Más de 100 pastores organizados en la Comunidad Apostólica Internacional (Coapin) y en el Concilio de Iglesias Pentecostales de Jesucristo (IPJ) llamaron a los dominicanos a no dejar morir la esperanza y aprovechar el nuevo año como una oportunidad para cambiar el rumbo e incluir a Dios en sus proyectos de vida, con apertura de nuevas oportunidades, conquistas y bendiciones.
De igual forma instaron al gobierno que, en el nuevo año que se avecina atienda la deuda social acumulada con los dominicanos especialmente con los más vulnerables, y aseguran que entre sus principales desafíos figuran: enfrentar el alto costo de la canasta familiar y los combustibles, así como mantener la estabilidad económica y crear más puestos de trabajo.
El Rev. Reynaldo Franco Aquino, presidente de ambas entidades, quien hablo en representacion de los pastores, manifestó, además, que los retos nacionales presentes y futuros son trascendentales, por lo que el gobierno necesita ejecutar planes estratégicos eficientes.
Indicó además que se hace necesaria una reforma de los organismos castrenses, en especial la Policía Nacional, establecer un sistema de control migratorio eficiente, promover un combate a la corrupción que no sea selectivo.
Así mismo reducir la deuda pública, reforzar los programas sociales en favor de los sectores en condición de vulnerabilidad, y continuar trabajando en pro a la erradicación del COVID-19 y sus variantes”, aseguró.
Señaló además que, uno de los mayores retos para las autoridades y el gobierno es enfrentar la inversión de los valores, la vulnerabilidad, la congestión en los servicios públicos de salud, los embarazos en las adolescentes, la falta de implementación de un Sistema Nacional de Desarrollo Integral para la Persona Adulta Mayor.
También la Seguridad Social, la delincuencia, ampliar la cobertura a las personas con discapacidad, el desarrollo de una reforma educativa eficiente que incluya los valores cristianos y morales en el currículo escolar, y sobre todo la enseñanza de la Constitución de la República.
Preciso que todos esos factores amenazan el bienestar de las familias dominicanas, por lo que llamó a la comunidad de fe a orar por los gobernantes para que puedan poner sus oídos en el corazón del sus pueblos.