Mediante una declaración conjunta, organizaciones antirracistas, de derechos humanos, feministas y de izquierda han sentado posición celebrando el Bicentenario de la Abolición de la Esclavitud de este 9 de febrero como "uno de los grandes hitos de la resistencia anticolonial en nuestra isla, repudiando con igual fuerza el silencio oficial en torno a la fecha".
“Es un hecho histórico de enorme significación para nuestro pueblo de mayoría afrodescendiente, que ha sido silenciado por las autoridades”, reza la declaración.
Al repasar algunos antecedentes a la abolición de la esclavitud, las organizaciones mencionan la rebelión del Ingenio Boca de Nigua en octubre de 1796, bajo la influencia directa de la revolución antiesclavista en la colonia francesa y la primera unificación de la isla bajo el liderazgo de Toussaint Louverture, cuando la mayoría de los historiadores considera que hubo una primera abolición de la esclavitud.
En 1802 el jefe militar francés Leclerc invadió la parte oriental de la isla, con apoyo de esclavistas locales como Juan Barón y restableció la esclavitud. Pero con la derrota del colonialismo francés por la revolución haitiana y luego la unificación pacífica de la isla en 1822, se conquistó la libertad para las personas esclavizadas.
La abolición de la esclavitud fue un legado duradero: “todos los intentos por restablecerla fracasaron, aún cuando la clase dominante logró su objetivo de anexionarse a una potencia colonial, España. El rechazo a la restauración de la esclavitud, que todavía existía en la década de 1860 en las colonias españolas de Cuba y Puerto Rico, fue uno de los elementos políticos y sociales decisivos en la independencia dominicana definitiva respecto de España en 1865”.
El Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores (MST), el Comité por la Unidad y los Derechos de la Mujer (CUDEM), Junta de Prietas, Haitianos RD, Movimiento de Mujeres Sociopolíticas Mamá Tingó, Reconoci.do, el Movimiento de Mujeres Domínico-Haitianas (MUDHA), el Foro Feminista Magaly Pineda, Aquelarre RD, Acción Afrodominicana y Militancia Revolucionaria Socialista (MRS) suscriben el documento.
Exigen al Estado dominicano que consagre el 9 de febrero como fiesta nacional, “como parte del reconocimiento de su importancia para la construcción de nuestra identidad y del aporte fundamental de la mayoría negra del país a su historia, su cultura y su desarrollo económico y social”.
Despojo de la nacionalidad
“Lamentablemente hoy en República Dominicana las relaciones sociales capitalistas siguen reproduciendo esquemas de semiesclavitud y trata de personas en diversos ámbitos de la economía nacional, desde los bateyes y cañaverales hasta sectores del comercio y el trabajo doméstico. El racismo institucionalizado por la clase dominante ha mantenido a la mayoría negra en la pobreza y la exclusión. Alrededor de doscientas mil personas dominicanas de ascendencia haitiana fueron despojadas de su nacionalidad mediante la sentencia retroactiva e inconstitucional 168-13. Hay mucha lucha por delante en la dignificación de las relaciones laborales y la autoorganización de la clase trabajadora en la lucha por la superación definitiva de la explotación”, señalan.
Atribuyen el silencio oficial que retumba en el "pueblo de mayoría afrodescendiente" a que las autoridades "han enarbolado la ideología hispanófila, profundizada durante la dictadura trujillista y reforzada durante el régimen balaguerista y los gobiernos de la democracia burguesa".
"La influencia de EEUU, a través de ocupaciones militares y una permanente injerencia política, también ha dejado su impronta en la configuración del racismo oficial en República Dominicana", añaden.
Recuerdan que el rechazo a la restauración de la esclavitud, que todavía existía en la década de 1860 en las colonias españolas de Cuba y Puerto Rico, fue uno de los elementos políticos y sociales decisivos en la independencia dominicana definitiva respecto de España en 1865.
"Lamentablemente, hoy en República Dominicana las relaciones sociales capitalistas siguen reproduciendo esquemas de semiesclavitud y trata de personas en diversos ámbitos de la economía nacional, desde los bateyes y cañaverales hasta sectores del comercio y el trabajo doméstico. El racismo institucionalizado por la clase dominante ha mantenido a la mayoría negra en la pobreza y la exclusión", subrayan.