En calma, con poco tránsito, escasos comercios abiertos, lluvias de poca intensidad y una que otra calle con agua acumulada. Es el panorama que vive este lunes el Distrito Nacional, en el que el huracán Fiona ha tenido poco impacto.
Los efectos del fenómeno se empezaron a sentir en los sectores del Distrito desde horas de la madrugada, pero según moradores de Villas Agrícolas, Los Guandules y La Ciénaga, hasta el momento, “todo está tranquilo”.
En Villas Agrícolas, por ejemplo, el señor Marcos Martínez, afirmó que todo está “bajo control”, y que no visualiza un panorama de peligro.
Martínez, quien es empleado en un colmado de la zona, explicó que abrió el negocio en horario regular, aunque con las rejas cerradas por la inseguridad que le da las calles tan solitarias.
“La calle es muy solitaria. La Policía da vueltas pero como quiera hay que estar atentos porque a ser tan solitaria uno no se puede descuidar”, comentó sobre el negocio ubicado entre las calle María Montez y la 21.
Mientras que en La Ciénaga se vive un panorama similar, aunque matizado por algunas demandas de los comunitarios, como la instalación de más albergues (solo hay dos en la zona) y la poca asistencia de los organismos de asistencia social.
El presidente de la Junta de Vecinos de La Ciénaga, Jesús Martínez, indicó que el sector está en calma, el río Ozama permanece bajo niveles de normalidad y no hay inundaciones en las calles.
Pero, se quejó de que las autoridades del Plan Social de la Presidencia y los Comedores Económicos no se ha acercado al sector.
“En este momento es importante que los Comedores Económicos estén aquí porque son gente que viven del chiripeo (los comunitarios) y hoy no pueden salir a las calles. Es justo que el comedor y el Plan Social tenga acto de presencia. También necesitamos más albergues”, indicó Martínez a la alcaldesa Carolina Mejía, quien visitó la zona para conocer las circunstancias en que se encuentra.
Al respecto, Mejía le respondió que, durante la reunión del presidente Luis Abinader de este domingo con los organismos de socorro y otras entidades gubernamentales, se instruyó que las entidades de asistencia social vayan a asistir a la comunidad.
Además, la alcaldesa informó que hasta ahora no han tenido que trasladar a ninguna familia de La Ciénaga a los albergues, ya que el impacto de las lluvias allí ha sido mínima.
“No ha habido una situación crítica, pero estamos haciendo esfuerzos con otras instituciones porque se les dará apoyo social por instrucciones del presidente”, indicó Mejía al señalar que este lunes recorrerá otras barriadas del Distrito como Guachupita y Los Guandules.
Durante el recorrido de ACENTO por La Ciénaga también fue notificada la situación de unas 700 familias que viven en la zona llamada La Barranca (o Los Farallones), que a pesar de ser censadas no han sido trasladadas al proyecto de Nuevo Domingo Savio, y que estarían expuesta a deslizamientos de tierra.
“Ahí podría haber deslizamientos de tierra. Esas familias deben ser reubicadas urgentemente. Ya fueron censadas, pero todavía no han sido trasladadas al Nuevo Domingo Savio. Ahí viven unas 700 familias. Pero no han sido trasladadas porque esto va al paso de un suero de miel de abeja”, aseguró el presidente de la Junta de Vecinos de La Ciénaga.
En la misma barriada, la señora Cecilia Hernández Disla reportó el peligro que representa para los moradores un árbol cargado de cables del tendido eléctrico, en el Callejón 12.
“Es un peligro para los niños y residentes. A veces se daña (la energía eléctrica) y duramos varios días sin la luz”, precisó Hernández.
Justamente, en el momento en que ACENTO se encontraba en el lugar no había energía eléctrica. Se había ido en horas de la madrugada, de acuerdo a la señora Hernández.
“Yo tengo un radito de pila y con eso me mantengo informada”, precisó.