La Federación de Asociaciones de Profesores de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Faprouasd) advirtió que paralizará la docencia en caso de que el rector Editrudis Beltrán Crisóstomono no ofrezca una respuesta en un plazo de una semana a las reivindicaciones presentadas por el gremio.
La información la dio a conocer el presidente de Faprouasd, Efraín Javier, tras la Asamblea General Extraordinaria realizada el pasado miércoles 21 de agosto en la que se aprobó, además, la realización de una vigilia en la rectoría para el miércoles 28.
“De no haber respuesta satisfactoria a más tardar el próximo 28 de agosto, habrá paro general de 72 horas los días 29, 30 y 31 de agosto”, advirtió.
Otra de las acciones aprobadas en el máximo órgano de decisión de Faprouasd fue el sometimiento judicial al rector para que cumpla con los derechos de los docentes. Estos son: Tramitación de la jubilación y desmonte de carga docente; entrega de los recursos a la ARS y nombramiento y puesta en nóminas de todos los maestros que cursaron y están impartiendo docencia en un limbo, en violación flagrante de sus derechos.
“La Asamblea General Extraordinaria, reunida el miércoles 21 de agosto, debatió la grave situación de la universidad y los difíciles problemas que afectan al profesorado. Es una realidad que atenta contra la existencia misma de la propia institución y la estabilidad salarial, emocional y de toda índole de los docentes, estudiantes y empleados. Todo ello por las constantes violaciones del rector al Estatuto Orgánico, a los reglamentos que norman la vida universitaria y la negación de los derechos adquiridos de los docentes”, explicó Javier.
Añadió que la universidad se encuentra en una situación de ignominia y caos, siendo llevada al abismo por el rector, y que el Consejo Universitario, por su parte, guarda silencio frente a esta situación, haciéndose corresponsable de este desastre.
Javier reiteró que es una “vergüenza” que tengan que protestar para que el rector cumpla con lo que le corresponde, pero que el gremio no va a permitir que los profesores continúen impartiendo docencia en las actuales condiciones y mucho menos poner en riesgo la calidad de la enseñanza.