La violación es un evento traumático que puede causar efectos psicológicos profundos tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo, la experiencia puede diferir debido a factores socioculturales y expectativas de género.
Tanto hombres como mujeres pueden experimentar síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión, ansiedad y dificultades en las relaciones interpersonales.
Sin embargo, los hombres pueden enfrentar una mayor carga de estigma social debido a las expectativas culturales sobre la masculinidad, lo que puede complicar su proceso de recuperación y su disposición a buscar ayuda, según el psicólogo Carlos Cano.
Cano explica que, si bien ambos géneros comparten sentimientos de miedo, vergüenza, culpa y pérdida de control tras una violación, las diferencias emergen en las percepciones sociales y estigmas asociados.
Las mujeres, en muchos contextos, pueden recibir más empatía y apoyo, mientras que los hombres pueden enfrentar dudas sobre su masculinidad y mayor estigmatización, dificultando que hablen sobre su experiencia y busquen ayuda.
Consecuencias Emocionales
Para los hombres, las consecuencias emocionales comunes incluyen TEPT, depresión, ansiedad, sentimientos de vergüenza y culpa, y problemas de autoestima.
También pueden experimentar disfunción sexual, aislamiento social y dificultades en sus relaciones interpersonales. La internalización del trauma y el estigma asociado pueden agravar estos síntomas y dificultar la búsqueda de ayuda.
Cano destaca que la violación puede impactar significativamente la identidad de género y la orientación sexual de un hombre, generando confusión y angustia.
Barreras y Estigma
A pesar de la gravedad del problema, las estadísticas exactas sobre la violación masculina son escasas.
Cano resalta que el estigma social juega un papel crucial en la disposición de los hombres a denunciar una violación.
La vergüenza, el miedo a no ser creídos y las expectativas sobre la masculinidad pueden disuadir a los hombres de hablar sobre su experiencia.
Muchos temen ser ridiculizados o estigmatizados, lo que les lleva a permanecer en silencio y no buscar el apoyo necesario.
Las barreras que enfrentan los hombres al buscar apoyo psicológico incluyen el estigma, la falta de servicios especializados para hombres y la creencia cultural de que los hombres deben ser fuertes y no mostrar vulnerabilidad.
Además, la falta de conciencia sobre la disponibilidad de recursos y apoyo para víctimas masculinas dificulta aún más la búsqueda de ayuda.
Recuperación y Apoyo
A pesar de estos desafíos, la recuperación es posible. Los amigos y familiares pueden apoyar a una víctima masculina de violación escuchando sin juzgar, ofreciendo un espacio seguro para hablar sobre sus sentimientos y alentando la búsqueda de apoyo profesional.
Es crucial mostrar empatía, validar sus emociones y evitar comentarios que minimicen su experiencia o cuestionen su masculinidad.
Las primeras etapas del proceso de recuperación incluyen la aceptación del evento traumático, la búsqueda de un entorno seguro y el acceso a apoyo profesional y social.
Las terapias más eficaces para las víctimas masculinas suelen incluir la terapia cognitivo-conductual (TCC) y, en caso de ser necesario, la terapia de exposición para síntomas de ansiedad. La terapia de grupo también puede ser beneficiosa al proporcionar un espacio de apoyo y comprensión mutua.
Rol de la sociedad y la justicia
Para educar a la sociedad y reducir el estigma asociado con la violación de hombres, es necesario aumentar la visibilidad del problema a través de campañas de concienciación, educación en escuelas y comunidades, y la representación en los medios de comunicación.
Es crucial promover una cultura de apoyo y empatía y desafiar los estereotipos de género que perpetúan el silencio y el estigma.
Arabelis Mejía, especialista en Derechos Humanos, Tráfico y Trata de Seres Humanos, asegura que la falta de estadísticas de hombres denunciando violación se debe al juicio social que enfrentan.
Asegura que, en términos de derecho, estos casos deben ser atendidos por la unidad de violencia de género y tratados con la misma seriedad que cualquier otro caso.
Caso de Violación y VIH
Un caso alarmante que se está desarrollando en los tribunales dominicanos, donde un hombre fue víctima de violación por otro hombre, y además fue contagiado con VIH/Sida, por razones legales se omite su nombre.
Tras el ataque, ambos individuos se vieron envueltos en una pelea que llevó al agresor a presentar una denuncia en la Unidad de Violencia de Género. Este giro de los acontecimientos llevó a la víctima a un aislamiento profundo y a un comportamiento suicida. En lugar de buscar ayuda de las autoridades, el hombre optó por el silencio, lo que resultó en una declaración de rebeldía en su contra.
Actualmente, el proceso judicial se encuentra en esta etapa crítica. Este caso, lamentablemente, no es único. Según la jurista, existen muchos otros casos similares donde las víctimas permanecen en silencio, revictimizándose y enfrentando una lucha aún mayor para obtener justicia.
En conclusión tanto Cano como Mejía hicieron un llamado a las personas que han sufrido este tipo de delito a acudir a las autoridades para que la persona que cometió la infracción reciba el castigo.
Ambos especialistas exhortaron buscar a los hombre victimas de violación a que busquen ayuda profesional, y que no lo vean como un signo de debilidad, sino de valentía y autocompasión. Es crucial romper el silencio y el estigma asociados con la violación de hombres, y reconocer que todos tienen derecho a recibir ayuda y sanar.