Las parroquias San Martín de Porres, Santo Domingo Savio y San Ignacio de Loyola celebraron este Viernes Santo un viacrucis en las calles y callejones de los barrios Guachupita, Los Guandules y La Ciénaga, en el cual reclamaron los males sociales que afectan a la barriada.
Mediante un comunicado de prensa, los feligreses afirmaron que hoy en día Cristo sigue siendo crucificado en los barrios por la inseguridad y violencia en sus callejones, por el alto costo de la canasta familiar y la falta de aulas para que todos los niños y jóvenes reciban una educación digna.
Añadieron que Cristo también sigue crucificado por el narcotráfico, fuente de tanta inseguridad y violencia en la sociedad todos los días.
“La droga es un monstruo que todo lo invade con su poderío económico y con sus métodos seductores. Toca las puertas de nuestras autoridades: de la policía, de las fuerzas armadas, de los jueces… El crecimiento del narcotráfico revela una profunda crisis espiritual. Es un enemigo de la persona y de la sociedad que debe ser enfrentado por todos de manera decidida”, expresaron.
Los feligreses creen en el Dios que hace justicia en la historia; razón por la cual este viacrucis termina añadiendo a las catorce estaciones tradicionales una decimoquinta estación “la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo”.
En ese sentido, para los feligreses Semana Santa es una esperanza que rompe y transforma las desigualdades y las violencias de República Dominicana, que se encarnizan sobre todo en los sectores marginales.
“Deseamos que Cristo nos transforme, como hace veinte siglos transformó las injusticias de su pueblo”.