El Hotel Paz (hoy Hotel Hispaniola) fue construido en el año 1955 con el propósito de alojar a los visitantes que recibiría República Dominicana durante la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre de ese año.
Era un hotel de ciudad, de 165 habitaciones repartidas en cuatro niveles, diseñado por el arquitecto Guillermo González, ubicado de manera estratégica en la ciudad de Santo Domingo, específicamente en la avenida Independencia esquina Abraham Lincoln.
Sin embargo este hotel, con el transcurrir de los años fue quedándose atrás de manera gradual y objeto de los intereses de quienes veían en la edificación una oportunidad para obtener ganancias al adquirir y revender la propiedad, a veces, de forma cuestionable.
Entre 1996 y 2000, el empresario Miguel Vargas Maldonado se hizo de la edificación, al comprarla por US$ 21 millones a través de una negociación el Banco Central y el Central Romana.
Se trató de una transacción que años después (en 2008) sería cuestionada por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Al respecto, Vargas Maldonado, quien a la sazón era candidato presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) explicó que dichas negociaciones y la firma del contrato se habían hecho durante el primer gobierno de Leonel Fernández.
Las interrogantes del PLD surgieron por la venta de la totalidad de las acciones de la sociedad Palmeras Comerciales, S.A., propietaria del Hotel Hispaniola, a los empresarios Juan José Hidalgo Acera (Pepe Hidalgo) y a Carlos Sánchez Hernández, junto a su socio Andrés Lietor Martínez, por US$ 23 millones. La transacción se llevó a cabo el 25 de junio del 2004.
En efecto, los empresarios españoles adquirieron la propiedad con el 50 %, cada uno a título personal, y a través de distintos vehículos corporativos: Pepe Hidalgo era propietario de la mitad de las acciones y Sánchez y Lietor del restante 50 %.
El 2006 trajo nuevos cambios sobre la propiedad del Hispaniola, ya que Carlos Sánchez y Pepe Hidalgo suscribieron un contrato privado de compraventa de acciones en Madrid, mediante el cual Carlos Sánchez adquiere el 50 % perteneciente a Hidalgo de las acciones de las empresas Palmeras Comerciales, S.A. por un monto de US$ 17 millones.
Un artículo publicado en ACENTO el 19 de febrero del 2020, se refirió a la transacción y cómo el valor de la propiedad había subido sustancialmente en solo dos años:
“Lo que adquirieron juntos por US$ 23,000,000 en menos de dos años pasó a valer US$ 34,000,000. Los US$ 17,000,000 fueron acordados a ser pagados por Hidalgo de la siguiente manera: US$ 4,120,800 a la fecha de firma de dicho acuerdo, US$ 4,000,000 como exoneración en beneficio de Hidalgo de la deuda pendiente de pago con el señor Miguel Octavio Vargas Maldonado y US$ 8,879,200 a través de una dación en pago de un terreno de 250,000 metros cuadrados con 250 metros lineales de playa dentro de una parcela propiedad de la empresa de Carlos Sánchez, Paraíso Tropical, S.A., en Cabeza de Toro, Bávaro, provincia La Altagracia”.
Dicha publicación explica que, para el 2011, Pepe Hidalgo interpuso una demanda en República Dominicana en busca de anular la transferencia de acciones y actos societarios a Carlos Sánchez, José María Castro, Andrés Leitor, entre otras personas y vehículos corporativos alegando que estos últimos no habían cumplido con la perfección y consumación de la compraventa de la parcela.
En octubre del 2013, la Cuarta Sala de la Cámara Civil y Comercial el Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional falló declarando la incompetencia de dicho tribunal en razón del territorio, pues la comparecencia fue prorrogada.
La decisión fue tomada porque las partes habían acordado una cláusula que se somete a los Juzgados y Tribunales de Madrid Capital, siendo en todo momento aplicable la legislación española.
Todas estas diferencias entre los propietarios ha provocado que el hotel permanezca cerrado desde hace años.
Declaran terrenos de utilidad pública
El pasado día cuatro el presidente Luis Abinader declaró de utilidad pública los terrenos del Hotel Hispaniola, que serían utilizados en la construcción del Centro de Convenciones de Santo Domingo.
Mediante el decreto número 296-22 el jefe de Estado también declaró de interés social la adquisición por parte del Estado dominicano de dichas tierras.
Se trata de 30 solares que serán comprados a su propietaria, la compañía Palmeras Comerciales, S. A. o expropiados en caso de que no se llegue a un acuerdo amigable.
"En caso de no llegarse a un acuerdo amigable con los propietarios de las referidas porciones de terreno, el director general de Bienes Nacionales realizará todos los actos, procedimientos y recursos, tanto ordinarios como extraordinarios, de acuerdo con las leyes, para obtener la expropiación de las mismas", dice el decreto.
En ese lugar, ratifica, se levantará el Centro de Convenciones de Santo Domingo, infraestructura de la capital que impactará directamente en el turismo de reuniones, congresos y convenciones empresariales, profesionales.
Ese Centro deberá cumplir "con las expectativas y estándares internacionales, tal y como ha sido reclamado por años por los principales actores del sector", asegura.