Haciendo caso omiso a quienes le aconsejan guardar silencio frente "a una ola de injurias dirigidas hacia mí y dos de mis hijos", la comunicadora Mariasela Álvarez nuevamente ha debido salir al paso a versiones que le achacan a su "influencia o promoción" los éxitos laborales de sus familiares, desconociéndoles a ambos su "dedicación y capacidad".
Mariasela Álvarez difundió un comunicado bajo el título "A la sociedad racional y sensata" para descartar que sus hijos se beneficien dolosamente de recursos estatales, y ello porque "fueron criados -remarca- con valores de honestidad y trabajo duro".
Señala que no emite su comunicado "como una respuesta a la maldad y el retorcimiento, que son imposibles de convencer, sino como un testimonio para una sociedad racional y sensata, y como legado digital para las generaciones presentes y futuras".
Destaca que en sus tres décadas en los medios de comunicación ha debido enfrentar este tipo de "campañas infundadas" que han intentado desprestigiarla, "sin éxito" y que desafortunadamente ellas "son parte del precio que se paga por una trayectoria profesional" libre de incorrecciones.
"Nunca tendrá precio mi capacidad crítica frente a los fenómenos sociales, políticos y económicos de interés para la mayoría de los dominicanos y, en particular, para la fiel audiencia que justifica la razón de ser de mi emprendimiento en los medios de comunicación", sostiene.
A continuación, su texto íntegro.
A la sociedad racional y sensata
Personas de alto aprecio y gran valoración me han aconsejado guardar silencio ante una ola de injurias dirigidas hacia mí y dos de mis hijos. Comprendo su punto de vista, ya que siempre estaré en desventaja frente a la intención de dañar, la cerrazón, el fanatismo y el resentimiento.
Sin embargo, he decidido plasmar estas palabras por escrito, no como una respuesta a la maldad y el retorcimiento, que son imposibles de convencer, sino como un testimonio para una sociedad racional y sensata, y como legado digital para las generaciones presentes y futuras de mi familia.
A lo largo de mis 31 años en los medios de comunicación he enfrentado campañas infundadas que han intentado desprestigiarme, sin éxito. Estas agresiones, aunque desagradables, son parte del precio que se paga por una trayectoria profesional. Sin embargo, frente a la reciente campaña difamatoria contra dos de mis cuatro hijos, me veo en la necesidad, como madre y ciudadana, de dar la cara por segunda vez.
● En relación con mi hijo mayor, que cuenta con 39 años y 17 de ejercicio profesional, y como representante de una prestigiosa firma tecnológica de los EE.UU., ha participado en una licitación legal, transparente y auditable desde el punto de vista técnico y comercial. Su éxito, revestido de ética, no proviene de mi influencia o promoción, sino de su dedicación y capacidad.
● Sobre mi hija de 28 años, graduada de FIU y con experiencia en el sector hotelero internacional, actualmente colabora con el MITUR para impulsar el turismo en nuestro país. La compensación que recibe corresponde únicamente a sus servicios profesionales al Estado. Ambos, criados con valores de honestidad y trabajo duro, han elegido quedarse en su país, demostrando así su compromiso y amor por nuestra tierra.
Además, quiero destacar que nunca tendrá precio mi capacidad crítica frente a los fenómenos sociales, políticos y económicos de interés para la mayoría de los dominicanos y, en particular, para la fiel audiencia que justifica la razón de ser de mi emprendimiento en los medios de comunicación.
Para concluir, mi hijo menor me recordó, en un audio reciente que me hizo brotar lágrimas, el legado que estoy dejando: una vida profesional y personal de la cual mis hijos nunca tendrán que avergonzarse. Este es el verdadero valor que buscamos transmitir como padres. Aunque soy consciente de que me expongo a una nueva oleada de críticas, estoy preparada para ello.
Agradezco profundamente los mensajes de respaldo de gente buena, que refuerzan mi convicción de que la verdad y la dignidad son siempre el mejor camino frente a la calumnia y la desinformación.
Mariasela Álvarez