandes teorías sobre la desaparición, que llegaron a enfrentar a la policía portuguesa y británica, apuntaban al entorno de la menor o a la acción de un grupo pedófilo internacional que la hubiera raptado.

Desde Londres solo se ha dicho que la Policía del Reino Unido sigue de cerca la investigación abierta en Alemania sobre el nuevo sospechoso de la desaparición en Portugal de la niña británica, un acontecimiento que podría poner fin a trece años de misterio.

El nuevo sospechoso, que cuenta con un amplio historial delictivo por violencia sexual que incluye a víctimas menores, vivió en el Algarve entre 1995 y 2007, y el día de la desaparición de la niña se encontraba cerca de la casa de Praia da Luz, donde los McCann pasaban las vacaciones.

El equipo de Scotland Yard (la Policía Metropolitana de Londres) que dirige la llamada Operación Grange, destinada a hallar pistas de la niña desde 2011, ha colaborado con las autoridades alemanas para dar con este sospechoso y ha identificado dos vehículos que pudo utilizar en el momento de la desaparición.

Si bien la fiscalía alemana de Braunschweig dijo hoy que parte de la base de que la menor está muerta y sospecha que su asesino es el hombre recientemente identificado, según la prensa británica, Scotland Yard sigue investigando una desaparición al no tener "evidencia definitiva de si Madeleine está viva o muerta".

Desde aquel fatídico 3 de mayo de 2007, el caso Madeleine reunía todas las características para ser objeto de teorías y conjeturas: enfrentamientos entre la policía británica y portuguesa, contradicciones sobre la versión de los padres y su entorno, multitud de sospechosos y pruebas poco concluyentes. El cóctel perfecto para que la historia llegara también a las pantallas a través de varios documentales.