El cementerio Cristo Salvador, uno de los más importantes de Santo Domingo Este, enfrenta serios problemas de mantenimiento debido al abandono por parte de los familiares de los difuntos.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades locales, las condiciones del lugar empeoran, con las altas hierbas, plantas trepadoras y raíces que cubren los nichos y tumbas.

Según Yanauris Gómez, administrador del cementerio, el lugar se encuentra sumido en “una batalla constante” contra la crecida de hierbas, por la desatención por parte de quienes tienen seres queridos sepultados allí.

“La tarea se ha vuelto aún más difícil debido al apoyo casi nulo de los familiares, quienes no han pagado los impuestos correspondientes ni han visitado los sepulcros de sus seres queridos hasta en 15 años”, expresó  Gómez.

El cementerio Cristo Salvador, con un área de aproximadamente 5 kilómetros cuadrados, y 23 manzanas, es uno de los más grandes de la región.

A pesar de su tamaño, la seguridad del lugar está a cargo de la Dirección de Seguridad de la Alcaldía, con un equipo que oscila entre 10 y 15 personas que rotan en los turnos, igualmente cuenta con un reducido equipo de limpieza de las calles de 25 personas.

Gómez, quien asumió el cargo hace seis meses, informó que ha solicitado apoyo a la alcaldía para mejorar la situación, pidiendo más recursos y personal para el mantenimiento.

En sus declaraciones, Gómez indicó que más del 70 % de los 250-300 sepelios realizados en el cementerio mensualmente son financiados por ayudas sociales.

Esta alta cifra de entierros a través de ayudas, refleja el bajo poder adquisitivo de la población local, y subraya la necesidad de mayor apoyo institucional.

Incumplimiento de contrato

El administrador también hizo referencia al artículo 44 del contrato del cementerio con sus usuarios, que establece que son los arrendatarios o cesionarios de las parcelas quienes deben mantener en condiciones de solidez y decencia los monumentos y construcciones de los sepulcros, no la administración del cementerio.

La falta de seguimiento de este mandato ha contribuido a la actual situación del cementerio.

El cementerio cobra un impuesto anual máximo de RD$ 1,040 para los nichos de la categoría más alta, que están ubicados en las áreas más visibles, cerca de las avenidas principales.

El cementerio permite el arrendamiento de terrenos para la construcción de nichos por un período de 99 años.

Los propietarios pueden contratar su propio personal para construir los sepulcros o usar los servicios de los trabajadores del cementerio.

En caso de que un nicho o sepulcro requiera reparaciones, el Ayuntamiento de Santo Domingo Este tiene la autoridad para intervenir si el propietario no lo hace, tomando posesión del espacio y realizando las reparaciones a costa del arrendatario.

Esta medida busca garantizar que los nichos se mantengan en condiciones dignas para los difuntos.

Sin embargo, la situación en algunos sepulcros ha llegado al punto en que el Ayuntamiento podría intervenir en aquellos nichos que amenacen ruina debido a la negligencia de sus propietarios.

En tales casos, el artículo 45 del contrato permite la demolición de estos sepulcros, y los materiales derivados de dicha demolición serán utilizados en el propio cementerio.

Velar por los difuntos

Gómez suplicó a los familiares de los difuntos que “quieran de verdad a sus seres queridos” y sean menos indolentes.

Pidió que visiten con frecuencia los sepulcros y que se involucren más activamente en el mantenimiento del cementerio, tal y como acuerdan en el contrato.

Además, aseguró que su oficina está abierta para atender cualquier consulta y dar respuesta a las necesidades de los usuarios.

El futuro del cementerio Cristo Salvador depende ahora de la colaboración de los ciudadanos y de una gestión eficiente por parte de las autoridades locales para evitar que más sepulcros caigan en el olvido.