El 24% de los dominicanos en EEUU reportó haber contraído la COVID-19 y otro 20% informó que alguien en su hogar contrajo la enfermedad, reveló un estudio del Instituto de Estudios Dominicanos y de la Escuela de Medicina de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY, por sus siglas en inglés).
La encuesta, realizada entre el 5 de octubre de 2021 y al 11 de noviembre de 2021 a 794 adultos dominicanos, también reveló que el 29% informó que familiares en otro hogar contrajeron la enfermedad y el 28% informó que conocían a otra persona que contrajo el virus.
La mayoría (90%) que se infectó pudo autoaislarse de otros miembros del hogar y el 11% informó haber sido hospitalizado.
Un sorprendentemente alto 77% de los participantes habían sido vacunados y ese número aumenta hasta un 89% cuando se consideran aquellos que expresaron intenciones de vacunarse.
Las motivaciones detrás de la vacunación fueron principalmente para protegerse de la COVID-19, con un 75% que lo indicó así. Otro 21% reportó la "responsabilidad social" como su razón principal para vacunarse.
En términos de tiempo dedicado a llegar a un sitio de vacunación, el 73% de los dominicanos viajó por lo menos 30 minutos y el 22% lo hizo durante 30 minutos y una hora.
Primera investigación académica
Este estudio, realizado por ambas instancias del City College de Nueva York, es la primera investigación académica que examina la experiencia de las personas de origen dominicano que residen en los Estados Unidos en medio de la pandemia que causa la enfermedad COVID-19 debido a la expansión del coronavirus SARS-CoV-2.
Además de comprender cómo la COVID-19 ha afectado a la comunidad dominicana en EEUU, sus hallazgos resaltan la necesidad de estudiar los efectos de la pandemia en los diferentes grupos étnicos dentro de esa nación.
El estudio consultó a dominicanos en siete estados: Nueva York, Nueva Jersey, Florida, Massachusetts, Pensilvania, Rhode Island y Connecticut.
Estos siete estados fueron seleccionados porque la mayoría (85%) de los dominicanos que viven en los Estados Unidos residen en estas localidades.
Tasa de enfermos con COVID-19:
- El 24% de los encuestados informó haber contraído COVID-19.
- El 90% informó que se aisló en casa lejos de otros miembros del hogar
- El 11% dijo haber sido hospitalizado
Tasas de vacunación:
- El 77% de los entrevistados informó que ya había sido vacunado al momento de ser entrevistado.
- Sólo el 4.2% de los encuestados informó que no planeaba vacunarse
Uso de mascarilla:
- El 79% de los dominicanos informó que "siempre o casi siempre" usó una mascarilla en entornos públicos cerrados en el apogeo de la primera ola de la pandemia.
- El porcentaje de uso de mascarillas fue alto, especialmente en los estados donde el COVID-19 fue más frecuente como Nueva Jersey (86%) y Nueva York (82%). En Florida, tres cuartas partes de los dominicanos usaban máscaras.
Salud mental:
- El 52% de los dominicanos entrevistados dijo que se sintió nervioso, ansioso o al borde de su límite durante la semana previa a la entrevista.
- Entre el 14.38% y el 42.05% de los encuestados en cada estado informó no poder dejar de preocuparse casi todos los días la semana previa a la entrevista.
- Rhode Island tuvo la mayor proporción de encuestados que dijeron que se preocupaban casi todos los días durante la semana previa a la encuesta (42.05%).
La nota de prensa argumenta: "Desde el comienzo de la pandemia, los investigadores han destacado las disparidades raciales y étnicas, y las injusticias relacionadas con la pandemia. Algunas investigaciones han demostrado que las personas de color experimentan tasas de enfermedades catastróficas y de mortalidad relacionadas con la COVID-19 más altas que sus contrapartes blancas".
Prosigue que estas investigaciones muestran los patrones raciales/ étnicos sobre la incidencia de la COVID-19, la hospitalización, percepciones de riesgo de contagio y el conocimiento sobre el virus.
A pesar de la gran cantidad de estudios sobre raza/ etnia, es poca la investigación relacionada con los subgrupos latinos/a/x y cómo la COVID-19 les ha afectado.
La población latina/a/x no es homogénea y este detalle es importante porque el mismo describe el comportamiento de estos grupos en la sociedad. Por lo tanto, es relevante abordar esta realidad en la investigación sobre la COVID-19 y en las campañas de salud pública.
Para este estudio, los cuestionarios se administraron por Internet y por teléfono en siete estados: Nueva York, Nueva Jersey, Florida, Massachusetts, Pensilvania, Rhode Island y Connecticut, entre el 5 de octubre y el 11 de noviembre de 2021.
El propósito del estudio fue acumular conocimiento sobre la COVID-19 con relación a los dominicanos en términos de incidencia de infecciones, facilidad para vacunarse, motivación para recibir una vacuna, preferencia por marcas de vacunas, uso de mascarillas, estrés durante la pandemia y sobre cómo los dominicanos obtienen información acerca de la COVID-19.
"En un momento en que la comunidad científica está determinando con qué frecuencia las personas necesitarán vacunarse en el futuro para socavar los efectos nocivos del COVID-19, este estudio es vital para comprender el comportamiento de un grupo minoritario especifico: el de los dominicanos.
El mismo, proporciona información sobre cómo los dominicanos, uno de los subgrupos latinos más grandes y de más rápido crecimiento en los Estados Unidos, han respondido a las directivas vigentes para lidiar con el virus”, informó la Dra. Ramona Hernández, directora del Instituto de Estudios Dominicanos de CUNY y Catedrática de Sociología en el City College de Nueva York.
Uso de mascarilla
En el apogeo de la primera ola de la pandemia, el 79% de los dominicanos reportó que usaba una mascarilla en espacios públicos interiores y sólo el tres por ciento afirmó que nunca usó una mascarilla. Con respecto al uso actual de protección facial, los hallazgos indican que el 84% de los encuestados nacidos en la República Dominicana informó "siempre o casi siempre" usar una mascarilla en comparación con el 62% de sus contrapartes nacidas en los Estados Unidos, lo que sugiere una diferencia sustancial entre estos.
Una semana antes de la entrevista, el 52% de los dominicanos informó sentirse nervioso, ansioso o al borde de su límite. Sin embargo, es importante aclarar que estos datos no explican cabalmente este hallazgo, ya que no está claro si el estado emocional es exclusivo de la población dominicana en estos estados, o si los dominicanos se sentían así antes de la pandemia.
“A pesar de su gran heterogeneidad, las poblaciones latinas / o / x que viven en los Estados Unidos son tratadas con frecuencia en los estudios sobre salud como un grupo homogéneo.
Las necesidades de estas poblaciones no se pueden satisfacer apropiadamente si no existen datos adecuados que sustenten las políticas. Este estudio da voz a las personas de ascendencia dominicana en los Estados Unidos con respecto a la COVID-19 ", dijo la Dra. Nancy Sohler, Profesora Asociada de Epidemiología en la Facultad de Medicina de CUNY.
Los investigadores encontraron que para recopilar información sobre el COVID-19, las personas entrevistadas tenían más probabilidades de consultar medios de noticias por cable, locales o de cadenas de noticas (38%) o redes sociales (30%).
Los dominicanos mayores (con 50 años o más) fueron más propensos a confiar en los medios de comunicación por cable, locales o de cadenas de noticia como fuentes de información sobre la COVID-19 y, por el contrario, los dominicanos más jóvenes (de 18 a 29 años) eran más propensos a las redes sociales para obtener noticias relacionadas con la COVID-19.
Dominicanos propensos a seguir las recomendaciones de salud
Este estudio muestra que tanto los dominicanos nacidos en los Estados Unidos como los inmigrantes dominicanos son igualmente propensos a seguir las recomendaciones de salud pública relacionadas con la pandemia.
Además, el estudio encontró que, en comparación con los dominicanos nacidos en Estados Unidos, los inmigrantes dominicanos tenían mayor probabilidad de seguir los protocolos establecidos para mitigar la propagación del virus.
Esto último plantea la necesidad de estudiar más a fondo otras variables para arrojar datos no solo sobre el comportamiento del grupo, sino también sobre las diferencias estructurales dentro del grupo mismo.
Las campañas de salud pública, al abordar a este grupo de cara a futuras crisis de salud, también deben considerar la evidencia de que los dominicanos están motivados a seguir las pautas de salud por preocupación personal y social, no por coerción.
Del mismo modo, los formuladores de políticas públicas deben considerar las diferencias generacionales con relación al consumo de noticias de los dominicanos y deben adaptar sus estrategias de comunicación de acuerdo con las preferencias de cada grupo de edad.