"Esta última semana de limbo legal ha sido infernal para Kate", dijo Nancy Northup, presidenta y directora ejecutiva del Centro de Derechos Reproductivos, que presentó el caso en nombre de Cox, su marido y su médico.
"Su salud está en la cuerda floja. Ha estado entrando y saliendo de urgencias y no podía esperar más. Por eso los jueces y los políticos no deben tomar decisiones sobre atención de las embarazadas: no son médicos".
La Suprema Corte de Estados Unidos revirtió el derecho constitucional al aborto en 2022.
Inmediatamente el estado de Texas, prohibió la interrupción de los embarazos aún en caso de violación o incesto.
Los médicos texanos culpables de practicar abortos se exponen a penas de hasta 99 años de cárcel, multas que llegan a 100 dólares y revocación de su licencia para ejercer la medicina,. (AFP, Issam AHMED)