La advertencia de la embajada de EEUU a sus connacionales afroamericanos sobre prácticas racistas en territorio dominicano, así como el veto al azúcar producido con denunciados abusos y maltratos laborales a los trabajadores del Central Romana, llevó a los senadores dominicanos a protagonizar este miércoles una sesión con unanimidad de criterio.
El senador Bautista Rojas incluso pidió que se demande la salida del país de la actual máxima autoridad de la embajada de EEUU que carece de embajador. el Encargado de Negocios Robert Thomas, y que Washington retire la acusación de racismo “porque le mienten al mundo”, subrayó.
El encargado de negocios Thomas no ha comentado la advertencia a los afroamericanos , pero se refirió hoy mismo a las sanciones impuestas a la empresa agroindustrial Central Romana por supuestas prácticas abusivas hacia sus empleados.
Señaló que la medida adoptada contra la Central Romana por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU obedece a su "largo y desafortunado historial de no dar a sus trabajadores el trato que merecen".
El senador Santiago Zorrilla pidió a los organismos internacionales que más bien premien a la República Dominicana "por la solidaridad mostrada a favor de los nacionales haitianos siempre" y apuntó a que “criticando a la República Dominicana no es que se va a ayudar a Haití a salir de su crisis”.
El senador Virgilio Cedano manifestó a su vez que el tema de la soberanía nacional siempre unifica a los dominicanos en su defensa y admitió sobre el veto al azúcar que “es un duro golpe para los dominicanos, no solo para el Central Romana”.
El senador Alexis Victoria calificó de "inaceptable e irresponsable" las declaraciones de la embajada de Estados Unidos y la invitó a retirar la acusación de racismo y reconocer que “cada país tiene potestad de aplicar su política migratoria de manera soberana”.
El presidente del Senado, Eduardo Estrella, pidió al presidente Luis Abinader mantener su posición "responsable, solidaria, firme y prudente" en torno a las políticas migratorias y ante la situación de crisis "en el hermano país de Haití".
“¡Señor presidente, manténgase como usted va!”, exclamó Eduardo Estrella.
“No es cierto que en República Dominicana exista trabajo forzoso”, aseguró el senador José del Castillo, quien rechazó las acusaciones de Estados Unidos sobre las condiciones laborales en la empresa Central Romana e indicó que se trata de "presiones para que el país acepte campos de refugiados haitianos".
En ello coincidió el senador Dionis Sánchez, quien más que presiones atribuyó la sanción impuesta al Central Romana a "un chantaje para presionar al país para que acepte ser un centro de refugiados de haitianos".
“República Dominicana no puede seguir siendo el alojamiento de ciudadanos haitianos”, expresó por su parte en tono enérgico el senador Ramón Pimentel, al tiempo de reiterar que el país "ha sido la nación más solidaria con el pueblo haitiano y una importante fuente de trabajo". Dijo que el 98% de empleados agropecuarios en su provincia son haitianos y "reciben el pago que el mercado establece".
De su lado, el senador Ramón Rogelio Genao denunció que el país está siendo víctima de una campaña de difamación con la acusación de ser racistas, porque sencillamente “es mentira que haya trato discriminatorio en contra de personas de color”. sostuvo.
“Se ha cometido un abuso inconmensurable”, manifestó en su turno la senadora Ginnette Bournigal y pidió que sea el presidente Joe Biden el que retire el comunicado de su embajada. Demandó a su vez que las instituciones dominicanas fijen posición de rechazo a los señalamientos de EEUU.
El senador Lenin Valdez no desentonó y asimismo rechazó las acusaciones de racismo contra el país y subrayó: “Lo único que hemos hecho es ser solidarios con los amigos haitianos”.